martes, 31 de marzo de 2020

De un idealismo fundado en la experiencia (2)

El concepto de lo mejor es un resultado natural de la evolución misma. La vida tiende naturalmente a perfeccionarse. Aristóteles enseñaba que la actividad es un movimiento del ser hacia la propia "entele-quia": su estado de perfección. 

Todo lo que existe persigue su entelequia, y esa tendencia se refleja en todas las otras funciones del espíritu; la formación de ideales está sometida a un determinismo, que,por ser complejo, no es menos absoluto. No son obra de una libertad que escapa a las leyes de todo lo universal, ni productos de una razón pura que nadie conoce. 


Son creencias aproximativas acerca de la perfección venidera. Lo futuro es lo mejor de lo presente, puesto que sobreviene en la selección natural: los ideales son un "élan" hacia lo mejor, en cuanto simples anticipaciones del devenir.

A medida que la experiencia humana se amplía, observando la realidad, los ideales son modificados por la imaginación, que es plástica y no reposa jamás. Experiencia e imaginación siguen vías paralelas,aunque va muy retardada aquélla respecto de ésta. La hipótesis vuela,el hecho camina; a veces el ala rumbea mal, el pie pisa siempre en firme; pero el vuelo puede rectificarse, mientras el paso no puede volar nunca.

La imaginación es madre de toda originalidad; deformando lo real hacia su perfección, ella crea los ideales y les da impulso con el ilusorio sentimiento de la libertad: el libre albedrío es un error útil para la gestación de los ideales. Por eso tiene, prácticamente, el valor de una realidad. Demostrar que es una simple ilusión, debida a la ignorancia de causas innúmeras, no implica negar su eficacia. 

Las ilusiones tienen tanto valor para dirigir la conducta, como las verdades más exactas;puede tener más que ellas, si son intensamente pensadas o sentidas. El deseo de ser libre nace del contraste entre dos móviles irreductibles: la tendencia a perseverar en el ser, implicada en la herencia, y la tendencia a aumentar el ser, implicada en la variación. La una es principio de estabilidad, la otra de progreso.

En todo ideal, sea cual fuere el orden a cuyo perfeccionamiento tienda, hay un principio de síntesis y de continuidad: "es una idea fija o una emoción fija". Como propulsores de la actividad humana, se equivalen y se implican recíprocamente, aunque en la primera predomina el razonamiento y en la segunda la pasión. "Ese principio de unidad,centro de atracción y punto de apoyo de todo trabajo de la imaginación creadora, es decir, de una síntesis subjetiva que tiende a objetivarse, es el ideal" dijo Ribot. 

La imaginación despoja a la realidad de todo lo malo y la adorna con todo lo bueno, depurando la experiencia, cristalizándola en los moldes de perfección que concibe más puros. Los idea-les son, por ende, reconstrucciones imaginativas de la realidad que deviene. Son siempre individuales. Un ideal colectivo es la coincidencia de muchos individuos en un mismo afán de perfección. No es que una"idea" los acomune, sino que análoga manera de sentir y de pensar convergen hacia un "ideal" común a todos ellos. 

Cada era, siglo o generación puede tener su ideal; suele ser patrimonio de una selecta minoría, cuyo esfuerzo consigue imponerlo a las generaciones siguientes. Cada ideal puede encarnarse en un genio; al principio, mientras él lo define o lo plasma, sólo es comprendido por el pequeño núcleo de espíritus sensibles al ritmo de la nueva creencia.

El concepto abstracto de una perfección posible toma su fuerza dela Verdad que los hombres le atribuyen: todo ideal es una fe en la posibilidad misma de la perfección. En su protesta involuntaria contra lo malo se revela siempre una indestructible esperanza de lo mejor; en su agresión al pasado fermenta una sana levadura de porvenir.No es un fin, sino un camino. 

Es relativo siempre, como toda creencia. La intensidad con que tiende a realizarse no depende de su verdad efectiva sino de la que se le atribuye. Aun cuando interpreta erróneamente la perfección venidera, es ideal para quien cree sinceramente en su verdad o su excelsitud. Reducir el idealismo a un dogma de escuela metafísica equivale a castrarlo; llamar idealismo a las fantasías de mentes enfermizas o ignorantes, que creen sublimizar así su incapacidad de vivir y de ilustrarse,es una de tantas ligerezas alentadas por los espíritus palabristas. 

Los más vulgares diccionarios filosóficos sospechan este embrollo deliberado: "Idealismo: palabra muy vaga que no debe emplearse .sin explicarla". Hay tantos idealismos como ideales; y tantos ideales como idea-listas y tantos idealistas como hombres aptos para concebir perfecciones y capaces de vivir hacia ellas. Debe rehusarse el monopolio de los ideales y cuantos lo reclaman en nombre de escuelas filosóficas, sistema de moral, credos de religión, fanatismo de secta o dogma de estética.

El "idealismo" no es privilegio de las doctrinas espiritualistas que desearían oponerlo al "materialismo", llamando así, despectivamente, a todas las demás; ese equívoco, tan explotado por los enemigos de las Ciencias -tenidas justamente como hontanares de Verdad y de Libertad-, se duplica al sugerir que la materia es la antítesis de la idea, después de confundir al ideal con la idea y a ésta con el espíritu, como entidad trascendente y ajena al mundo real. 

Se trata, visiblemente, de un juego de palabras, secularmente repetido por sus beneficiarios, que transportan a las doctrinas filosóficas el sentido que tienen los vocablos idealismo y materialismo en el orden moral. El anhelo de perfección en el conocimiento de la Verdad puede animar con igual ímpetu al fo monista y al dualista, al teólogo y al ateo, al estoico y al pragmatista.El particular ideal de cada uno concurre al ritmo total de la perfección posible, antes que obstar al esfuerzo similar de los demás.

Y es más estrecha, aún, la tendencia a confundir el idealismo, que se refiere a los ideales, con las tendencias metafísicos que así se denominan porque consideran a las "ideas" más reales que la realidad misma, o presuponen que ellas son la realidad única, forjada por nuestra mente, como en el sistema hegeliano. "Ideólogos" no puede ser sinónimo de "idealistas", aunque el mal uso induzca a creerlo.

No podríamos restringirlo al pretendido idealismo de ciertas escuelas estéticas, porque todas las maneras del naturalismo y del realismo pueden constituir un ideal de arte, cuando sus sacerdotes son Miguel Ángel, Ticiano, Flaubert o Wagner; el esfuerzo imaginativo delos que persiguen una ideal armonía de ritmos, de colores, de líneas o de sonidos, se equivale, siempre que su obra transparente un modo de belleza o una original personalidad.

