lunes, 9 de septiembre de 2019

Sencillas rutinas para que seas una persona más productiva

Quieres conocer el secreto para el éxito? Es tener una rutina. 

Las rutinas diarias nos proveen mucho más que estructura, nos apoyan a ahorrar tiempo y dinero, y a priorizar de forma que logremos el éxito verdadero. Y lo que es mejor, las rutinas nos hacen más eficientes, reducen el estrés y colaboran a lograr nuestros objetivos más importantes.
Las rutinas son increíblemente importantes, pero tendemos a creer que el enfoque debería estar únicamente en las mañanas. Y aunque esto es, sin duda alguna, un paso en la dirección correcta, los hábitos y rutinas de tarde y noche son igualmente importantes. 

1. Deténte cuando vas adelantado

Me acelero para terminar algo antes de la comida para no tener que preocuparme después, porque hay otras miles de cosas que hacer. Sin embargo, puedes ganar muchas cosas cuando haces una pausa.
“Si te detienes cuando lo estás haciendo bien, entonces ya sabes lo que vas a decir a continuación”, explicó Roald Dahl. “Te obligas a detenerte, guardas la pluma y todo lo demás, y te alejas. Y entonces no puedes esperar a regresar a esa actividad porque ya sabes lo que quieres decir a continuación y eso es hermoso”.

Detenerte cuando vas adelantado, o cuando llegas a cierto punto, no aplica únicamente para la creación de contenido. La regla para detenerte puede usarse casi en cualquier trabajo, por dos razones:
  • Te ahorra energía cognitiva porque ya sabes exactamente en qué vas a emplear tu tarde.
  • Está en el efecto Zeigarnick, un fenómeno psicológico que básicamente dice que el cerebro requiere terminar lo que empezó.

2. Levántate y muévete

Puede que la mejor forma de evitar esos baches de productividad por la tarde sea mover tu cuerpo. Moverte es la razón por la cual el co-fundador de Twitter empezó a hacer ejercicio cuando era menos productivo. 
“El ejercicio es buenísimo para los niveles de energía, y creo que me hace más productivo”. Sin embargo, “la energía y la concentración van y vienen de manera natural a lo largo del día. Mi concentración suele estar a su máxima capacidad durante la primera hora de la mañana, así que usar ese tiempo para ir al gimnasio es un desperdicio de tiempo productivo.”
“En lugar de eso, empecé a ir a media mañana o a primera hora de la tarde (sobre todo en días en los que trabajaré hasta muy noche. Al principio era raro salir de la oficina a la mitad del día, pero la cantidad de tiempo invertido es casi el mismo, pero mis niveles de energía y concentración se desbordaron”.
3. Toma una micro-siesta
Emprendedores como Thomas Edison y John D. Rockefeller eran famosos por tomar siestas a la mitad del día. Y más recientemente hemos escuchado de empresas como Zappos, Ben & Jerry’s y Cisco que permiten a sus empleados tomar siestas. Y hay varias razones.
  • Una siesta mejora tu desempeño motor y te hace estar alerta, además de reducir el estrés y mejorar tu humor. La clave es dormir menos de 30 minutos y hacerlo entre las 2 y las 3 de la tarde. Una pequeña pausa a esta hora no interferirá con tus horas de sueño por la noche.

4. Guarda lo más fácil para el final

La mayoría solemos tener más energía y concentración por la mañana, así que tiene sentido usar este tiempo para nuestras actividades más complejas. Y por la tarde deberíamos hacer cosas más sencillas, que consuman menos capacidad intelectual como contesta correos, llenar formatos, investigar o tener juntas.

5. Termina tu día con una nota alta

“La forma en la que terminas tu día es importante y tiene mucho que ver con la forma en la que empezarás el siguiente” Terminar tu día laboral con algo que sume hace que te sientas satisfecho y evita que te lleves el estrés a casa.
Esto varía de persona a persona. Aquí algunas sugerencias sobre cómo podrías terminar tu día:
  • Revalúa tu lista de pendientes
  • Ordena tu espacio de trabajo
  • Termina una tarea poco relevante, como responder a todos tus correos
  • Cierra cualquier pendiente que haya quedado abierto
  • Reflexiona sobre tu día y anota tus logros
  • Conversa con tus compañeros
  • Despídete de tu equipo
  • Haz algo que sume, como escribirle una nota de agradeci-miento a alguien que haya hecho algo extraordinario
  • Ten un plan para el regreso a casa, para que éste sea productivo
  • Desconéctate y vive el momento en casa
  • Sal del trabajo a tiempo

