miércoles, 29 de mayo de 2019

Al nacer, sólo hemos nacido a una oportunidad de crecer...

Sólo con pensar en lanzarse a una aventura, a un peregrinaje a lo desconocido, el cobarde se encoge. Deja de respirar. Su corazón deja de latir.


"El hombre todavía no es hombre. Puede llegar a serlo, pero no lo es. El potencial está ahí, pero el potencial tiene que ser realizado. Todavía no es una realidad. Al nacer, sólo hemos nacido a una oportunidad de crecer...

Ese es el pecado original. Ese es el único pecado que existe: pensar que ya eres aquello que puedes llegar a ser. La vida tiene que ser descubierta, creada, realizada. Si no la realizas, sigues siendo, más o menos, una máquina... el hombre tal como existe es una máquina.

La máquina se ha engañado a sí misma creyendo que es consciente. La consciencia es una promesa, pero uno tiene que explorarla. También es una tarea. La consciencia es una posibilidad pero también se puede fallar. No la des por segura. Todavía no es un hecho. Tú eres la semilla de la consciencia pero tienes que desarrollarte. Una semilla puede quedarse en semilla y no llegar nunca a ser un árbol, puede que nunca sea capaz de florecer... Y recuerda, muchos fracasan; sólo llegan unos cuantos.

Eso produce cierta ansiedad: que el hombre es una promesa, que el hombre es una aventura, que el hombre todavía no es. En el tipo de persona erróneo produce ansiedad, pero en el tipo de persona correcto produce regocijo. ¿Cómo distingo yo el tipo de persona erróneo del tipo de persona correcto? 

Los cobardes son el tipo de persona erróneo. En los cobardes produce ansiedad. Sólo con pensar en lanzarse a una aventura, a un peregrinaje a lo desconocido, el cobarde se encoge. Deja de respirar. Su corazón deja de latir. Se vuelve sordo como una piedra a esta llamada, a este reto. Este reto se convierte en su enemigo. Ante él se pone a la defensiva.

Y el tipo de persona correcta para mí es el valiente. Para él esto no supone ninguna ansiedad, al contrario, supone emoción, un reto, una aventura. Dios lo ha llamado. Así que empieza a moverse, empieza a buscar e indagar. Si buscas, hay una posibilidad de encontrar; pero si no buscas, no hay ninguna posibilidad. Si empiezas a moverte, un día u otro alcanzarás el océano, como lo hacen todos los ríos. 

Pero si el movi-miento, el dinamismo, la vida, el cambio, te da miedo, mucho miedo, te convertirás en una pequeña charca. Irás muriendo poco a poco. Te irás volviendo más y más sucio, embotado, estancado. Entonces toda tu vida estará enferma. Entonces tu vida entera será una patología. Y muchos, la mayoría, viven en una especie de patología.

Un pensador moderno, Lewis Yablonski, acuñó la palabra perfecta para esta patología; él lo llama "robopatología". Y al hombre que padece esta patología lo llama robópata. "Robot" significa máquina, autómata; el que vive una clase de vida mecánica, una clase de vida repetitiva; el que no tiene aventuras; el que lo único que hace es arrastrarse. 

El que satisface las demandas del día a día pero nunca satisface la demanda eterna, el reto eterno.Irá a la oficina, a la factoría, volverá a la casa, cuidará de su mujer y sus hijos, y hará mil y una cosas -y muy eficientemente-, pero nunca estará vivo, en él no encontrarás vitalidad. 

Vivirá como si ya estuviera muerto...Los cobardes creen que están sanos porque le tienen miedo a la medicina, al médico, a la operación, al quirófano. Le tienen miedo a todo, sencillamente viven en el miedo, viven temblando por dentro. Lo único que hacen es protegerse a sí mismos. Toda su vida es una larga historia de protección, de defensa. No tienen tiempo para vivir ni energía para crecer...

Esas son las características de la enfermedad. Pondéralas, porque esas son tus características, las de todo el mundo. A no ser que te ilumines, esas características te seguirán como tu sombra. Podríamos definir la iluminación diciendo que es salirse de la "robopatología", hacerse consciente por primera vez, abandonar lo mecánico, dejar de identificarse con lo mecánico, convertirse en un testigo, un estado de alerta, un despertar".


Osho, Sufíes: la gente del camino

La ira



"La ira no es una respuesta inteligente. Las personas sabias son felices, y la gente feliz no se enfada. En primer lugar, la ira es irracional.
Un día, cuando el vehículo de nuestro monasterio se paró en el semáforo en rojo junto a otro coche, advertí que el conductor del otro vehículo estaba despotricando contra las luces:
—¡Condenados semáforos! Saben que tengo una cita importante, que llego tarde. ¿Y dejan que otro coche pase justo delante de mí?, ¡cerdos! Y no es la primera vez....
Echaba la culpa a los semáforos! como si estos tuvieran alguna posibilidad de decidir. Pensaba que los semáforos le perjudicaban a propósito: «¡Ajá! Aquí llega. Sé que se le ha hecho tarde. Dejaré que pase ese coche primero y luego... ¡Rojo! ¡Stop! ¡Lo paré!». Los semáforos pueden parecer malintencionados, pero solo son semáforos, eso es todo. ¿Qué esperas de los semáforos? Imaginé al hombre llegando tarde a casa y a su esposa despotricando:
—¡Maldito marido! Sabías que teníamos una cita importante. Sabías que no debemos llegar temprano. Pero tuviste que ocuparte de otras cosas y no de mí, ¡cerdo! Y no es la primera vez...
Culpaba a su marido, como si él hubiera tenido la posibilidad de decidir. Pensaba que su marido le hacía daño a propósito: «¡Ajá! Tengo una cita con mi esposa. Llegaré tarde. Veré a esa otra persona primero. ¡Se hará tarde! ¡Que espere!». Los maridos pueden parecer malintencionados, pero solo son maridos, eso es todo. ¿Qué esperas de los maridos?
Los personajes y los sucesos de esta historia se pueden modificar para adecuarlos a la mayor parte de las situaciones creadas por la ira."