No le confundiremos, en fin, con cierto idealismo ético que tiende a monopolizar el culto de la perfección en favor de alguno de los fanatismos religiosos predominantes en cada época, pues sobre no existir un único e inevitable. Bien ideal, difícilmente cabría en los catecismos para mentes obtusas. El esfuerzo individual hacia la virtud puede ser tan magníficamente concebido y realizado por el peripatético como por el cirenaico, por el cristiano como por el anarquista, por el filántropo como por el epicúreo, pues todas las teorías filosóficas son igualmente incompatibles con la aspiración individual hacia el perfeccionamiento humano. 

Todos ellos pueden ser idealistas, si saben iluminarse en su doctrina; y en todas las doctrinas pueden cobijarse dignos y buscavidas, virtuosos y sin vergüenza. El anhelo y la posibilidad de la perfección no es patrimonio de ningún. credo: recuerda el agua de aquella fuente, citada por Platón, que no podía contenerse en ningún vaso.La experiencia, sólo ella, decide sobre la legitimidad de los idea-les, en cada tiempo y lugar. 

En el curso de la vida social se seleccionan naturalmente; sobreviven los más adaptados, los que mejor prevén el sentido de la evolución; es decir, los coincidentes con el perfecciona-miento efectivo. Mientras la experiencia no da su fallo, todo ideal es respetable, aunque parezca absurdo. Y es útil por su fuerza de contraste; si es falso muere solo, no daña. Todo ideal, por ser una creencia,puede contener una parte de error, o serlo totalmente; es una visión remota y, por lo tanto, expuesta a ser inexacta. 

Lo único malo es carecer de ideales y esclavizarse a las contingencias de la vida práctica inmediata, renunciando a la posibilidad de la perfección moral. Cuando un filósofo enuncia ideales, para el hombre o para la sociedad, su comprensión inmediata es tanto más difícil cuanto más se elevan sobre los prejuicios y el palabrismo convencionales en el ambiente que le rodea; lo mismo ocurre con la verdad del sabio y con el estilo del poeta. 

La sanción ajena es fácil para lo que concuerda con rutinas secularmente practicadas; es difícil cuando la imaginación no pone mayor originalidad en el concepto o en la forma.Ese desequilibrio entre la perfección concebible y la realidad practicable, estriba en la naturaleza misma de la imaginación, rebelde al tiempo y al espacio. De ese contraste legítimo no se infiere que los ideales lógicos, estéticos o morales deban ser contradictorios entre sí, aunque sean heterogéneos y marquen el paso a desigual compás, según los tiempos: no hay una Verdad amoral o fea, ni fue nunca la Belleza absurda o nociva, ni tuvo el Bien sus raíces en el error o la desarmonía. De otro modo concebiríamos perfecciones imperfectas.

Los caminos de perfección son convergentes. Las formas infinitas del ideal son complementarias: jamás contradictorias, aunque lo parezca. Si el ideal de la ciencia es la Verdad, de la moral el Bien y del arte la Belleza, formas preeminentes de toda excelsitud, no se concibe que puedan ser antagonistas.

(del libro "El hombre mediocre" por José Ingenieros)

La luz infinita está en todos los seres.


La luz infinita está en todos los seres.
Porque todos estamos hechos de energía.
Muchos no comprenden y creen que son seres físicos.
Ahí empieza el miedo.
El miedo es una enfermedad, la más difícil de curar.
Incluso cambiando la alimentación, haciendo yoga y recibiendo energía por los mejores sanadores; viajando a la India y a los principales centros espirituales del mundo, la identificación con el cuerpo seguirá creando un miedo constante que no deja ver la luz infinita.
Por eso Jesús enseñaba que la verdad nos liberará.
La verdad es que somos pura energía teniendo una forma temporal.
Quien no comprende la verdad se apega a su cuerpo y teme por su muerte.
El miedo puede tomar muchas formas; miedo a los microbios, miedo a las arañas, miedo a los robos, miedo al cáncer, miedo a la pobreza.
La salud infinita requiere superar esta ilusión.
Quien está controlado por el ego piensa: "soy este cuerpo y debo cuidarme".
Quien comprende la Verdad piensa: "soy una parte del Universo y dispongo de todo lo que deseo, ahora y para siempre".
Y practicaré día y noche el arte de la manifestación para que todo lo que deseo tome forma física lo más pronto posible.
El miedo no deja ver nada.
Por eso es la peor enfermedad.
Es como un Rey que ha perdido el juicio.
Y se sienta en la entrada del templo a suplicar por una moneda.
Y el Universo le dará monedas.
Porque eso es lo que él pide y las palabras que son dichas con total sinceridad son la matriz de todas las formas y de todas las experiencias.

-Martín Macedo-

lunes, 30 de marzo de 2020

Algunos puntos espirituales para la cuarentena

Algunos puntos espirituales para la cuarentena por  Leonardo Boff
Dado que la cuarentena es un retiro forzado, haga como los hombres y mujeres que deben retirarse cada año. Algunas sugerencias:
  1. Tómese el tiempo para usted y haga una revisión de la vida.
  2. ¿Cómo ha sido mi vida hasta ahora?
  3. ¿Qué lado tomé? De aquellos que están bien, o de los necesitados, ¿necesitan una palabra de consuelo y quién es pobre y sufriente?
  4. ¿Cuál es mi opción fundamental? ¿Ser feliz por todos los medios? ¿Acumular bienes materiales? Ganar estatus social? ¿O ser bueno, comprensivo, dispuesto a ayudar y apoyar a quienes están en peor situación?
  5. ¿Puedo tolerar los límites de los demás, lo aburrido y controlarme para no responder a los errores que escucho? ¿Puedo dejarlo ir?
  6. ¿Puedo perdonar de verdad, pasar la página y no ser rehén por resentimientos y malos juicios?
  7. ¿Puedo encontrar las palabras correctas cuando tengo que decir algunas verdades y llamar la atención sobre los errores o errores de otros que están conectados conmigo? ¿O van directamente, agresivamente, humillando a la persona?
  8. Cuando me levanto por la mañana, digo una oración, en pensamiento y no tiene que ser en palabras, pidiéndole a Dios que me proteja a mí, a mi familia y a aquellos con quienes vivo y trabajo. ¿Y por la noche, antes de irse a dormir, elevar su mente a Dios, incluso sin palabras, para agradecerle por el día, por todo lo que sucedió y por estar vivo?
  9. ¿Quieres probar unos minutos de meditación pura, donde solo Dios y tú están presentes, olvidando un poco el mundo? Simplemente levante la mente, póngase en silencio ante Él (tengo un pequeño libro: " Meditación de la luz : el camino de la simplicidad", un método que une Oriente y Occidente, permitiendo que un rayo de luz de arriba penetre en todo tu cuerpo y en tus puntos de energía (chakras).
  10. ¿Tienes el coraje de fomentar una actitud de entrega total a Dios, sabiendo que siempre estás en la palma de tu mano? Todo lo que sucede proviene de tu amor. La muerte es como un nacimiento y nadie ha visto su propio nacimiento. Entonces, en la muerte, sin darnos cuenta, caeremos en los brazos de Dios Padre y Madre de infinita bondad y misericordia. Nunca olvides las palabras reconfortantes de la Primera Epístola de San Juan (3,20): "Si tu corazón te acusa, debes saber que Dios es más grande que tu corazón". Así que vete en paz bajo el manto de la infinita misericordia divina.

