domingo, 15 de julio de 2012

La sanación y cómo traemos esta energía a nuestras vidas


De acuerdo a los kabbalistas, la sanación comienza cuando hacemos el cambio interno que el universo nos pide. Ya sea que nos demos cuenta de ello o no, cada vez que realizamos una acción desintegra, nos movemos más cerca del Deseo de recibir para sí mismo y de la muerte, mientras que cada vez que realizamos una acción integra de compartir, nos acercamos al alma y a la vida. 

La sanación ocurre cuando de manera consciente nos acercamos a la Luz, especialmente cuando es difícil o cuando no queremos o cuando caemos presa de nuestros pensa-mientos "negativos". 


Cuando no estamos en nuestro mejor momento (cuando caemos en bancarrota, o cuando nuestro mejor amigo se aleja) estos son los momentos en los que debemos decirnos a nosotros mismos: “tengo la certeza de que aunque no tengo la posición que antes tenia o no me siento tan bien como antes, sé que el sol está brillando”. 

Estos son los momentos en los que tenemos que decir: “Sé con certeza que soy parte del espíritu del Creador, y aunque Él me traído a este proceso triste, tal vez es para apoyarme a saltar hacia adelante con la Luz”.

La verdad es que lo que la mayoría de nosotros está buscando es esa paz interior que surge cuando podemos ir a dormir en la noche diciéndonos: “he hecho todo lo que he podido (asumiendo el 100% de mi responsabilidad) para convertirme en una mejor persona y para hacer del mundo un lugar mejor”. 

Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que todas las cosas que generamos sin contratiempos son trampolines para llevarnos a otro desafío, a otro nivel, a otra plataforma de la cual podamos crecer. 

La paz no es únicamente la ausencia del caos. Sí, tal vez hemos fallado, no obstante, lo intentamos y es el intento lo que importa. Eso si, requerimos tener la total seguridad de haber puesto todo lo que estaba en mi para alcanzar lo deseado, dentro del 100% de mi responsabilidad. 

Hay personas que se cuidan muy bien en el aspecto físico pero aun así se "enferman". Algunas veces podemos hacer lo mejor por nuestro cuerpo, pero si olvidamos nuestra alma, nunca alcanzaremos el creci-miento que traiga balance a ambos aspectos. 

Así que ¿cómo llegamos a ese punto? 

Primero que todo, el aspecto importante a saber es que la paz y la sanación no pueden venir de una persona o un lugar fuera de nosotros, somos CAUSA y no EFECTO. Y segundo, tenemos que estar dispuestos a hacer cosas que tal vez no queramos: tener paciencia cuando estamos frustrados, sonreír cuando no queramos, ser íntegros con las personas e inclusive salir a apoyar a alguien aun cuando sintamos que no estamos “de humor para ello hoy”. 

La verdad es que la conciencia es una materia viviente, y nuestros pensa-mientos y acciones de compartir tienen ramificaciones más allá de lo que podemos comprender con nuestros sentidos físicos. 

Nuestra responsabilidad individual es hacer que la Luz se extienda mucho más allá de nuestro lugar de residencia o de nuestro sitio de trabajo. Si realmente nos concentramos en cambiarnos a nosotros mismos en aspectos pequeños, entonces cada paso nos llevará más cerca de la sanación, más cerca de la Luz, y más cerca al tiempo en el que juntos venzamos el caos y el sufri-miento en este mundo.

En nuestro camino espiritual, todos somos equivalentes

Todos hemos vivido ocasiones en las que nos sentimos mejores o peores que otras personas: "Tengo menos dinero que ella", o "soy más inteligente que él". 

Pero aquellos que estamos en un camino espiritual debemos ser conscientes de lo importante que es trabajar para eliminar la auto alabanza y la baja autoestima.

Nunca debemos considerarnos mejores ni peores que nadie, sean cuales sean las circunstancias.

La vida se trata de utilizar exactamente lo que se nos ha dado para revelar tanta Luz como podamos en este momento preciso. 

Por ejemplo, cuando estamos en un camino espiritual, puede que tengamos más herramientas que otras personas para conectarnos con la Luz. 

Pero la persona con más herramientas también tiene una mayor responsabilidad de revelar Luz para sí misma y para los demás. 

Una manera de detener las comparaciones es enfocándonos en el trabajo que hemos venido a hacer: la Luz que nosotros hemos venido a revelar.

Si estamos realmente ocupados en hacer nuestro trabajo específico, ni siquiera consideraremos la idea de que podamos ser mejores ni peores que nadie. 


No nos distraigamos de nuestro trabajo con comparaciones de quién tiene qué. 

En nuestro camino espiritual, todos somos equivalentes. 

Siempre que no sintamos que no somos equivalentes que los demás, debemos cambiar el enfoque y encontrar una forma de revelar Luz en ese momento, justamente con lo que se nos ha dado.

sábado, 7 de julio de 2012

El camino para volvernos más iluminados

La forma más poderosa para revelar Luz para nosotros mismos es enseñar a alguien más a cambiar al vencer su naturaleza reactiva.

Nuestra meta no puede basarse meramente en una mejor existencia para nosotros, sino para toda la humanidad. Después de todo, si logras llegar al cielo y descubres que estás solo, estás en el infierno.

Si tu vida ha cambiado de alguna forma, grande o pequeña, por estas Afinaciones Diarias, espero que tomes el tiempo para compartirlas con otros. Uno de los secretos para aferrarse a la Luz es compartirla.

Cuando estamos condicionados a ser simpáticos y educados, es sencillo ser una “buena” persona, así como resulta tan fácil para nosotros tener certeza cuando todo va bien. Pero la verdad es que una persona que nace con la toxicidad de un asesino pero que cambia para ser generoso y bondadoso revela mucha más Luz espiritual en el mundo que aquellos  de nosotros que somos “buenos” por naturaleza. 

Ahora, obviamente no estoy apoyando a los asesinos, pero lo que digo  que la mayor cantidad de energía se revela al transformar la energía tóxica y desintegra. Por esta razón es importante que, en lugar de evitar la oscuridad en nuestras vidas y huir de ella, la aceptemos como una oportunidad para crecer.

Todos hemos nacido con el Deseo de recibir para sí mismo. Nuestro trabajo en la tierra es tomar la energía egoísta que todos tenemos "el deseo de recibir solo para nosotros" y en lugar de utilizarla sólo para crear cosas para “mí”, utilizarla para abrir un pequeño espacio (ni siquiera tiene que ser un gran espacio) que diga: “estoy haciendo esto para mí y para otros a mi alrededor”.

Crecemos al transformar nuestras sombras en Luz. Crecemos al subir la escalera. Ganamos fortaleza mientras trabajamos para abrirnos paso a través de las dificultades de la vida. Crecemos a partir de nuestra habilidad para ver las cosas en nuestras vidas y en vez de decir: “he sido espiritual todo este tiempo, ¿cómo puede ocurrirme esto?” decimos: “tal vez esto me ocurrió como consecuencia de algo que le hice a alguien más”. 


Sí, sé que se han generado situaciones que son terriblemente extremas, y continuarán generándose  a todos nosotros. Pero requerimos mantener en mente que mientras mayor sea la toxicidad y los quiebres que restan mayor es nuestra habilidad para volvernos más evolucionados y más iluminados.