Ajahn Brahm.

Sé creativo y serás feliz

“La miseria no necesita talentos, cualquiera puede permitírsela. La felicidad necesita talentos, genio, creatividad... Sólo la gente creativa es feliz.
Permite que eso profundice en tu corazón: solamente la gente creativa es feliz. La felicidad es un subproducto de la creatividad. Crea algo, y serás feliz. Crea un jardín, deja que el jardín florezca, y algo florecerá en tu interior. Crea una pintura, y algo comienza a crecer en ti con la pintura en crecimiento. Mientras que la pintura va llegando a su fin, mientras que estás dando los toques finales a la pintura, te darás cuenta que ya no eres la misma persona. 

Le estás dando los últimos toques a algo que es muy nuevo en ti. Escribe un poema, canta una canción, baila una danza, y observa: comienzas a volverte feliz. La existencia sólo te ha dado una oportunidad para ser creativo: La vida es una oportunidad para ser creativo.... Si eres creativo serás feliz.

Cuando quieres escalar la cima más alta de las montañas, es arduo. Y cuando has alcanzado la cima y te acuestas, susurrando con las nubes, mirando el cielo, la alegría que llena tu corazón, esa alegría siempre llega cuando alcanzas alguna cima de creatividad.

Se necesita inteligencia para ser feliz, y a las personas se les enseña a seguir siendo poco inteligentes. La sociedad no desea que la inteligencia florezca. La sociedad no necesita inteligencia; de hecho tiene mucho miedo de la inteligencia. La sociedad necesita gente estúpida. ¿Por qué?, porque la gente estúpida es manejable. 

La gente inteligente no es necesariamente obediente; puede obedecer, puede no obedecer. Pero la persona estúpida no puede desobedecer; siempre está lista para recibir órdenes. La persona estúpida necesita de alguien que le ordene, porque no tiene ninguna inteligencia para vivir por cuenta propia. 

Quiere que alguien la dirija; busca y busca sus propios tiranos.Los políticos no desean que la inteligencia se produzca en el mundo, los sacerdotes no desean que la inteligencia se produzca en el mundo, los generales no desean que la inteligencia se produzca en el mundo. Nadie lo desea en realidad. 

La gente desea que todos sigan siendo estúpidos, entonces todos son obedientes, conformistas, nunca van más allá, siguen siendo siempre parte de la multitud, son controlables, manipulables, manejables". Osho

La victimitis

“La 'victimitis' es una enfermedad mental muy extendida actualmente en nuestra sociedad. Esta enfermedad es tan corriente que la mayor parte de la gente no se da cuenta de que está afectada; es contagiosa y para ser curada necesita ser tratada ininterrumpidamente y con cuidado durante cierto tiempo, a menudo bastante largo. Nadie puede curar una victimitis desde el exterior; la cura realmente sólo puede ser realizada por la misma persona infectada, cuando ésta se ha dado cuenta de su estado, y de lo que éste le cuesta, y además sea ella quien decida desembarazarse de la enfermedad.
Tienes victimitis? sintomatología:

-Es culpa de los demás
-No se puede confiar en nadie
-Tengo razón, los otros no la tienen
-La gente es mala
-Si me quieres, deberías…
-Yo me sacrifico, la gente es muy ingrata
-¿Por qué yo?
-No te rías, la vida no tiene ninguna gracia

Los que la padecen sienten que tienen estas ventajas:

-Podemos quejarnos
-Poseemos una excelente justificación para nuestros fracasos
-Podemos censurar a otros y encontrar así una vía de escape inconsciente a la insatisfacción de la vida y a todo nuestro paquete de emociones negativas
-Podemos declararnos en guerra y vengarnos porque creemos que tenemos derecho a ello
-Podemos sentirnos superiores"

Annie Marquier, “El poder de elegir, o el principio de responsabilidad”

Acostúmbrate a no esperar nada de nadie

Acostúmbrate a no esperar nada de nadie

Uno de los mayores inconvenientes que presentamos en medio de nuestra dinámica de vida, es que solemos esperar determinadas acciones de los demás. Lo cual nos coloca en una posición con una alta tendencia a la frustración y a la decepción por no recibir lo que esperamos.

Re programemos nuestra mente

Podríamos decir que casi todos nosotros resultamos buenos candidatos para una reprogramación mental, sustituyendo la actual, con tendencia al drama y a la complicación, por una que nos permita disfrutar mucho más de la vida y sus componentes.
Cuando estamos esperando algo de alguien, además de predisponernos en cuanto a lo que recibiremos, ocupamos un poco de nuestro tiempo y nuestras energías en el asunto. Mientras que si no esperamos nada de nadie, podemos andar con un poco más de libertad sin el peso de verificar si recibimos o no aquello que esperamos.