El gran cambio

Listos para el Gran Cambio?

— El Coronavirus es el menor de tus problemas.

“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, si no aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender” — Alvin Toffler


Desde hace años, diferentes voces nos advertían lo que se venía: cambio climático, destrucción de la capa de ozono, incendio de los grandes bosques tropicales, extinción de especies animales y vegetales, aumento de la temperatura global, derretimiento de los polos, hambrunas de proporciones bíblicas, sequías, terremotos, huracanes, inundaciones, millones de desplazados.
Peor aún, el modelo económico tenía que caer: Así como en su momento el ideal comunista cayó y hoy en día nadie niega que era una tremenda estafa; el sistema capitalista y la economía de mercado están colapsando sin que podamos hacer nada al respecto. Fue en 1971, cuando el presidente Nixon dejó de utilizar el patrón oro como respaldo y el mundo decidió adoptar el dólar norteamericano como divisa internacional.
Hoy, casi 50 años después asistimos a la debacle del sistema económico como lo conocemos y a partir de éste preciso momento la incertidumbre será la constante y debemos aprender a vivir con ello.
Paralelamente, somos testigos de una pérdida de los valores tradicionales a todo nivel: Honestidad, responsabilidad, respeto, integridad, tolerancia, compromiso, confianza.
Cuando menciono esto a personas jóvenes me miran como si yo fuera marciano o algo por el estilo. A veces me pregunto qué va a ser de ellos cuando nosotros ya no estemos.

Todo lo que está sucediendo es necesario?


-Sí, para el Despertar y Evolución de la Conciencia. Estamos asistiendo a un cambio de era, a un cambio de paradigma, todo lo que considerábamos “normal” deja de serlo.

Lo que está pasando es como el atentado de las torres gemelas para las empresas aeronáuticas, un parte aguas, un antes y después.
Al escribir esto, millones de personas nos hemos quedado en casa acatando las medidas de sanidad y económicas para combatir la pandemia del Coronavirus. Dentro de semanas o meses esta situación será controlada, seguramente con miles de muertos, negocios quebrados, familias destruidas, países en caos total. Pero todo esto va a pasar y empezaremos la reconstrucción. Algo me queda claro: Nada volverá a ser como antes. La canciller alemana, Angela Merkel acaba de decir que “Alemania está enfrentando la peor crisis después de la Segunda Guerra Mundial” y no le falta razón, aunque muchos todavía no lo ven, como el presidente mexicano Lopez Obrador quien sigue participando en eventos masivos repartiendo besos y abrazos, haciendo caso omiso a las recomendaciones de la OMS. Muy pronto veremos cuál de éstas dos actitudes era la correcta.
Me viene a la cabeza una palabra que cobra total vigencia en este momento: RESILIENCIA: La palabra resiliencia se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada. Es la aptitud que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
Concretamente, ¿Qué podemos hacer cuando se haya controlado la pandemia y regresemos a nuestras actividades cotidianas pero que no estarán ahí donde las dejamos?

1. No nos preguntemos ¿Por qué ocurrió todo esto si no para qué? — Para crecer, para evolucionar. Nada cambia hasta que deviene insoportable.

2. Miremos hacia adentro de nosotros mismos: Conozcamos nuestro yo interior, sanemos nuestras heridas, cuestionemos nuestras creencias.

3. Desidentifiquémonos con el EGO (identificación con el cuerpo físico) y reconectemos con 
el SER (nuestra esencia, amor). Somos seres espirituales pasando por una experiencia terrenal. Es vital entenderlo de una vez por todas.

4. Desarrollemos la autoestima y la confianza. Tenemos una infinidad de recursos que no utilizamos y ahora es cuando más los vamos a necesitar. Cultivar la Inteligencia Emocional nos hará encontrar estabilidad en la inestabilidad.

5. Seamos dueños de nuestras mentes y aprendamos de una vez a controlar las emociones. En un mundo de incertidumbres, abrazarlas, así como al cambio permanente nos ayudará a salir de nuestra zona de confort.

6. Definamos y honremos nuestro propósito, tengamos una actitud emprendedora.

7. Desarrollemos nuestra marca personal, invirtamos en nosotros mismos. Tenemos que desaprender para volver a aprender y hacer algo revolucionario (aprender a aprender)
La pandemia del Coronavirus ha acelerado y/o mejorado cosas que todos sabíamos que venían pero no nos animábamos: Trabajo a distancia (de manera remota, teleconferencias, WhatsApp), Educación a Distancia (colegios, institutos, universidades), Telemarketing (compra y venta por Internet); será que desperdiciamos mucho al cocinar pero saqué la cuenta $$ y nos cuesta casi lo mismo ordenar comida que prepararla (y nos queda mucho tiempo para otras cosas), taxis compartidos (Uber Pool), Teleconferencias no sólo para empresas si no entre autoridades (alcaldes, congresistas, etc).

Conclusión:

1. Cuando termine el aislamiento domiciliario o toque de queda, el mundo que nos vamos a encontrar va a ser muy pero muy diferente al que dejamos.

2. Tenemos 2 opciones: O nos lamentamos y sufrimos de aquí en adelante o nos re-inventamos, innovamos, cambiamos, transformamos, rediseñamos; y crecemos. (¿Cómo te vas a ganar la vida?)

3. Debemos aprovechar estos días / semanas que nos quedan de encierro para evaluarnos, mirar hacia adentro y empezar el cambio. Mejor temprano que tarde. ¿Para qué soy bueno? ¿Qué puedo ofrecer (y que sea valioso)?, Qué trabajo me hace feliz? ¿Cuál es mi propósito?

4. Parece ser que esta forma de virus se originó en un mercado de pescado de la ciudad de Wuhan, donde las condiciones de higiene eran muy por debajo de lo humanamente necesario. Al final del día me pregunto: ¿Qué tal mi higiene mental? ¿Puedo controlar mis pensamientos?; ¿Y mi higiene verbal? ¿Soy impecable con mis palabras? ¿Qué puedo decir de la higiene de mis actos? … Tampoco salgo bien librado.
Hay mucha literatura, videos, memes sobre este tema. Hagamos un resumen personal y tomemos una decisión aquí y ahora. No esperemos la próxima pandemia.

De un idealismo fundado en la experiencia (1)

Los filósofos del porvenir, para aproximarse a formas de expresión cada vez menos inexactas, dejarán a los poetas el hermoso privilegio del lenguaje figurado; y los sistemas futuros, desprendiéndose de añejos residuos místicos y dialécticos, irán poniendo la experiencia como fundamento de toda hipótesis legítima. 