6. Relájate cuando regreses a casa

Cuando llegas a casa después del trabajo, lo mejor que puedes hacer es relajarte. Sé que está la tentación latente de seguir trabajo, pero requieres darte este tiempo para relajarte y recargar energía para poder ser productivo al día siguiente. Además, esto te asegura tener suficiente tiempo para pasar momentos de calidad con tus amigos y familia.
El tiempo de relajación (como sea que lo vivas) en el momento justo en que llegas a casa te permite desestresarte. Las estrategias más efectivas para aliviar el estrés son el ejercicio, jugar algún deporte, rezar o asistir a un servicio religioso, leer, escuchar música, pasar tiempo con tus seres queridos, recibir un masaje, salir a caminar, meditar, hacer yoga o pasar tiempo con un hobby creativo”.
Por el otro lado, las estrategias menos efectivas son: “apostar, ir de compras, fumar, beber, comer, jugar videojuegos, navegar y ver televisión por más de dos horas”.

7. Haz algo que ames

Entre las responsabilidades filantrópicas y la búsqueda del equilibrio entre la vida personal, familiar y profesional, solemos olvidarnos de disfrutar la vida. Como resultado, solemos sacrificar las cosas que nos gustan, y ponemos nuestro bienestar emocional y mental en riesgo.
Leer, hacer ejercicio, socializar---es importante hacer cosas que te gustan todos los días de tu vida. Pon atención a lo que te conecte con la plenitud y dicha, esto no sólo mejorará tu humor, también aumentará tu productividad, motivación y bienestar general, además de fortalecer tus relaciones y darte perspectivas más frescas.

8. Elimina la negatividad y reflexiona

En lugar de pensar en lo que salió mal en el día, escribe algunos puntos claves por los que estés agradecido.  También puede ser un buen momento para reflexionar sobre tus objetivos y revisar tu progreso.  Como en el día estás concentrado en hacer cosas, puedes darte un momento para frenar y evaluar cómo están las cosas antes de acostarte a dormir.
9. Prepárate para mañana
La sugerencia de prepararte para el día siguiente se explica sola. Revisa tu calendario, porque la preparación te apoya a determinar cuáles son tus objetivos y así podrás priorizar tus actividades para mañana y empezarás a pensar en ellas como pasos a seguir mientras duermes.
Identificar las prioridades diarias puede parecer un paso obvio o insignificante, pero escribir tus tareas más importantes la noche anterior hace que tu subconsciente se libere mientras duermes, evitando que te preocupes o te sientas poco preparadoLo más probable es que te levantes con ideas increíbles que ni siquiera habías considerado.

Otras formas de prepararte para el día siguiente deberían ser organizar tu ropa y tu comida. Mucha gente programa la cafetera para prenderse por la mañana y organiza sus cosas para el trabajo. Tener la mañana lista te hace sentir preparado y organizado a la hora de iniciar tu día.

10. ¿Qué hice bien hoy?

Olvídate de las listas de pendientes y remplázalas por una lista de “lo que hice bien”. Terminar cada día con un mapa diario cuidadosamente hecho en el que se hacía una sola pregunta ‘¿Cómo hice el bien hoy?’” 
Puedes preguntarte lo siguiente:
  • ¿Qué progreso conseguí hacia mi visión y objetivos?
  • ¿Por qué estoy agradecido el día de hoy?
  • ¿Qué puedo mejorar con lo que aprendí?

11. Transforma tu habitación en una cueva

¿Quieres mejorar la calidad y cantidad de sueño? Piensa en tu recámara como si fuera una cueva. Sí, una cueva implica que esté oscura, a una baja temperatura y en silencio. Antes de dormir pon la temperatura a unos 15 grados. Si hace mucho frío, usa calcetines. Cierra las cortinas y no juegues con tu teléfono.
Ni siquiera deberías usar aparatos electrónicos por lo menos una hora antes de dormir, de hecho, este es un gran momento para leer. Si no tienes cortinas o hay mucho ruido, hay otras formas de arreglarlo. Lo más fácil es comprar unos tapones para los oídos y un antifaz para quedar en total oscuridad.
Johon Rampton

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