Todos esperamos partiendo de lo que somos

Cada uno de nosotros tiene un criterio, tiene una personalidad que en gran medida corresponde a condiciones particulares, a creencias, a crianza, a contacto con personas que de alguna manera influyen en nosotros y a partir de allí creamos nuestros patrones de conducta. No solo creamos nuestro patrón, sino que creamos aquel en el que debe encajar el resto del mundo, en especial nuestras personas más importantes.
Luego lo que esperamos del otro, está determinado por lo que nosotros haríamos o al menos pensamos que haríamos estando en su lugar. Lo cual ya le ofrece un factor relativo importante. Todos somos diferentes y en términos generales, todos estamos más o menos en lo mismo, buscando cosas comunes, pero con recursos distintos y a partir de los recursos de cada quien, de sus herramientas y de lo que los define, cada persona entregará al otro lo que considere, que no necesariamente coincidirá con lo que con lo que el otro espera.

Permitamos a los demás ser

Una de las claves de la felicidad es permitir que el otro sea como es, sin juzgarlo y sin pretender cambiarlo. Lamentablemente muchos nos creemos dueños de la verdad y bajo el velo de “quiero lo mejor para ti”, podemos influenciar, presionar e inclusive manipular a quienes estén a nuestro alcance, con el fin de dirigirlos a que encajen en nuestras expectativas.
Cada quien tiene una manera de ser, de dar, de amar, que no coincida con la nuestra no quiere decir que esté mal, solo es diferente y cada quien tiene el derecho de ser respetado por lo que es. Así como a nosotros nos gusta ser respetados por lo que somos y sin ánimos de decepcionar a nadie, vamos por la vida intentando dar lo mejor, aun cuando esto no llene las expectativas de quien espera algo de nosotros.

No más decepciones

Nos decepcionamos cuando alguien no nos ofrece lo que queremos y la invitación es justamente a dejar de esperar algo de alguien. Si recibimos algo que nos agrada, estaremos gratamente sorprendidos y si no recibimos nada o lo que nos ofrece no coincide con lo que nos agrada, tendremos mucho menos riesgo a decepcionarnos, porque sencillamente no estábamos esperando algo.
Amemos desde la libertad, sin expectativas y permitamos al otro vivir esa experiencia… El esperar algo de alguien es una manera de ajustarlo forzadamente a nuestras expectativas y esto no tiene nada que ver con libertad. Evidentemente, si lo que recibimos dista de lo que queremos en nuestras vidas, también esa libertad se hace presente, para nosotros poder cerrar algunas puertas e inclusive abrir otras que nos muestren un camino distinto.
Sara Espejo

El miedo

Nos decía Nelson Mandela: “No es valiente quien no tiene miedo, sino quien sabe conquistarlo”. Todos, sin excepción, sentimos miedo. Es una emoción con la que nacemos y que en ciertas situaciones nos ayuda a protegernos del peligro y a ser prudentes. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones los miedos son irracionales, tóxicos y nos limitan enormemente nuestro potencial.
El miedo es sólo una limitación de tu mente. Teme enfermarse o quedarse sin trabajo o perder a un ser querido o que su pareja le abandone. Entonces el miedo se convierte en un mecanismo de defensa. Sería mucho más poderoso, sin embargo, hacer tu trabajo con el espejo para que puedas dejar de volver a crear situaciones temerosas en tu mente.
El verdadero problema no es el miedo en sí mismo sino cómo lo sostenemos. Podemos acercarnos al miedo desde una posición de poder o desde una posición de impotencia. El hecho de que tengamos miedo se vuelve irrelevante.
¿Cuánto poder le das a tus miedos?
Cuando surge un pensamiento temeroso, en realidad sólo intenta protegerte. Cuando te asustas físicamente, la adrenalina bombea a través de tu cuerpo para protegerte del peligro, y lo mismo sucede con el miedo que fabricas en tu mente.
Aprender a controlar el miedo es necesario; fíjate que una de las principales diferencias entre vidas exitosas y vidas mediocres se debe precisamente al control del miedo. La actitud acertada ante el miedo, tiene que ver con una toma de decisión adecuada, que se produce tras un pensamiento a sangre fría, de esta manera se puede ver el peligro real y tomar suficiente energía positiva para enfrentar y vencer las amenazas que se presenten; a esto se le llama “transitar el miedo”.
Al observar tus miedos y enfrentarlos, comenzarás a reconocer que no son tus miedos lo que te detiene, sino la interpretación que has hecho de los mismos. Piensa en tus miedos de la misma manera que ves las imágenes en una pantalla de cine: lo que ves en la pantalla no está realmente allí. Las imágenes en movimiento son sólo cuadros de celuloide que pasan en un instante. Tus miedos vendrán y desaparecerán con la misma rapidez, a menos que insistas en aferrarte a ellos.
Tenemos una opción entre amor y miedo. Experimentamos miedo al cambio, miedo a no cambiar, miedo al futuro y miedo a arriesgarnos. Tememos la intimidad y tememos estar solos. Tememos dejar que la gente sepa lo que necesitamos y quiénes somos, y tememos dejar ir el pasado. Pero la mente no puede contener dos pensamientos opuestos a la vez, y en el otro extremo del espectro, del miedo, está el amor. El amor es el hacedor de milagros que todos estamos buscando. Cuando te amas a ti mismo, puedes cuidarte a ti mismo.
Cuando estés asustado, recuerda que eso significa que no estás amándote y confiando en ti mismo. La creencia de que no eres lo suficientemente bueno a menudo está en la raíz de tus miedos. Pero cuando te quieres y apruebas por completo, puedes comenzar a superarlos.
A mí personalmente me gusta ver el miedo como un gran maestro, en el sentido que me indica dónde cree mi mente que están mis límites (fíjate que digo “mi mente” y no “yo”). 
El miedo tiene como objetivo desafiarme a romper mis cadenas y poder así ser libre para seguir mi propio camino. 
*Al enfrentarme al miedo, me conquisto a mí misma*. Recuerda esta frase. Por eso siempre les digo a mis clientes: “Si esto te da miedo ¡adelante! Significa que vas por buen camino”.

