sábado, 24 de noviembre de 2012

El compartir está en la conciencia


El verdadero compartir incluye la conciencia al igual que la acción. 

La pregunta es: ¿Para qué estás compartiendo?

La mayoría de la gente comparte con alguien porque quiere algo de ellos a cambio; quizás quieren elogios o ser vistos como una persona buena (para ser aceptado). 


Pero cuando se comienza a compartir incondicionalmente con la conciencia correcta, las puertas se abren donde no sabíamos que había puertas. 



Mientras más podamos compartir sin intenciones ocultas o queriendo algo a cambio, más conectaremos con la Luz y nos convertiremos en seres de un dar verdadero.

Los actos de bondad cuando estamos inspirados definitivamente revelan Luz, pero no tanta como las acciones de compartir que realizamos cuando sentimos que es lo menos que queremos hacer.


La próxima vez que quieras huir de una oportunidad para compartir, no lo hagas. En lugar de ello revela Luz. 


(Kabbalah con ajustes)

domingo, 18 de noviembre de 2012

Todo cuenta

Hay días en los que nos encontramos de mal humor y simplemente no sabemos el por qué. No tenemos ninguna presión legal o conflicto de salud. Nadie procura hacernos daño. Simplemente estamos deprimidos, molestos o nos irritamos fácilmente con los demás. 

Puede parecer fortuito, pero definitivamente no lo es. Todo lo que generamos es resultado de decisiones que hemos tomado en nuestro pasado. 



Cada decisión que tomamos es una semilla que plantamos. Si la semilla es plantada con buenas intenciones y con la conciencia correcta, desde la Integridad, seguramente produzcamos un "milagro" en el futuro. 

Por el contrario si plantamos la semilla de la desintegridad, en lugar de un "milagro", puede que obtengamos muy malas noticias (quiebres que restarán, llamados erróneamente "choques", accidentes", "enfermedades", etc.). 

Al final, todo cuenta. Cada decisión, cada acción, cada intención afectará nuestro futuro de una u otra forma. 

Si nos despertamos deprimidos, es el resultado de una semilla que plantamos. Quizás años pasados y en un día en particular le hicimos algo a alguien para que se sintiera de la misma forma. 

La energía que creamos permanece latente hasta que regresa a nosotros. Puede, incluso, que venga de una vida pasada. 

Por esta razón es esencial recordar: Todo, absolutamente todo, cuenta. Probablemente ya hemos tomado muchas decisiones sólo el día de hoy, mientras nos estamos vistiendo, mientras tomamos el desayuno, mientras nos trasladamos al trabajo. 

La mayoría de nuestras decisiones son tomadas en piloto automático y no nos damos cuenta que lo estamos haciendo activamente. Pero más allá que nos demos cuenta de ello o no, estamos tomando cientos de decisiones cada día en estado transparencia, en automático.

Te propongo que empieces por darte cuenta de cuánto de lo que estás haciendo está en piloto automático y pregúntate cómo puedes inyectar conciencia en ese momento.

Si te estás levantando en la mañana toma conciencia de ese día y piensa y decide que es lo que puedes hacer para crear valor en tu vida o en la vida de otro. 

Por ejemplo escoge presentarte ante alguien nuevo en vez de sentarte solo; si estás viendo televisión, toma algo de tiempo para enviar un correo o un texto a alguien con quien no te has conectado hace tiempo; si tienes pendiente una charla con un hijo, llámalo y concrétala ya!!!. 

Existen formas ilimitadas en las que podemos transformar lo mundano en "milagros", empieza ya, no pierdas ni una décima de tu tiempo divino!!!.

(Kabbalah con ajustes)

domingo, 11 de noviembre de 2012

Expandir nuestra capacidad para la grandeza

¿Alguna vez te ha ocurrido que logras algo grandioso pero luego te sientes vacío? 

Muchas veces creemos que seremos plenos una vez que finalicemos un proyecto, encontremos nuestra alma gemela o ganemos el premio, sólo para descubrir que una vez que la emoción inicial se asienta, entra un tremendo vacío. Un sensación de “Bueno ¿y ahora qué?”.

Las pocas certezas que hay en la vida, una cosa siempre es segura: Cada uno de nosotros es capaz de alcanzar mucho más de lo que tenemos hasta ahora. Esto es: sin importar qué. Incluso si hemos construido el rascacielos más grande del mundo, hay uno más alto que podemos construir. Si hemos encontrado la cura para una "enfermedad", hay otra esperando por nuestros esfuerzos. Si ayer nos ocupamos de manera incondicional hacia cuatro personas, hoy tenemos que luchar para que sean cinco.

Es como levantar una pesa de 10 kilos en el gimnasio cada día; cualquier entrenador te dirá que en algún momento requerirás incrementar ese peso si quieres volverte más fuerte. El problema es cuando la voz de nuestro Ego entra sigilosamente en nuestra cabeza y nos dice que no podemos hacer más.

El Ego (el oponente)  constantemente buscará recordarte tus limitaciones, dándote todas las razones en el mundo de por qué no puedes hacer más, ser más o alcanzar un estado más elevado de conciencia.

Ninguna de nuestras limitaciones nos hace menos capaces. De seguro, podemos ser egoístas. Nos comportamos de manera reactiva. Todos hacemos cosas que restan algunas veces. Amarnos a nosotros mismos, perdonarnos, y saber que somos capaces de mucho más de lo que podemos imaginar sin importar qué sea.

Todos nosotros podemos hacer grandes cosas, pero el primer paso es saber que podemos y que lo haremos.

Debemos seguir creciendo y expandiendo nuestra capacidad para la grandeza. Porque ya sea que tengamos quince años o setenta, lo que sea que hayamos alcanzado en nuestra vida hasta ahora es sólo la punta del iceberg.


(Kabbalah con ajustes)

viernes, 9 de noviembre de 2012

Adicciones ocultas

Adicciones ocultas

Usualmente pensamos en las adicciones en el sentido físico, como por ejemplo fumar o apostar; pero las adicciones que representan el mayor desafío existen muy abajo de la superficie y no son fáciles de ver.


Todos nosotros tenemos incluidas adicciones debajo de la superficie: Aprobación, Reconoci-miento, Atención, Ser permisivos, Control, Caos, Rabia, Juicio... ¿Con cuál de estas te identificas más? 

Tu libre albedrío te permite decidir si quieres ser un adicto a la Luz o un adicto al Ego (nuestro oponente). 

Estar consciente de nuestras adicciones que están debajo de la superficie facilitará resistirlas la próxima vez que exista una oportunidad de renunciar a la solución rápida para, en lugar de ello, merecer la alegría eterna que vine de ser un Creador en tu vida.

Aprendiendo a escuchar

Aprendiendo a escuchar

La Luz está siempre enviándonos mensajes. Algunas veces simplemente no sabemos cómo escuchar.

Pasamos tanto tiempo hablando o pensando en lo que vamos a decir enseguida que muchos de nosotros no estamos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor.

El ejercicio de hoy es simple. No hables por unas cuantas horas. (A menos que, por supuesto, estés en una situación de emergencia).

Cuando nos silenciamos, no sólo escuchamos mejor a las personas a nuestro alrededor, sino que escuchamos mejor la voz de nuestra alma.