No es arriesgado pensar que en la ética venidera florecerá un idealismo moral, independiente de dogmas religiosos y de apriorismos metafísicos: los ideales de perfección, fundados en la experiencia social y evolutivos como ella misma, constituirán la íntima trabazón de una doctrina de la perfectibilidad indefinida, propicia a todas las posibilidades de enaltecimiento humano. 

Un ideal no es una fórmula muerta, sino una hipótesis perfectible; para que sirva, debe ser concebido así, actuante en función de la vida social que incesantemente deviene. 

La imaginación, partiendo de la experiencia, anticipa juicios acerca de futuros perfeccionamientos: los ideales, entre todas las creencias, representan el resultado más alto de la función de pensar.

La evolución humana es un esfuerzo continuo del hombre para adaptarse a la naturaleza, que evoluciona a su vez. Para ello necesita conocer la realidad ambiente y prever el sentido de las propias adaptaciones: los caminos de su perfección. 

Sus etapas refléjanse en la mente humana como ideales. Un hombre, un grupo o una raza son idealistas porque circunstancias propicias determinan su imaginación a concebir perfeccionamientos posibles.

Los ideales son formaciones naturales. Aparecen cuando las circunstancias propicias determinan su imaginación puede anticiparse a la experiencia. No son entidades misteriosamente infundidas en los hombres, ni nacen del azar. Se forman como todos los fenómenos accesibles a nuestra observación. Son efectos de causas, accidentes en la evolución universal investigada por las ciencias y resumidas por las filosofías. 

Y es fácil explicarlo, si se comprende. 

Nuestro sistema solares un punto en el cosmos; en ese punto es un simple detalle el planeta que habitamos; en ese detalle la vida es un transitorio equilibrio químico de la superficie; entre las complicaciones de ese equilibrio vivientela especie humana data de un período brevísimo; en el hombre se desarrolla la función de pensar como un perfeccionamiento de la adaptación al medio; uno de sus modos es la imaginación que permite generalizar los datos de la experiencia, anticipando sus resultados posibles y abstrayendo de ella idea les de perfección.

Así la filosofía del porvenir, en vez de negarlos, permitirá afirmar su realidad como aspectos legítimos de la función de pensar y los re-integrará en la concepción natural del universo. 

Un ideal es un punto y un momento entre los infinitos posibles que pueblan el espacio y el tiempo.

Evolucionar es variar. En la evolución humana el pensamiento varía incesantemente. 

Toda variación es adquirida por temperamentos predispuestos; las variaciones útiles tienden a conservarse. 

La experiencia determina la formación natural de conceptos genéricos, cada vez más sintéticos; la imaginación abstrae de éstos ciertos caracteres comunes, elaborando ideas generales que pueden ser hipótesis acerca del incesante devenir: así se forman los ideales que, para el hombre,son normativos de la conducta en consonancia con sus hipótesis. 

Ellos no son apriorísticos, sino inducidos de una vasta experiencia; sobre ella se empina la imaginación para prever el sentido en que varía la humanidad. 

Todo ideal representa un nuevo estado de equilibrio entre el pasado y el porvenir.

Los ideales pueden no ser verdades; son creencias. Su fuerza estriba en sus elementos efectivos: influyen sobre nuestra conducta en la medida en que lo creemos. 

Por eso la representación abstracta de las variaciones futuras adquiere un valor moral: las más provechosas a la especie son concebidas como perfeccionamientos. 

Lo futuro se identifica con lo perfecto. Y los ideales, por ser visiones anticipadas de lo venidero, influyen sobre la conducta y con el instrumento natural de todo progreso humano. 

Mientras la instrucción se limita a extender las nociones que la experiencia actual considera más exactas, la educación consiste en sugerir los ideales que se presumen propicios a la perfección.

(del libro "el hombre mediocre" por José Ingeniero)

La emoción del ideal

Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el alahacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. 

Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejasa pagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría bazofia humana. Sólo vives por esa partícula de ensueño que te sobrepone a lo real. 

Ella es el lis de tu blasón, el penacho de tu temperamento. Innumerables signos la revelan: cuando se te anuda la garganta al recordar la cicuta impuesta a Sócrates, la cruz izada para Cristo y la hoguera encendida a Bruno; -cuando te abstraes en lo infinito leyendo un diálogo de Platón, un ensayo de Montaigne o un discurso de Helvecio; -cuando el corazón se te estremece pensando en la desigual fortuna de esas pasiones en que fuiste, alternativamente, el Romeo de tal Julieta y el Werther de tal Carlota; -cuando tus sienes se hielan de emoción al declamar una estrofa de Musset que rima acorde con tu sentir; -y cuando, en suma, admiras la mente preclara de los genios, la sublime virtud de los santos, la magna gesta de los héroes, inclinándote con igual veneración ante los creadores de Verdad o de Belleza.



Todos no se extasían, como tú, ante un crepúsculo, no sueñan frente a una aurora o cimbran en una tempestad; ni gustan de pasear con Dante, reír con Moliére, temblar con Shakespeare, crujir con ner; ni enmudecer ante el David, la Cena o el Partenón. Es de pocos esa inquietud de perseguir ávidamente alguna quimera, venerando a filósofos, artistas y pensadores que fundieron en síntesis supremas sus visiones del ser y de la eternidad, volando más allá de lo real.

Los seres de tu estirpe, cuya imaginación se puebla de ideales y cuyo sentimiento polariza hacia ellos la personalidad entera, forman raza aparte en la humanidad: son idealistas. Definiendo su propia emoción, podría decir quien se sintiera poeta: el Ideal es un gesto del espíritu hacia alguna perfección.

(Del libro "El hombre mediocre" por José Ingenieros)

Despertar amabilidad no merecida hacia los demás

El mes de Escorpio o Jeshván puede ser muy intenso y difícil, por lo tanto, una de las cosas que nos conviene hacer en este mes es protegernos de cualquier negatividad potencial que podría aparecer. Una de las mejores maneras de protegernos de la negatividad es asegurándonos de nunca juzgar a otra persona de forma negativa. Así fue como Nóaj cayó, y así, desafortunadamente, todos solemos caer, porque cuando juzgamos negativamente a otra persona, despertamos esa negatividad en nuestro interior.

A menudo pensamos: “¿Y qué? Los juzgué, los vi de manera negativa, pero eso no tiene ninguna influencia en mi vida”. Pero los kabbalistas enseñan que cuando ves a alguien y lo juzgas como persona negativa, despiertas negatividad para ti.

Por eso, mientras comenzamos este mes, el primer nivel de conciencia que debemos tener es que, para protegernos de negatividad potencial, no debemos permitirnos juzgar a alguien más de manera negativa.

