domingo, 10 de febrero de 2013

Ser real con los demás


Ser reales con los demás no es algo fácil de hacer en una sociedad que resalta el mantener las apariencias, sin embargo, es una parte importante al recorrer un camino espiritual.

A través de la publicidad, los medios de comunicación y muchas otras formas, se nos enseña a estar más preocupados en cómo somos percibidos en vez de en lo que somos realmente. 


¿Cuán a menudo las personas te preguntan cómo te va sin estar verdaderamente interesados en escuchar la respuesta? ¿Cuántas veces respondes “¡Genial!” mostrando una gran sonrisa falsa cuando en realidad has tenido un día, una semana o incluso un mes difícil?

Inclusive aquellos de nosotros involucrados en la espiritualidad caemos dentro de esta trampa. Sentimos que deberíamos ser de cierta manera, así que pretendemos ser eso para el mundo exterior. Sentimos que requerimos ser perfectos, sumergiendo nuestras "culpas".


Vivir la espiritualidad es estar en un proceso constante de transformación, y para hacerlo requerimos ser honestos sobre nuestras limitaciones con otros y con nosotros mismos.


Si intentamos ser sólo sonrisas y bondad en el exterior, pero tenemos ideas y creencias limitantes y de juicio en el interior, simplemente estamos cubriendo la suciedad al barrerla debajo de la alfombra. No hay transformación en eso. 


Además, la verdad acerca de nuestro carácter siempre se puede sentir. Todos tenemos fallas. Todos cometemos errores.


Cuando decidimos exponernos a nosotros mismos, con todo y nuestra "basura" las personas saben lo que están obteniendo y aprecian el coraje que conlleva ser así de abiertos. Entonces así se pueden identificar con nosotros, ser uno con nosotros.


Ser reales es una grandiosa cualidad espiritual. Es indicativo de alguien con quien las personas pueden conectar.

Si escondemos nuestra limitación en las sombras, nunca verá la Luz. Ser honestos sobre nuestra basura y exponerla a los demás es exponerla ante la Luz.


Kabbalah con ajustes personales

miércoles, 6 de febrero de 2013

Desea más


Nos conformamos con tan poco cuando en realidad, podemos tenerlo todo. 

Estamos satisfechos con el trabajo que es lo suficientemente bueno, el/la compañero/a que es bondadoso/a pero que no es nuestra alma gemela, y los amigos que son "divertidos" pero que no promueven nuestro desarrollo personal.  

Es importante saber que incluso cuando las cosas marchan satisfactoriamente, podrían estar mejor.

Estamos destinados a tenerlo todo, pero no podemos recibir más hasta que deseemos más, tanto para nosotros como para el mundo.

Kabbalah con ajustes personales

domingo, 3 de febrero de 2013

Las relaciones importan

Desde las asociaciones como el matrimonio hasta las interacciones con compañeros de trabajo, nuestras relaciones nos importan mucho más de lo que creemos.


Piensa en ello. Ya sea nuestro mejor amigo, nuestra suegra, nuestra abuela o el almacenero, las relaciones influyen mucho en determinar nuestro bienestar y armonía en un día cualquiera. Cuando nuestras interacciones son placenteras y pacíficas, nos sentimos en paz, en armonías, pero si surge un conflicto o si estamos molestos con alguien nos invade cierto malestar.


El camino de Luz no es uno de subidas y bajadas en el que un día nos sentimos arriba en el cielo y al siguiente estamos abajo en el basurero. El camino de Luz le dice no a las subidas y bajadas a cambio de una vida de constante evolución. Esto quiere decir que si nuestras relaciones son buenas el día de hoy, existe una forma de hacer que mañana sean incluso mejores.

La clave para construir lazos más fuertes con aquellos a nuestro alrededor es siempre estar creciendo. Al involucrarnos en un camino de transformación personal, nos volvemos menos reactivos con nuestras familias, nos volvemos más tolerantes con nuestros compañeros de trabajo, y nos comprometemos a mostrar compasión creciente hacia nuestros seres amados y finalmente, hacia la raza humana.

De hecho tenemos una responsabilidad con las personas en nuestras vidas para desarrollar nuestras almas, ya que esa es la manera en la que podemos elevar nuestras relaciones hacia niveles completamente nuevos.

Esta es, de hecho, la forma en que nos volvemos el mejor amigo, el mejor padre, el mejor compañero de trabajo, el mejor todo que podemos ser.Nuestras relaciones en la vida pueden ser sólo de tanto valor como nosotros lo somos. 

Kabbalah con un toque personal