miércoles, 18 de abril de 2018

El orden abraza todas las contradicciones


En el hipertiroidismo que afecta a un 2% de la población femenina y hasta un 15% de los adultos mayores, hay muchas características clínicas yang.

A diferencia del hipotiroidismo donde las manifestaciones son claramente yin (aumento de peso, frialdad, cansancio, estreñimiento, voz ronca).
En el hipo hay una deficiente producción de hormona tiroidea.
En el hiper hay un exceso de hormonas.
El hipo es yin y el hiper es yang.
Un poco como en el caso de la presión arterial.
La hipotensión (yin) se caracteriza por poca tensión de la sangre circulante.
La hipertensión (yang) por un exceso de presión del precioso líquido.
También con la liberación de insulina.
Un exceso de producción o hiper insulinismo es yang.
Una deficiencia de producción es "hipo insulinismo", cuadro conocido como diabetes.
Como a la ciencia médica no le interesa en lo más mínimo el estudio de yin y yang, o de las medicinas tradicionales sea de oriente, sea la medicina indígena, no logra resolver definitivamente estos cuadros.
Se limita a prescribir drogas que logran un control temporal de los síntomas, pero que nunca curan porque no van a la causa profunda, porque no es evidente, no se ve.
O como segunda opción remueven la vísceras "problemáticas".
Lo que hace la endocrinología es convertir el hipertiroidismo en hipotiroidismo.
Esa es la "solución" de la ciencia.
Destruye la glándula con yodo radiactivo dejándola inservible.
Entonces el paciente que permite esta mutilación debe tomar levotiroxina (T4 sintética) de por vida, porque ha permitido que la medicina lo convierta en hipotiroideo hasta la muerte.
Lo mismo ocurre cuando acepta la extirpación total o subtotal de su glándula.
Queda sin glándula sagrada, debe tomar T4 el resto de su vida.
La otra solución que ofrece la endocrinología es tomar unos medicamentos que frenan la producción de las hormonas tiroideas; se trata del metimazol y el propiltiouracilo.
Pero son extremadamente tóxicas para el hígado y pocas personas las pueden tomar.
Toda esta violencia es innecesaria, si estudiamos el orden del universo.
El hipertiroidismo, es creado y sostenido por un exceso de yang en la dieta.
Los alimentos extremo yang son los derivados animales como carne de mamífero, aves, quesos duros y salados, fiambres, jamón "pata negra", mariscos y pescados de carne roja como la sardina y el salmón; son los que mantienen ese exceso de yang que crea no sólo el hipertiroidismo, sino también la hipertensión y el hiperinsulinismo, así como otros cuadros yang como litiasis vesicular y renal.
Dejándolos durante unos pocos meses, la enfermedad remite sin necesidad de yodo radiactivo ni de remover vísceras sagradas.
Pero la ciencia rigurosa y sus seguidores seguirán insistiendo en que son lo mejor que la medicina tiene para ofrecer porque ellos se basan en evidencias y que el yodo radiactivo ha demostrado ser seguro en los últimos 60 años en el control del hipertoiroidismo.
Es un mundo dual.
Unos destruyen y otros construyen.
Debe ser así, porque el orden abraza todas las contradicciones ya que el amor infinito no es excluyente.

-Martín Macedo-

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