miércoles, 4 de septiembre de 2019

Para trabajar con el enojo

El enojo es como un torbellino. Llega repentina y violentamente. Si es nutrido, puede crecer y convertirse en una fuerza violenta y destructiva. Si no es alimentado, desaparece tan rápidamente como se formó.
SENTIR enojo no es el problema. ALIMENTARLO, lo es. Nuestros pensamientos son el viento que alimenta el tornado. No importa qué tan fuertemente la ira pueda haberse sostenido en el interior, el momento en que tomamos conciencia que estamos enojados es el momento en el que tenemos una preciosa oportunidad. Si nos convertimos en el observador, cesamos de SER la emoción. Creamos un espacio entre nuestra consciencia y el flujo de la emoción. Detenemos al viento.
En este espacio, es posible buscar y alcanzar una perspectiva diferente. Si podemos pensar "Wow, me estoy sintiendo enojado", podemos también pensar "Elijo no estar enojado. Elijo ser amor".
Cuando hacemos esto, algo mágico sucede. Nuestra resonancia emocional cambia por completo. El viento que alimenta el embudo cesa de soplar y el tornado de nuestro enojo pierde fuerza rápidamente. Si podemos continuar con esta elección en cada momento sucesivo durante un período de tiempo, la vibración resonante de odio en nuestro interior se extinguirá por completo.
Nuestros pensamientos son la clave. Ellos querrán que regresemos a la cosa que "hizo" que nos enojáramos. Debemos girarlos en cambio a una nueva solución; para buscar en forma activa una nueva perspectiva a partir del amor compasivo y la aceptación inequívoca hacia lo que está siendo experimentado. Desde este lugar de neutralidad calma, podemos entonces apropiadamente responder a cualquier situación a partir de una mente clara y un corazón iluminado.
El enojo es la resistencia a lo que es.
La Aceptación honra cada momento tal cual es y ofrece nuevas
e inesperadas soluciones desde una perspectiva .
El juicio es agradable porque se siente bien estar en lo correcto.
Se siente mucho mejor ser Amor.
La ira y el juicio nos atan a la ilusión.
La Aceptación nos libera.
El amor nos brinda las alas para volar.

MD Luis Dugas.

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