Por otro lado, hay un versículo que dice que cuando actúas con bondad y benevolencia de espíritu hacia los demás, las bendiciones de rajamim, misericordias, y jasadim, bondad, llegarán a ti; la manera en la que nos comportamos en pensamiento, acciones y palabras hacia los demás es la manera en la que el Creador se comportará con nosotros, y ese es el tipo de Luz y energía que atraemos hacia nosotros.

Actuar de manera misericordiosa o bondadosa significa que incluso si alguien nos hace algo negativo o si vemos objetivamente que alguien actúa de manera negativa hacia nosotros, no despertamos ira ni juicio a pesar de todo. En su lugar, permanecemos concentrados en despertar bondad y misericordia. Cuando objetivamente ves que alguien no se comporta adecuadamente, en especial contigo, pero a pesar de eso resistes a tu inclinación natural de reaccionar, molestarte y juzgar, despiertas bondad no merecida y misericordia hacia ti.

Cuando te resistes a tu inclinación de reaccionar de manera negativa, y despiertas esa misericordia y bondad no merecida hacia los demás; especialmente hacia quienes te hieren, piensan en hacerlo o hablan negativamente de ti o contigo; entonces la Luz del Creador también irradia bendiciones no merecidas, bondad y misericordia hacia ti.

Debemos comenzar este mes con el entendimiento de que primero, como hemos dicho, no juzgaremos porque hay una fuerza de negatividad que puede entrar en nuestra vida si nos permitimos ir por el camino del juicio. Y segundo, para asegurarnos de recibir bendiciones y bondad este mes, incluso bendiciones no merecidas, tenemos que ofrecer esa misma bondad de espíritu a los demás.

Habrá muchas oportunidades durante este mes de Escorpio para juzgar y reaccionar ante los demás de una manera que objetivamente puede ser vista como una situación que ameritaba ira y descortesía. Pero si nos resistimos a ese deseo intrínseco y actuamos desde la bondad no merecida hacia los demás, recibiremos bendiciones, bondad y misericordias Celestiales, aunque no las merezcamos.

Michael Berg

Concéntrate en la chispa de bondad

A través de la porción de Shemot, podemos comenzar a despertar la parte de nuestra alma que se necesita para manifestar la Redención Final; la carta número 27 en Amado de mi alma contiene un punto específico e importante sobre el que Rav Brandwein le enseña a Rav Berg, mi padre.
"¿Qué significa amar a otra persona como a nosotros mismos?".

Sabemos que Moshé quería poner fin a todo el dolor, el sufrimiento y la muerte en este mundo al hacer lo que pudo para ayudar a los israelitas cuando padecían el dolor de la esclavitud en Egipto. Pero entonces Rav Brandwein pregunta: ¿por qué Moshé se negó cuando el Creador le dijo que quería que él fuese quien causara el fin del dolor y sufrimiento? Hay una discusión entre Moshé y el Creador que duró una semana, dentro de la cual Moshé no solo no aprovechó de inmediato la oportunidad, sino que también la rechaza continuamente. ¿Cómo podemos entender esto?

Moshé se preocupaba por los israelitas, pero no de la manera en la que la mayoría de nosotros lo hacemos. Nosotros vemos a alguien padeciendo un dolor y decimos: “Lo ayudaré hoy aunque mañana padecerá dolor nuevamente”, y aceptamos eso. Pero Moshé estaba en un nivel completamente diferente. Él no quería formar parte de algo que no fuese eterno. Él consideraba que todo lo que hiciera tenía que ser parte de la Redención Final. Imagina lo distinta que es esa conciencia de la que tenemos la mayoría de nosotros actualmente. Muchos de nosotros nos alegramos con poder solucionarle un problema a alguien, pero Moshé se aseguró durante toda su vida de que todo lo que tocara formara parte de la Redención Final, la eliminación eterna del dolor, el sufrimiento y la muerte.

"Debe haber un nuevo nivel de amor".

Tomando esto en cuenta, podemos entender por qué Moshé estaba resistiendo a la Luz; ¡resistir a la Luz crea una vasija más grande! Si Moshé hubiese aceptado en aquel momento la habilidad que el Creador le estaba dando de hacer que la Redención se manifestara para los israelitas, habría estado muy limitado en lo que hubiera podido ayudar. Aunque muchos de nosotros nos habríamos alegrado con eso, Moshé no lo hizo. Moshé resistió a la Luz, diciendo: “¡Quiero más, quiero el poder de hacer más!”. Toda la semana de vaivén entre Moshé y el Creador en realidad no es una discusión en la que Moshé dice: “No lo quiero hacer, no estoy seguro de que lo pueda hacer”, sino que Moshé estaba despertando una vasija más grande, resistiendo a la Luz para revelar todavía más.

El Creador le dijo a Moshé que la única manera de despertar la Redención es a través de “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Para que ocurriera, el Creador le dijo a Moshé que debía llevar a Aharón (quien es energía de la Columna Derecha, energía de misericordia) con él y juntos introducirían este concepto a los israelitas, este entendimiento de “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ese fue el trabajo que Moshé y Aharón iniciaron: dirigirse hacia los israelitas y, como dice Rav Brandwein, forzar en ellos este despertar de amor.

Para que ocurra la Redención debe haber un nuevo nivel de amor; ese es el secreto que Rav Brandwein le dice a Rav Berg y que el Creador le estaba diciendo a Moshé en su momento y nos dice ahora. ¿Pero por qué es esto? ¿Por qué debe haber un nuevo nivel de amor? El Midrash pregunta: si los israelitas estaban en la llamada puerta 49 de la negatividad, ¿cómo lograron merecer la Redención Final? ¿Qué permitió que los israelitas fuesen redimidos aunque estuviesen en ese bajo nivel?

Ahí está la respuesta y una hermosa enseñanza. Lo que permitió la Redención de Egipto fue que el Creador mirara la parte del alma de los israelitas, la parte que está en el interior de cada individuo, que nunca se deteriora, la parte que nunca se ensucia a pesar de las acciones negativas de un individuo. La Redención pudo llegar porque el Creador no se concentró en la persona que estaba en el nivel 49 de negatividad, sino en la parte del alma de esa persona que nunca se daña, la parte perfecta que cada uno de nosotros tiene.

Pero, más importante para nosotros, ¿cómo podemos despertar eso para nosotros? Creo que la respuesta es muy simple. Sabemos que la manera en la que se comporta una persona es la manera en la que se comporta la Luz del Creador con ella. La manera en la que nos comportemos con los demás es la manera en la que la Luz del Creador se comportará con nosotros. Eso significa que si somos una persona que encuentra la chispa de bondad en alguien que hace algo negativo, entonces el Creador nos verá y, sin importar lo que hagamos, solo se concentrará en la chispa de bondad en nuestro interior.

