jueves, 5 de abril de 2018

Los milagros son simples, son el producto de una gran persistencia


La levotiroxina es uno de los pocos medicamentos yang.
Mucha gente lo tomaba para perder peso, pero es una práctica peligrosa porque su exceso genera una intoxicación con taquicardia y ascenso de la presión arterial.
Las personas con hipotiroidismo fracasan en crear yang, su cuerpo no crea el yang suficiente porque están muy débiles.
Si doy el T4 artificialmente, se genera una mayor debilidad, porque un organismo cansado se vuelve más perezoso si le facilitan las tareas.
Se acostumbra a depender de la medicación y el círculo se vuelve vicioso hacia una mayor debilidad y dependencia. Cuanto más tiempo de evolución lleve el hipotiroidismo, mayor cronificación del problema al tomar la levotiroxina.
Por ello no debemos quitarla de golpe.
Se debe hacer gradualmente como alguien que ha usado la silla de ruedas durante mucho tiempo y luego comienza una rehabilitación.
Sea cual sea la causa hay un profundo proceso de yinnización, por la dieta yin, por la falta de actividad física, o por la destrucción de la glándula por yodo radiactivo o por la cirugía extirpativa. Cuando falta la glándula se debe tomar la levotiroxina de por vida, aunque existe la posibilidad de que una profunda fe y una gran voluntad puedan lograr que otros tejidos comiencen a crear de la “nada” T3 y T4 como por ejemplo el hígado o la médula ósea. Científicamente esto es imposible pero para la fe que mueve montañas todo es posible. Mientras tanto hay que tomar la medicación y hacer los controles regulares mientras se trabaja intensamente para crear un alto nivel de energía y vitalidad. La sopa para hipotiroidismo que sugerimos es yang, rica en sales minerales y sal marina, pero no se debe abusar porque todo cambio brusco tiende a crear el efecto opuesto. Una dieta bien equilibrada con voluntad de hierro, masticación, meditación, ejercicios y sobre todo visualizaciones y afirmaciones sobre la propia perfección original puede crear poco a poco un milagro. Una que vez que alguien lo consiga entonces otros creerán y muchos podrán repetir el milagro. La glándula tiroides es yin porque está en un sitio alto, así que es muy vulnerable a lo yin como la fruta tropical, los dulces y las harinas livianas. La dieta debe ser de 60 o 70 % de cereal en grano cada día y en cada comida si fuera posible. Poco a poco se creará la fuerza si ese es el propósito de un practicante verdaderamente enfocado.
Porque los milagros son simples, son el producto de una gran persistencia.
Y como somos seres infinitos hemos nacido agraciados con una tenacidad infinita.
Sólo hay que pensar en ello para traerlo a tu mundo.
Por esa razón nosotros sentimos que la creación de una salud fuerte debe ser la prioridad absoluta en todas las personas independientemente de su profesión, sistema de creencias o situación personal.

-Martín Macedo-

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