Da siempre la bienvenida al miedo. Haz lo que te da miedo, viéndolo como una oportunidad de crecimiento para salir de tu zona de confort y expandir tus oportunidades. Toma la decisión de cambiar y confíar en ti.
A continuación, encontrarás 5 sugerencias para superar tus miedos desde AHORA MISMO, sean los que sean.
1- Deja de huir. 
Cuando tienes miedo a algo, es natural que pongas excusas para evitar afrontarlo. Sin embargo, esta reacción provoca aún más miedo ya que este te persigue con más fuerza. Con esta actitud de huida acabas teniendo miedo al miedo, lo cual es mucho peor. Enfrenta tus miedos y trasciéndelos!

2- Deja de negarlos. 
A muchas personas les cuesta aceptar que tienen miedo. Se autoengañan contándose una historia falsa para demostrar una valentía que no tienen. El primer paso para superar un miedo es aceptarlo. Es de valientes aceptar que tienen miedo.

3- Deja de luchar. 
No veas el miedo como a un enemigo al que hay que derrotar porque siempre te ganará. Cuanto más luchas, más grande y poderoso se convierte. Date cuenta que en el fondo es una lucha contigo mismo. Identificalo, acéptalo y abrázalo!

4- Hazte amigo de tus miedos. 
Permítete sentir el miedo en tu cuerpo. Obsérvalo e identifica cómo se manifiesta, en qué partes de tu cuerpo, cómo reaccionas, ¿te sudan las manos?, ¿se te acelera el corazón?, ¿te tiembla la voz?, ¿te sonrojas?, ¿qué es lo que te sucede a ti cuando sientes miedo? Cuando lo tengas bien identificado date cuenta que es solo una sensación corporal, no te vas a morir por ello y empezarás a ser capaz de afrontarlo. Se trata de normalizarlo como una simple emoción incómoda y pasajera. Toma varias respiraciones profundas y verás como te calmas.

5- Afróntalos como una oportunidad para crecer. 
Cambia tu perspectiva y mira los miedos como grandes maestros que te desafían a ir más allá de ti mismo. Haz lo que te da miedo. Es la única manera que tienes de liberarte definitivamente de él.

En definitiva, se trata de trascender los miedos. Tú eres mucho más grande que todos esos miedos construidos por tu mente. Recuerda lo siguiente:
– El miedo siempre te acompañará mientras sigas creciendo.
– La única manera de liberarte del miedo es afrontándolo.
– No eres el único que tiene miedo. Todos sentimos miedo.
– La única manera de ser FELIZ es vivir sin miedos.
– Vencer el miedo asusta menos que sentirse impotente de por vida.
– El miedo no es más que una emoción. No le des tanto protagonismo ni energía.
– El miedo es lo contrario del amor. Elige amar y confiar.

Se trata de una cuestión de práctica, como todo. Practica el afrontar tus miedos para alcanzar la verdadera libertad. No pierdas la oportunidad de ir más allá de ti mismo. ¡Ánimo!
Ejercicio:
Pregúntate ¿Qué me impide conseguir lo que deseo? ¿Es un miedo real o irracional? ¿Cómo cambiaría mi vida si lo afrontara? ¿Me estoy boicoteando por miedo al éxito? ¿Cómo me sentiré cuando me haya conquistado a mi mismo y sea capaz de hacer todo lo que me da miedo? Escribe tus mayores temores bajo los siguientes títulos: Familia, Salud, Carrera, Relaciones y Finanzas. 
Luego, escribe una o más afirmaciones positivas para cada miedo que enlistaste. Por ejemplo, si escribiste temo que me enfermaré y no podré cuidarme, entonces una afirmación es: siempre atraeré todo el apoyo que requiero.

Afirmación:
Todo está bien. Todo está funcionando para mi mayor bien. Estoy a salvo. El amor es mi fortaleza. Sólo el amor es real. Hoy elijo ser feliz.


La imagen puede contener: una o varias personas, personas de pie y texto

Historia de un tímido...

ALBERT ELLIS HISTORIA DE UN TÍMIDO O NO TE OLVIDES DE PEDIR EL TELÉFONO...
Cuando estudié a Albert Ellis, fallecido en 2.007, me sorprendieron algunas cosas. 

Una, es la historia que voy a contar del parque, es muy simpática.
Dos, es que siempre llevaba las dificultades en cuanto a ansiedad del cliente o paciente a su extremo:

- ¿qué es lo peor que te puede pasar? 
- no será un éxito pero será interesante tu aportación...
- te servirá para aprender y mejorar la siguiente vez ...
- si te dicen no, a la décima vez te dirán sí, etc.


Todo el truco radica en la perseverancia, en escuchar e intentar ser empático y amable con la otra persona, entonces se abrirá un mundo de posibilidades...hablamos de entablar una conversación.