Hay dos opciones para lograr la Redención: hacer que todos sean perfectos, lo cual nunca ocurrirá, o hacer que el Creador solo se concentre en la parte perfecta de nosotros. ¿Cómo lo hacemos? Al decirles a los israelitas, y a nosotros mismos, que despierten el amor. Significa que cuando veamos a una persona que ha hecho cosas terribles, digamos: “No me importan las cosas terribles que esta persona ha hecho. Solo me concentro en lo bueno”.

¿Qué significa amar a otra persona como a nosotros mismos? Olvidar todo lo que él o ella ha hecho y concentrarnos en el alma buena y perfecta en su interior. Los israelitas lograron merecer que la Luz solo se concentrara en su bondad porque ellos estaban concentrados en la de otros. Ese es el secreto de por qué Rav Brandwein le dijo al Rav, y el Creador les dijo a Moshé y a Aharón, debes ir y despertar el “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

La Redención Final llegará cuando el Creador se concentre solamente en la chispa de bondad dentro de suficientes personas. ¿Cuándo sucederá esto? Cuando suficientes de nosotros solo nos concentremos en la chispa de bondad que está en el interior de los demás.

Michael Berg 

Un canal único para una energía única

La porción de esta semana relata la historia de Kóraj y es mucho lo que podemos aprender de ella.

La raíz de los celos

Kóraj era la cabeza de los Levitas, quienes representan la energía de la Columna Izquierda. Aarón, el hermano de Moshé era el Sumo Sacerdote, quien representa la energía de la Columna Derecha. Kóraj se dirigió a Moshé y se quejó con él diciendo: “Tú eres el líder de esta nación, tu hermano es el Sumo Sacerdote y tu hermana una profetisa. ¿Qué hay de mí? ¿Por qué no puedes compartir algo de prestigio y honor con otros como yo?”.

Todos podemos encontramos en estas situaciones, lo cual puede crear dentro de nosotros la sensación de que hemos sido puestos a un lado y, como consecuencia, desarrollamos y construimos resentimiento en nuestro interior.

Lo que Kóraj realmente quería era la posición de Aarón (ser el Sumo Sacerdote) para así poder pasar de la Columna Izquierda (el Deseo de Recibir) a la Columna Derecha (el Deseo de Dar). Kóraj realmente creía que, aunque él era la Columna Izquierda, debía realizar el trabajo del Sumo Sacerdote (una posición que requería de la energía de la Columna Derecha).

La principal razón por la que todos tenemos inseguridades no es porque no tenemos la fortaleza, es porque muchas veces observamos fuera de nosotros y deseamos ser algo que no somos.

Cada uno de nosotros es un canal único de una energía única; mi misión personal en este mundo nunca será igual a la misión personal de otro. Para llevar a cabo el verdadero trabajo en este mundo no necesitas talento, sabiduría, dinero o poder, sólo un verdadero deseo de corazón y la perseverancia para hacer el trabajo duro.

La principal fuente de nuestra confusión es que deseamos ser algo que no somos. Si bien es correcto rodearse de personas que nos impulsen al siguiente nivel, no deberíamos intentar ser alguien más, ya que esta es la razón por la que nos sentimos mal y desconectados.

La raíz profunda de los celos es cuando crees que no eres la causa, que no eres capaz de crear tu propia realidad y que eres muy perezoso para obligarte a hacer el trabajo; es la falta de certeza en que todo lo que necesito está dentro de mí. Toma tiempo encontrar aquello que le dará sentido a tu vida y lo que viniste a hacer en este mundo, y mirar a otros a tu alrededor no te ayudará; tienes que trabajar duro y ganarte el mérito para conocer tu misión. Kóraj corrió detrás de algo que no le pertenecía y terminó perdiendo lo que sí era de él.

Nuestro trabajo es revelar la Luz y el destino que nos pertenece. Cuando intentas ser alguien más, no logras ese propósito y pierdes lo que ya tienes. Cuando te sientes desanimado y buscas fuentes externas para poder elevarte, pierdes la creencia y la certeza (la Luz y la fortaleza) de que tienes dentro de ti lo que se necesita para ser la persona que estás destinada a ser. El ego, nuestro Oponente, nos hace correr detrás de fuentes externas de plenitud. El Oponente nos dice que si podemos obtener una cosa, todo en la vida será maravilloso.

Kóraj era un hombre envidioso; no estaba feliz con la forma en la que Moshé tomó el control, no estaba feliz con Aarón siendo el Sumo Sacerdote y estaba bajo la ilusión de que había sido hecho a un lado. Buscó a otros para que lo siguieran y se uniesen a su causa, y luego ocurrió un terremoto, y Kóraj y su gente fueron tragados por la tierra.

Parece ser una historia simple, pero en realidad no es para nada simple. Está escrito que Kóraj era una persona muy elevada, un gigante espiritual. Kóraj y Aarón se encontraban en el mismo nivel espiritual. Él era visto como una de los más grandes gigantes espirituales de esa generación y, debido a esto, un grupo de 250 personas lo siguieron.

Rav Áshlag dice que el argumento que Kóraj utilizó no sólo era lógico, sino que también era correcto. Kóraj de hecho era la primera persona nacida de la tribu de Leví. Existía un decreto que señalaba que la primera persona que naciera de la tribu de Leví se convertiría en sacerdote, pero Moshé dijo que el Creador le había dicho que sólo los hijos de Aarón serían sacerdotes. En términos lógicos e intelectuales, Kóraj debía ser el Sumo Sacerdote y tenía tanta razón en lo que estaba pidiendo que se dice que hasta los ángeles, al momento de la discusión con Moshé, no sabían de qué lado estar.

El peligro del ego y de estar muy seguro de ti mismo

Existe una gran lección dentro de esta historia: mientras aún exista negatividad en nuestro mundo, no podemos confiar en nosotros mismos. Kóraj se encontraba en un nivel espiritual más elevado que la mayoría de nosotros. Él pensó que su corazón era puro y confiaba en sí mismo. ¿Cómo sabemos cuándo está bien confiar en nosotros mismos y cuándo no?

Si una acción que vamos a realizar va a causar separación y daño, no deberíamos confiar en nosotros. Muy a menudo estamos buscando respuestas; queremos saber qué es lo correcto. Cuando se trata de decisiones y preguntas que son parte de nuestro proceso de corrección, no puede haber claridad. Si alguna vez pensamos que estamos claros en algo, o estamos delirando o no se trata de una decisión importante para nuestra corrección. Tendremos que llegar a esa decisión a través de un proceso de limpieza.

Cada vez que hacemos algo que hiere o lastima a alguien más, necesitamos tener la capacidad de cuestionarnos a nosotros mismos. En nuestro razonamiento, antes de decir o hacer algo hiriente, nos justificamos de alguna manera. La lección aquí es que siempre deberíamos detenernos y decir: “No puedo confiar en mí mismo si estoy a punto de herir a alguien o de crear separación”.

