"Intento meditar pero me resulta difícil estar en el presente....mi mente vuela hacia el pasado o hacia el futuro y hago tonterías y no me cuido; me vuelvo autodestructivo".
Esa es la confesión de miles de personas que luchan para vivir vidas sabias y saludables.
Incluso toman clases de cocina, hacen yoga, ejercicios al aire libre, comen escrupulosamente comida biológica y ecológica.
Pero no consiguen estar centrados, presentes, en paz.
Parece muy difícil, pero en realidad es fácil.
La dificultad o la facilidad son intercambiables, son esencialmente lo mismo, las dos caras de una misma moneda.
Si usted nació y creció en España, hablar en español es lo más fácil del mundo.
Pero si un chino se muda a España hallará que hablar en español es lo más difícil del mundo y pensará..."qué duro es esto de hablar y entender el español".
Entonces podrá considerar que es algo demasiado difícil y se regresa a China.
Pero los asiáticos son demasiado listos para rendirse fácilmente.
Ellos persisten, aunque sea difícil, porque saben que a la larga se volverá fácil.
Comprenden el Orden del Universo.
Que difícil y fácil son esencialmente lo mismo, es sólo cuestión de tiempo.
Lo mismo pasa con la meditación.
Si meditamos diariamente, constantemente, con voluntad y dedicación finalmente nos resultará lo más fácil del mundo.
Los que se quejan de que la meditación es difícil, son un poco como un chino que viene a España, se queda una semana o dos intentando aprender el idioma y luego se regresa a China.
Y vuelve al año siguiente y piensa que tal vez este año tenga más suerte y aprenda el español.
Cuando uno se sumerge en la dificultad halla la facilidad.
Uno debe profundizar para poder hallar el germen de la fuerza contraria.
La gente coquetea con la meditación, con el yoga, con la macrobiótica....pero no profundizan... sólo toman unas pocas clases.....entonces sienten que es muy duro, muy difícil y concluyen erróneamente que no tienen voluntad ni talento.
Los chinos se quedan en un país extranjero y se sumergen en su nuevo ambiente hasta que se adaptan y todo se vuelve fácil para ellos.
Lo mismo pasa con la meditación.
Yo medito una hora diaria desde 1991 y nunca me olvido de practicar salvo raras excepciones.
Al principio notaba que era muy difícil, pero ahora es fácil.
Porque con el tiempo la dificultad siempre se convierte en facilidad.
Y con el tiempo la facilidad se convierte en dificultad.
La harina blanca es más fácil de comer...pero genera intolerancias, inflamaciones, alergias y el intestino se vuelve irritable e hipersensible.
Mientras que los cereales en grano son más difíciles de digerir, cocer y masticar.
Pero con el tiempo nos fortalecen la raíz digestiva.
Y nos otorgan la salud infinita.
-Martín Macedo-
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