Bien, la historia del parque, de hecho es la historia de un tímido ansioso y su deseo de superarla...

dice Ellis ...

En el mes de agosto anterior a mi último año de facultad, me puse a mí mismo como deberes ir al jardín botánico del Bronx cada día. Allí, hablaría con mujeres desconocidas por muy incómodo que me sintiera haciéndolo. Me dije a mí mismo que caminaría por el parque hasta ver a una mujer que me gustara, sentada sola en un banco, y que entonces, sin pensarlo, rápidamente, me sentaría a su lado.

No, no en su falda, pero sí a su lado, en el mismo banco en el que ella estuviera (y no en uno más allá). Entonces, una vez hecho esto –lo cual ya me daba miedo porque me aterraba pensar que ella pudiera rechazarme e irse corriendo-, haría lo que para mí era tan peligroso y siempre había evitado: me daría un minuto, un miserable minuto nada más, para hablar con ella.

¡Sí; si me moría, pues me habría muerto!  Hablaría con ella en el primer minuto, por muy incómodo que me sintiera y por muy sorprendida que pareciera ella. Ésos eran los geniales deberes que me había puesto a mí mismo. 


¿Por qué eran geniales? Porque si hablaba con ella enseguida en lugar de esperar un buen rato para decidirme, sabía que no estaría tan ansioso, me sacaría de encima la angustia sin más y tendría más posibilidades de llegar a alguna parte con esa mujer.


Bueno, pues hice los deberes que me había impuesto a mí mismo y, por muy nervioso que estuviera, en cuanto veía a una mujer sentada sola en un banco, inmediatamente -¡sin opción!- me sentaba a su lado. No me permitía ni una excusa en cuanto a si era guapa o no, a qué edad tenía o a si era alta o baja.  ¡Sin excusas! 

Simplemente me forzaba, con mucha ansiedad, a sentarme a su lado, a lo que, inmediatamente, muchas de ellas respondían levantándose y marchándose. En total, creo que me acerqué y me senté junto a unas 130 mujeres durante ese mes de agosto. Treinta de ellas, o casi un tercio, se levantaron inmediatamente. ¡Muy desalentador!


Sin embargo, eso me dejó unas cien que siguieron sentadas -¡lo cual era un buen resultado para mis propósitos de investigador!  Sin perder los ánimos, hablé con las cien mujeres restantes exactamente como lo había planeado. Hablé de las flores, los árboles, el tiempo, los pájaros, las abejas, el libro o periódico que leían –lo que fuera, con tal de mantener una conversación-.Nada inteligente ni genial.  Nada personal.  Nada sobre su apariencia física o cualquier otra cosa que las pudiera asustar y hacer que se fueran de repente. 

Solo un centenar de frases corrientes. Bueno, pues las cien mujeres hablaron conmigo, algunas muy brevemente, otras durante una hora o más. Pronto conseguí que muchas de ellas se animaran en una larga conversación. Si veía que no les importaba, les preguntaba sobre su trabajo, su familia, sus aficiones e intereses, y así, sobre lo que fuera. Eran simplemente conversaciones normales, iguales que las que hubiera mantenido con ellas si alguien me las hubiera presentado formalmente.


En cuanto al principal propósito que tenía al hablar con ellas –pedirles una cita, verlas con cierta frecuencia, acostarme con ellas, y quizá casarme con alguna de ellas- no llegué a ninguna parte. Con ninguna en absoluto. De las cien mujeres con las que hablé, solo conseguí una cita con una –¡y ni siquiera se presentó!-. Habló conmigo durante dos horas, me dio un beso al irse y estuvo de acuerdo en vernos más tarde en el parque para quedar esa noche, pero no apareció.

Tonto de mí, tampoco le pedí el número de teléfono; así, nunca la volví a ver. ¡Qué tragedia! ¡Qué decepción!  Pero sobreviví.  ¡Además, a partir de ese momento siempre pedí el teléfono a las mujeres con las que entablé conversación o empecé a salir!

En el intervalo de ese mes en el que fui rechazado por un centenar de mujeres, perdí completamente mi ansiedad social y, sobre todo, mi miedo a conocer mujeres desconocidas en lugares desconocidos. ¿Cómo? 

Porque, cognitivamente, vi que nada terrible me ocurría si me rechazaban. Ninguna de las mujeres con las que hablé cogió un cuchillo y me cortó el pene. Ninguna de ellas vomitó y se fue corriendo.  Ninguna de ellas llamó a un policía.  No, ninguna de las terribles cosas que me había imaginado tantas veces ocurrió realmente. 

Al contrario, tuve muchas conversaciones agradables, disfruté teniéndolas, aprendí cosas sobre las mujeres que no sabía, estaba cada vez menos incómodo y ansioso al hablar con ellas, y conseguí un montón de cosas positivas más.


(Nota:  Ellis estuvo casado en tres ocasiones, con Karyl Corper Greco, en los treintas y con Rhoda Winter Russell en los cincuentas. Durante 36 años, convivió con la también psicóloga Janet Wolfe.  Con todas ellas conservó una gran amistad por el resto de su vida. Albert Ellis no tuvo hijos.  Nunca tuvo un automóvil, ni joyas o artículos de lujo, y nunca viajó por placer).

