Nosotros tenemos el compás.
Un compás ultra sensible.
Un regalo que nos hizo sensei Georges Ohsawa.
Este maravilloso aparato permite discernir frente a cualquier problema, la mejor alternativa.
Pero como es ultra sensible, no puede ser usado por cualquiera.
Las personas insensibles no pueden usarlo.
Por más que jueguen y hagan intentos no conseguirán hacerlo funcionar.
Los que ingieran cantidades importantes de proteínas animales, no lo podrán utilizar con éxito.
Porque estarán tan contraídos que no conseguirán la fina sensibilidad necesaria para utilizar este compás.
Tampoco los que emplean constantemente medicamentos, tabaco u otras sustancias que intoxican al organismo.
Porque se han vuelto insensibles.
Este compás es una herramienta que permite comprender los problemas difíciles y mostrar el camino para su solución.
Hay tantos problemas difíciles.
Hay tanta confusión.
¿Es saludable comer huevos?
¿Es beneficioso el aceite de coco?
¿Por qué casi nadie tolera el trigo moderno?
¿El tomate previene las enfermedades prostáticas?
¿El chocolate es antidepresivo?
¿Cómo elevar el nivel de sabiduría de la humanidad?
¿Cómo traer paz y armonía entre las familias y las naciones?
Todos estos problemas difíciles se han intentado resolver mediante la erudición científica y no ha habido progreso alguno.
El nivel de juicio sigue siendo muy bajo, sensorio o sentimental (2° o 3 °).
Como civilización, seguimos siendo tan egoístas y crueles como en los tiempos del imperio romano.
Pero ahora somos muchos más.
Y tenemos chiches tecnológicos que nos dan un poder de destrucción mucho mayor.
Es hora de emplear nuestro compás.
Este compás Ohsawa lo llamó el principio de las transformaciones.
Yin y yang; sólo dos variables pero en permanente cambio e interacción.
Con este compás comprenderemos estos problemas difíciles y los podremos resolver.
Pero para poder emplear con éxito esta herramienta se requiere de una fina sensibilidad: la salud absoluta.
Quienes alcancen primero la salud absoluta serán los que primero podrán emplear con éxito el compás y mostrarán el camino hacia la salud del mundo.
Es una gran oportunidad para los estudiantes de macrobiótica.
Porque el mundo requiere urgentemente este tipo de compás.
Y nosotros no podemos quedarnos estáticos viendo como se destruye poco a poco esta hermosa civilización que llevó miles de años en desarrollarse.
-Martin Macedo-
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