Cuando llega la infelicidad le das la bienvenida, cuando llega la felicidad le das la bienvenida, sabiendo que son compañeros del mismo juego.
Uno se siente a gusto con este ritmo, con los dos extremos. Cuando llega la infelicidad le das la bienvenida, cuando llega la felicidad le das la bienvenida, sabiendo que son compañeros del mismo juego. Esto es algo que debemos recordar constantemente. Si se convierte en un recuerdo fundamental, tu vida tendrá un sabor completamente nuevo, el sabor de la libertad, el sabor del no aferrarse, el sabor del no apego. Venga lo que venga, permanecerás inalterado, en silencio, aceptándolo.
La persona que es capaz de permanecer inalterable, en silencio, aceptando el dolor, la frustración y el sufrimiento, transforma la cualidad misma del sufrimiento. Para esta persona el sufrimiento también se vuelve un tesoro; incluso el dolor le da claridad. Para él, incluso la oscuridad tiene belleza, profundidad, es infinita. Para él, la muerte no es el final sino el principio de algo desconocido.
Osho
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