Artur Garcia

No puedes evitar ser quien eres

Le preguntaron al Maestro:
"Se dice que todas las situaciones y personas en nuestro camino son un espejo para nosotros. ¿Atraigo yo ambas cosas tanto inconsciente como accidentalmente? Cuando alguien es agresivo conmigo, ¿cómo puedo saber si soy yo o la otra persona la que lo está causando?".
Y Osho respondió:

"La vida es muy independiente. Es muy difícil saber quién es responsable de qué. En realidad, todos somos responsables de lo que ocurra; participamos en ello de algún modo. Si alguien se pone agresivo contigo, en vez de pensar que él es el agresor, como se hace normalmente, hazlo desde este punto de vista: "¿Qué habrá en mí que le ponga agresivo?; no es agresivo con todo el mundo". No es agresivo con los árboles; es agresivo contigo. Tiene que haber algo que estés haciendo, algo en tu comportamiento que provoque agresión en él.
Puede que no se lo estés haciendo a él. A eso me refiero; todo está muy entretejido. Quizá le recuerdas a su padre que solía pegarle y, como era tan pequeño, no podía hacer nada. Y cuando te ve, su agresión no es hacia ti, tú eres simplemente simbólico. Su agresividad es hacia su padre, que ya no está en este mundo.
Así que en lugar de reaccionar a la agresión, que empeoraría las cosas, intenta entender. Pregúntale: '¿Por qué eres tan agresivo conmigo? ¿Hay algo en mí que te ofenda? ¿Te he hecho algo?; porque si es así no me he dado cuenta. Tiene que haber otra razón para tu agresión'.
Así es como lo haría un hombre sabio. Y si le preguntas a esa persona, quizá empiecen a brotar lágrimas de sus ojos y te pida perdón: 'Tú no has hecho nada, es que me recuerdas a mi padre. Cuando era niño, me pegaba tanto que solía pensar que cuando fuese grande y fuerte, ya le enseñaría yo... Pero él murió antes de que eso ocurriera. Así que algo ha quedado incompleto en mí. En cuanto te veo, no tiene nada que ver contigo, es mi problema'.
Si las personas empezasen a comportarse así, en poco tiempo crearíamos un tipo de vida completamente distinto...
Existen los problemas, pero estos proceden de tu interior y son proyectados sobre los demás. Y a los demás les ocurre lo mismo. Tienen problemas, tienen deseos reprimidos, tienen experiencias incompletas. Y, si por casualidad, tú encajas con algo de su miseria psicológica, puede que se enamoren de ti o se enfaden contigo o te odien...
Durante veinticuatro horas, observa tus juicios acerca de los demás; ¿son buenos o malos?. Observa de dónde salen tus respuestas a la gente. ¿Salen de ellos o salen de tu interior? Todo este mundo con toda su desdicha y sufrimiento está dentro de ti. Todo este mundo puede ser de felicidad y bendición si tu ser interior cambia.
Esta es mi definición de una persona religiosa: ha cambiado su ser interior, lo ha limpiado, así que se convierte en un puro espejo, refleja pero no reacciona. Siente compasión incluso por aquellos que están llenos de ira, siente compasión por los tristes, los desdichados, por los que están destrozando su vida con el alcohol o las drogas. Lo único que siente es compasión. Y de esa compasión sale una respuesta: si puede ayudar, ayuda.
No puedes provocar una reacción en un hombre sabio; nunca reacciona. Esa es la diferencia entre las palabras 'reacción' y 'respuesta', aunque parezcan similares. La reacción es ciega e inconsciente y culpa al otro. La respuesta es consciente y clara y ve las cosas tal como son... 
Así que siempre que ocurra algo, recuerda, primero mira dentro de ti. Puede que lo que te estén diciendo sea cierto, y si no es cierto entonces no tienes por qué preocuparte, es el problema de otro que lo está proyectando en ti...". Osho

12 reflexiones para vencer patrones limitantes en tu vida

Tus pensamientos importan. Tus pensamientos crean tus sentimientos, tus sentimientos crean tus acciones y tus acciones crean tu vida. Están todos interconectados, sin excepción. Procura tener pensamientos positivos.

Un proverbio africano dice “cuando no existe enemigo en tu interior, el enemigo de afuera no puede hacerte daño”.

Muchas veces la única barrera que nos separa de nuestros sueños somos nosotros mismos y un muro erguido con bloques de pensamientos negativos y dudas. Pero no se ha construido nunca una pared que no pueda ser derribada, y este artículo quiere darte las herramientas para darle los primeros golpes a esa pared.

1. Nunca te dejes engañar por aquellos que te hagan pensar que eres muy joven, muy viejo, que te faltan estudios o te sobran estudios, que te falta experiencia, que es muy tarde para cambiar o es muy pronto. El mejor momento para cambiar es ahora y tú en tu interior lo sabes.

2. El Dalai Lama dijo una vez “cuando dudes entre lo que dice tu corazón y lo que dice tu cabeza, sigue a tu corazón, que aún si te equivocas tu cabeza podrá ayudarte a aprender”.

Sigue tu voz interior que ella es sabia y te conoce mejor que nadie, ella sabe cuáles son las palabras que debes decirte para ser más positivo y seguir creciendo como persona.

3. Dice un poema “El perdón es el aroma que deja la flor en el talón que la ha pisado”. Muchas veces el aferrarnos a situaciones o personas del pasado no nos permite avanzar hacia donde queremos.


Todo ese rencor acumulado es como querer caminar con un pie atado, sólo podrás andar en círculos. Por eso, aprende a perdonar, en especial a ti mismo.

4. Winston Churchill una vez dijo “Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir.”

Deja las preocupaciones de lado y confía en que cuando una situación inesperada llegue tendrás las herramientas y capacidades para superarla.