Ajarei Mot-Kedoshim: El secreto de la regla de oro

Puede que la Regla de Oro no sea una regla, sino un secreto oculto para la felicidad.

La porción de Ajarei Mot-Kedoshim de esta semana es tan poderosa que la leemos dos veces al año: una en Yom Kipur y otra en Shabat en el mes de Iyar (Tauro). Hay una infinidad de lecciones que podemos aprender de esta historia e innumerables beneficios que obtener por escuchar su lectura. Una de las más importantes es la enseñanza espiritual que es el propósito de la existencia de todos los preceptos, debido a que en esta porción encontramos la Regla de Oro: Ama a tu prójimo como a ti mismo.

Para muchas personas, este precepto es muy complicado. ¿Cómo puedo amar a mi prójimo como a mí mismo si yo no me amo? Es más, ¿cómo puedo amarme si no me conozco?

Usemos el entendimiento espiritual para que nos ayude a revelar la esencia más profunda y oculta de esta frase y sus aspectos complejos.

En lo que se refiere a conocerse, algunas personas pasan toda una vida tratando de hacerlo. 

La verdad es que estamos destinados a evolucionar, cambiar y crecer constantemente. La persona que éramos hace diez años por supuesto no es la misma que somos hoy, así pues, conocerse es más un viaje que un objetivo final.

Asimismo, amarnos realmente es entender que somos seres divinos. El amor propio más fuerte es una admiración y respeto absolutos por el hecho de que llevamos en nuestro interior una chispa del Creador que nunca puede ser menospreciada, desprestigiada ni destruida. Es con un profundo respeto por la Luz dentro de nosotros y dentro de los demás que podemos comenzar a amar.

Aún más importante, en mi caso, los momentos en los que más he aprendido sobre mí no fueron los momentos de introspección ni meditación. Descubro mucho más cuando dejo de concentrarme tanto en mí y comienzo a fijar mi atención en cómo puedo compartir mi Luz con los demás. La mente puede saturarse tanto de preocupaciones, dudas y ansiedad, que a veces puede parecer imposible vencer los pensamientos negativos. Sin embargo, cuando me ocupo en amar al prójimo —encontrar maneras genuinas de compartir más, cuidar más, esforzarme más de lo habitual—, entonces salgo por completo de mi marco mental. Los dolores de cabeza se disipan. Las preocupaciones desaparecen. La oscuridad en nuestra propia vida es expulsada por la Luz que encendemos por los demás. Al compartir, y por ende amar, a nuestro prójimo, estamos compartiendo y amándonos a nosotros mismos de la manera más profunda.

De este modo, podemos ver que el Creador no nos dio una regla en absoluto, sino un circuito con el cual obtener la mayor cantidad de felicidad en nuestra vida. Fíjate en la estructura de la frase, la primera parte nos insta a amar a los demás, mientras que la segunda nos sugiere hacerlo tanto como a nosotros mismos.

Al amar a nuestro prójimo descubrimos nuestra propia divinidad y, a su vez, nuestra conexión con la Luz. Ama a tu prójimo como a ti mismo es la llave que abre el mejor de los tesoros: la abundancia de plenitud que el Creador solamente busca otorgarnos.

Hay una energía en el cosmos esta semana que puede ayudarnos a que hagamos del precepto más sagrado nuestra prioridad. Para cumplir con el precepto de ama a tu prójimo como a ti mismo y beneficiarnos de una conexión más profunda con la Luz, toma en cuenta dos cosas a diario:

1) Toma un momento para reconocer la Luz divina que está en tu interior.

2) Encuentra una manera de compartir esa Luz con los demás.

Como verás, es mucho menos complicado de lo que creemos. Eso porque la Luz siempre es simple.

Esta semana, haz que amar a tu prójimo como a ti mismo sea tu verdadero norte.

Que tengas una semana llena de bendiciones,

Karen

La amistad verdadera es la esencia de la espiritualidad

Los verdaderos amigos son más que personas con las que pasamos tiempo. Son quienes nos ayudan a crecer, revelan nuestro potencial más auténtico. Podría decirse que, espiritualmente hablando, volvernos un mejor amigo es nuestra principal prioridad. La amistad verdadera es la esencia de la espiritualidad, porque es la expresión de amar a tu prójimo como a ti mismo. Al amar a otra persona, estamos amando a Dios en el sentido más profundo porque Él está en todas las personas.

"Mejorar nuestra vida es solo el resultado de llevar Luz a la vida de quienes nos rodean.."

A continuación, cinco maneras de conectarte con la Luz del Creador al volvernos mejores amigos:

1. Esfuérzate por compartir, incluso cuando es difícil.

La amistad es una oportunidad increíble para que practiquemos el amor incondicional. Esto significa dar sin esperar nada a cambio. Puede parecer casi imposible llegar a un nivel en el que compartamos tan desinteresadamente como el Creador, sin buscar gratificación emocional ni reciprocidad a cambio de nuestras buenas acciones. Pero mientras más trabajemos en ello, más instintivo se volverá. Esto implica que demos, aún cuando es incómodo, y hacerlo sin buscar beneficio propio. La meta debería ser conectarnos con el Creador y traer Luz al mundo a través de nuestras acciones generosas. Cuando dirigimos nuestra mente hacia esa dirección, abrimos caminos increíbles para que entren las bendiciones a nuestra vida y a la vida de quienes amamos.

2. Motívalos a crecer.

Los amigos verdaderos no solo nos hacen sentir bien con nosotros mismos, sino también nos motivan a crecer. Esto significa dar apoyo cuando nuestros amigos intentan cosas nuevas, ayudarlos a evaluar nuevos puntos de vista y aceptarlos aunque cometan errores en el camino. Si bien nadie puede hacer el trabajo espiritual de otro, es importante que todos tengamos un entorno amoroso y alentador para prosperar. Ayudar a crear dicho entorno para alguien más es una manera poderosa de dar motivación y amor a su viaje personal.

3. Ayúdalos a conectarse con la Luz.

Cuando estudiamos espiritualidad por primera vez, a menudo lo hacemos con la intención de ayudarnos a nosotros mismos, ya sea para tener una mente más positiva, controlar nuestra ira o para recibir más bendiciones en nuestra vida. Y aunque todas esas cosas son importantes, en algún momento nos damos cuenta de que nuestro viaje espiritual consiste en realidad en ayudar a los demás. Mejorar nuestra vida es solo el resultado de llevar Luz a la vida de quienes nos rodean.

Uno de los mejores regalos que podemos dar a alguien es la capacidad para conectarse con la Luz del Creador. Esto no significa que impongamos nuestras creencias espirituales en los demás. Más bien, háblales de las maneras positivas en las que tu vida ha sido influenciada por estudiar espiritualidad o invítalos a una clase. Aún más importante, enseña con el ejemplo; muéstrales el poder del Creador al poner en práctica los principios espirituales en los que crees.

