sábado, 7 de abril de 2018

Ni bien no mal

¿Por qué quieres sentirte bien? ¿qué es bien y qué es mal? ¿quién lo dice? Detente y observa. Los programas de tus padres y la sociedad han manipulado tu mente y la han puesto en tu contra. Cristalina y pura como la mente de Dios, se ha transformado finalmente en un basurero.
Tienes dos caminos: uno lento y uno rápido. O limpias toda la basura acumulada (cosa que no te alcanzará en esta vida ni en la siguiente) o la ignoras en su totalidad, la cortas de raíz. No pretendas purificar la mente ni "desprogramarte". Conténtate con saber que tú no eres la mente. No tiene nada que ver contigo. Al experimentar el Yo Soy como la presencia inamovible y la última realidad, sintiendo que ese Yo Soy eres tú, no importa si hay kilos o toneladas de basura, experiencias dolorosas acumuladas o recuerdos, porque todo es pasado; todo es ilusión. Incluso si todavía lo experimentas en el presente. La mente existe sólo en el momento en que tú le das existencia y la traes a la conciencia.
¿Por qué quieres sentirte bien? Pretender alcanzar un estado interior (el mayor obstáculo de los buscadores espirituales), es tan sólo otro truco del ego para resistir el presente, lo que ES. Es el ego disfrazado de espiritualidad, en su jugada más sutil buscando siempre otra cosa distinta del AHORA.
Simplemente vive y permite que todas las experiencias y emociones pasen a través de ti. No tengas preferencias. Porque si no tienes preferencias, tú búsqueda termina ahora mismo. Todo se recibe con la misma ternura. No hay un sí y un no. Todo es sí. Dolor y placer se transforman en uno; tristeza y alegría son uno; dicha y llanto son uno. Es el fin de la dualidad. Entonces comprendes que todo es Ser y entras en una nueva dimensión.
Este es el mayor secreto y la auténtica liberación: la aceptación. Y no requiere de ningún entrenamiento. No es un camino espiritual. Es posible YA MISMO.
Esto es realmente, un milagro.

Lic. Fernán Makaroff 

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