5. Aristóteles dijo una vez “Somos lo que hacemos repetidamente. Por eso la excelencia no es un acto, es un hábito” El pensamiento positivo es parte de la excelencia como personas que venimos a desarrollar.

Por eso es importante que te repitas constantemente frases positivas sobre ti mismo.

6. Buda nos enseñó “Hoy somos el resultado de nuestros pensamientos de ayer, y mañana seremos lo que hoy pensemos” Es nuestra responsabilidad convertirnos en aquello que queremos, aunque ya no podamos hacer nada por lo que pasó es mejor tomar responsabilidad por lo que será de ahora en adelante.

Lo importante es recordar que podemos ser y llegar donde queremos.

7. San Agustín dijo “ Toda mi vida busqué a Dios en el exterior y estuvo siempre dentro de mí” Todas las respuestas, ideas, posibilidades y potenciales que necesitas están dentro de ti.

Solo recuerda escuchar tu voz interior y confiar en que el resultado siempre será el más apropiado.

8. EL coach Les Brown dice “Apunta a la luna, incluso si fallas aterrizarás entre las estrellas.” Busca metas que te saquen de tu zona de confort, que te lleven a crecer y expandirte y que sobre todo dejen un impacto positivo en los que te rodean.

Esta es la mejor forma de asegurar que las fuerzas del universo estarán de tu lado.

9. Aquello en lo que te enfocas lo atraes. Una de las máximas modernas más importantes que puedes escuchar.

10. Los grandes meditadores dicen que el universo no responde a lo que decimos sino a lo que sentimos. Por eso cuando desean amor, prosperidad o salud simplemente evocan en sí mismos las sensaciones que experimentarán en ese momento llenos de amor, prosperidad o salud.

Así el universo responde a sus peticiones.

11. Napoleón es un ejemplo del poder de la mente. Era el número 42 de su clase en la Academia Militar. Pregúntate cuántos monumentos y libros se han destinado a ese número 42, y si existe alguno de los otros 41 que en esa academia eran considerados superiores a Napoleón que sea recordado.

Él tuvo fe, visualizó, creyó y logró una meta, que no entraremos a comentar si fue noble o no, sino a valorar lo que la mente pudo lograr.

Partiendo de la base que tus metas serán justas, lógicas y nobles, sin importar en el lugar en que ahora estés, pues ese es precisamente el mejor lugar para iniciar el cambio positivo en tu vida, de la misma forma triunfarás.

12. Todo en la vida está preparado para que tú seas lo mejor que puedes ser y cumplas con tus misiones de vida. Ten confianza en que hay razones por las que vives cada una de las experiencias de tu vida.

Baila al ritmo de la vida y verás como terminarás brillando más allá de lo que nunca te has imaginado. Tú puedes, tú eres capaz, tú lo lograrás, ¡tú te lo mereces!

Descubre como equilibrar la rueda de tu vida




Rueda de la vida

¿Cómo te va la vida? Te pregunta alguien a quien hace tiempo que no ves… Y a veces no sabemos muy bien que contestar ante una pregunta que abarca tantos campos.

Lo cierto es que muchas veces ni nosotros mismos tenemos una visión clara del asunto, simplemente por no conocer la herramienta adecuada que, pone delante de nosotros, de un solo vistazo, la globalidad, pero también la particularidad de cada parcela, de nuestra existencia.

Os presentamos esta magnífica herramienta que se utiliza en todo proceso de coaching que se precie, LA RUEDA DE LA VIDA.

Cómo confeccionar nuestra rueda de vida actual:

Dibuja en un papel una circunferencia, y divídela en 8 porciones que representaran los siguientes campos:

SALUD
ECONOMÍA
DESARROLLO PERSONAL
OCIO
RELACIONES DE PAREJA
VIDA PROFESIONAL
AMIGOS/ FAMILIA
ENTORNO

Esta sería la rueda de vida más tradicional, pero si crees que le sobran o le faltan campos, añádelos o quítalos según tus necesidades.

Como se muestra en la figura, ahora hay que dividir el círculo en otros diez concéntricos.

Una vez tengas confeccionada la herramienta, debes preguntarte para cada uno de los campos, cuál es tu grado de satisfacción, en este momento (del 1 al 10) en cada uno de los campos.

Tómate tu tiempo y una vez asignado el valor numérico que estimes oportuno (1 para muy poco satisfecho, 10 para totalmente satisfecho) sombrea esa porción desde el centro hasta el valor que le hayas otorgado.

Haz lo mismo con todos los campos.

Ahora sí, tienes una visión muy clara de tu propia percepción sobre la satisfacción que sientes en cada área de tu vida, de las áreas que necesitan mejora, de las que consumen más tu energía y de las que más te aportan.

Escribe la fecha en la que realizaste el ejercicio
Hacia una vida excelente. La rueda del futuro.

Ahora que has realizado el diagnóstico, toca preguntarte cómo de satisfecho quieres estar en un plazo de tiempo determinado.

Por ejemplo 3 meses.

Coge un segundo folio y escribe uno a uno los 8 campos (o los que contenga la rueda que has confeccionado) preguntándote, qué necesitas para alcanzar un mayor grado de satisfacción en esa área y qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo.

Sé realista en tus metas y elige acciones que no dependan de los demás para su realización.

No es necesario alcanzar el 10 que correspondería al grado de satisfacción total, lo importante es mantener el equilibrio entre las diferentes áreas.