4. Tómate el tiempo de apreciar las bendiciones que cada amigo trae a tu vida.

Es fácil dar por sentado nuestras amistades, pero recuerda que toda persona está en nuestra vida por una razón. Cada relación nos ofrece algo único que necesitamos para acercarnos al Creador, aunque no sepamos cómo.

A veces nuestros amigos nos vuelven locos, o nos alteran o nos hacen enojar, pero hay una razón para ello. Quizá están allí para hacernos abrir los ojos a una nueva manera de ver el mundo, motivarnos a ser más pacientes, o para mostrarnos los aspectos en los que necesitamos trabajar. Las amistades verdaderas no carecen de conflictos. Son las que sobreviven a pesar del conflicto y crecen gracias a las diferencias.

"Ser un amigo es nunca dejar a nadie por fuera, ver lo mejor de esa persona y creer en que podrá alcanzar su máximo potencial."

5. Cree en ellos.

El Creador siempre tiene fe en nosotros. Ser un amigo es nunca dejar a nadie por fuera, ver lo mejor de esa persona y creer en que podrá alcanzar su máximo potencial. Puede que a veces no creamos en nosotros, pero al tener una persona que cree en nosotros, nuestra alma puede ser motivada a hacer el trabajo que vino a hacer en este mundo.

Los buenos amigos son tanto una bendición como una necesidad en nuestro crecimiento espiritual. Nos dan mucho en forma de amor, apoyo y estímulo, pero más importante aún, nos dan una oportunidad para hacer lo mismo a cambio, ¡lo cual es mucho más poderoso!

Tal y como explica Karen Berg, Directora del Centro de Kabbalah: “Se dice que si tenemos un amigo verdadero en nuestra vida, estamos genuinamente benditos. Pero creo que la bendición más grande de todas sería convertirnos en el amigo verdadero de alguien”.

Ama a tu prójimo

“Ama a tu prójimo como a ti mismo”. 

La regla de oro que quizá no sea una regla en absoluto, sino un secreto para la dicha. 

Amarnos a nosotros mismos verdaderamente significa entender que somos seres divinos, y amar a nuestro prójimo es la manera en la que descubrimos nuestra propia divinidad. 

Al compartir con nuestro prójimo —y por ende, amarlo—, estamos compartiendo con nosotros mismos y amándonos en el sentido más profundo. 

Pongamos en práctica la regla de oro, ya que revela el mayor de todos los tesoros: la riqueza de la plenitud que el universo desea impartirnos.

Las vibraciones

Como cualquier otro virus, (COVID-19) tiene una baja vibración con una estructura cerrada de g circuito electromagnético, con una frecuencia de resonancia de aproximadamente 5,5 Hz - 14,5 Hz. en las gamas más altas no está activo y, a partir de las gamas de 25,5 Hz y superiores, el virus muere....
Para una persona que vive en altas vibraciones, es decir, en el Alma, no es más peligrosa que las infecciones respiratorias agudas, porque el cuerpo de un hombre sano "vibra" en las gamas más altas. Sólo ocasionalmente, por varias razones, se desliza en vibraciones más bajas.
Las razones de esto pueden ser varios trastornos en el balance energético ... (fatiga, agotamiento emocional, hipotermia, enfermedades crónicas, tensión nerviosa, etc.) ....
El virus en la naturaleza, fuera del cuerpo, no es resistente ...
La resonancia de frecuencia media total de la Tierra es hoy de 27,4 Hz, y por lo tanto sería destructiva para el virus, pero hay lugares donde esta frecuencia se reduce, es decir, zonas geopáticas creadas natural o artificialmente ... (hospitales, prisiones, Líneas eléctricas, metro y vehículos eléctricos públicos, centros comerciales, oficinas, locales para beber, etc.) Donde las vibraciones caen a niveles inferiores a 20 Hz ...
PARA HUMANOS DE BAJA VIBRACIÓN ESTE VIRUS ES PELIGROSO...
DOLOR – de 0,1 a 2 Hz;
MIEDO – de 0,2 a 2,2 Hz
RESENTIMIENTO – de 0,6 a 3,3 Hz
IRRITACION – de 0,9 a 3,8 Hz;
TRASTORNO - de 0,6 a 1,9 Hz;
ALTA TEMPERATURA - 0,9 Hz;
ARRANQUE DE FURIA - 0,5 Hz,
RABIA - 1,4 Hz;
ORGULLO - 0,8 Hz;
ORGULLO (megalomanía) - 3,1 Hz;
ABANDONO - 1,5 Hz;
SUPERIORIDAD - 1,9 Hz;
En cambio..
GENEROSIDAD - 95 Hz;
GRATITUD (gracias) - 45 Hz;
GRATITUD DE CORAZON - de 140 Hz y más;
SENTIDO DE UNIDAD CON OTRAS PERSONAS - 144 Hz y más;
COMPASION - de 150 Hz y más (pero la piedad es sólo 3 Hz);
AMOR (como se suele decir con la cabeza), es decir, cuando una persona entiende que el amor es un sentimiento bueno, luminoso y de gran fuerza, pero todavía no ha aprendido a amar con el corazón, la vibración - 50 Hz;
EL AMOR que una persona siente con su corazón hacia todas las personas sin excepción y todos los seres vivos - desde 150 Hz y más;
AMOR INCONDICIONAL - de 205 Hz y más.
Durante milenios, la frecuencia de nuestro planeta ha sido de 7,6 Hz. Los físicos la llaman la resonancia de Schumann y es debido al golpe generado por los rayos en el espacio entre la tierra y la ionosfera, que hace de guía de onda y resonador.
El hombre se sentía cómodo en estas condiciones, ya que la frecuencia de vibración de su campo de energía tenía los mismos parámetros - 7,6 - 7,8 Hz.
Sin embargo, la frecuencia de Schumann ha empezado a aumentar rápidamente. Seguimos la dinámica:
Enero 1995 - 7,80 Hz, Enero 2000 - 9,30 Hz, Enero 2007 - 9,80 Hz, Enero 2012 - 11,10 Hz, Enero 2013 - 13,74 Hz, Enero 2014 - 14,86 Hz Febrero 2014 - 14,99 Hz; Marzo 2014 - 15,07 Hz; Abril 2014 - 15,15 Hz.
(Llegamos a 170hz en 2020)
Aunque consideremos la situación desde el punto de vista científico, se hace evidente que una persona que no aumenta sus vibraciones pronto dejará el plano terrestre de una manera u otra, y ni las altas esferas sociales, ni el capital acumulado le ayudarán...
¡Así que no debemos tener miedo!
Usted puede aumentar las vibraciones trabajando con usted mismo y estimulando comportamientos de unidad y amor conscientes...
P.D. Cualquier emoción negativa cierra el acceso a la consciencia.

Renata Beffa.