Escribe los cambios qué vas a realizar de la forma más concreta posible.

En las áreas que consideres que no es necesario hacer cambios, escribe simplemente, mantenerme igual.

Ten a mano este papel y durante el tiempo asignado (3 meses es un buen objetivo) revísalo a menudo para ver si vas cumpliendo con lo que te habías propuesto.

Reevaluándonos

Llegada la fecha propuesta vuelva a dibujar la rueda, fechándola, y vuelve a preguntarte cómo de satisfecho estás ahora en cada campo, sombreándolos como hiciste la primera vez.

Observa la diferencia entre ambos resultados.

Ahora toma el papel donde escribiste los cambios que querías producir y comprueba si ha dado resultado.

¿Están ahora las áreas de tu vida como esperabas?

¿En alguna las cosas no han funcionado como te propusiste?

Si es así ¿a qué se debe?

¿Alguno de los campos que en la primera rueda puntuaban alto en tu grado de satisfacción se ha visto mermado al dedicar tu energía a la mejora de otros?

Llegados a este punto, puedes decidir no introducir más cambios o continuar mejorando aspectos, lo importante, volvemos a repetir, es estar equilibrado, no hay que sacrificar unas áreas en función de otras.

Es preferible tener puntuaciones medias en todos los campos que picos a la alza y a la baja en las distintas áreas.
Una herramienta viva

Ya hemos anunciado que esta herramienta es utilizada en casi todos los procesos de coaching, esto es así porque podemos hacerla para cualquier cosa.

Podemos hacer una rueda para nuestros hijos con las diversas asignaturas escolares, podemos hacer una antes de presentarnos a un trabajo en la que rellenar cada campo con nuestras fortalezas, podemos utilizarla para trabajos en equipo….

El límite está en nuestra creatividad…

El poder de la mente y las emociones para sanar


El poder de la mente y las emociones para sanar – Gregg Braden 

Emociones y pensamientos actúan de forma directa sobre el bienestar mental y físico de los seres humanos, por lo tanto la herramienta más poderosa con la que cuentan las personas para la sanación integral.

Sin embargo, existen muchas personas escépticas que afirmarán que es un grave error creer que las emociones pueden por ejemplo sanar enfermedades graves como el cáncer.
El poder de la mente

En una posición contraria es indiscutible la fuerza de la mente y el poder que tiene cuando un individuo desea fervientemente modificar algún aspecto de su vida.

Este principio es el seguido por Gregg Braden, autor americano autor de varios libros que explican cómo las emociones pueden sanar el cáncer de manera simple.

Según Gregg Braden existe el poder mental para sanar, porque de los pensamientos y de las emociones emanan energías poderosas y porque la mente del ser humano tiene capacidad de influir sobre la vida de las personas modificando su curso.

Este fenómeno se da a través de las creencias, deseos y sentimientos que emanan energía que es captada por otras unidades energéticas como son las personas.

Así, los pensamientos tanto conscientes como inconscientes son capaces de modificar los acontecimientos e influenciar en cierta dirección, siendo allí donde reside la importancia de saber manejar la mente y utilizarla en beneficio propio o de otras personas.

Gregg Braden afirma que es posible sanar el cáncer utilizando el poder de la propia energía, una herramienta que según este autor ayuda a recuperar la salud, pues las emociones fuertes son capaces de modificar el ADN de una persona enferma.

Incluso Braden argumenta que el poder colectivo del pensamiento puede a través de la oración beneficiar e influir en la vida de otras personas, ya que la energía emanada de la unión de muchas personas es percibida por el campo energético del enfermo y ayuda a su pronta recuperación.

Pero, es importante tener en cuenta que para que el propio cuerpo pueda sanarse es necesario ser conscientes de los deseos y comprender la conexión que existe entre la energía y su manifestación en el mundo físico, una consciencia que tiene como propósito formar un campo de inter-conexión.

Quienes quieran utilizar las emociones a su favor, deberá aprender a controlar primero sus pensamientos, pues las emociones tienen poder sanador en la medida que el individuo enfermo se lo proponga.

Un pensamiento poderoso tiene la capacidad de modificar el ambiente y hasta el propio ADN, quienes llegan a comprender este gran poder deberán también evitar tener pensamientos negativos recurrentes.

El cuerpo de cualquier ser humano es capaz de cambiar de forma inmediata pero es necesario que el deseo y pensamiento sean tan fuertes que permitan visualizar esa mejora de la salud para que se materialice en el mundo físico.

Abundancia

"Una forma diferente de cambiar tu Patrón de Abundancia"

Debido a nuestra educación, a la ciudad donde nos hemos criado, o a las vivencias que desde pequeños hemos tenido, se han creado en nosotros diferentes patrones de comportamiento.


Algunos de ellos, los vamos superando conforme vamos creciendo, evolucionando… estudiándonos a nosotros mismos, leyendo libros de Crecimiento Personal, o asistiendo a cursos. Solo que a veces, algunas veces… no desaparecen.

Hay patrones o creencias especialmente delicados, como pueda ser el Patrón de la Abundancia. Hay muchas razones por las que tu crees que no mereces ser abundante. Que no mereces ganar más dinero que tu pareja, o que tus padres, o que tus amigos… si en algún momento te dijeron aquello de que “los ricos son corruptos” o “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, seguramente no serás muy abundante. Quizá ganes dinero, pero rápidamente te lo gastarás, o lo perderás de alguna forma….
Angie Taylor