jueves, 26 de abril de 2018

Hablame, por favor, de la moralidad.


Esta pregunta sobre la moralidad es muy importante, porque no es lo que os llevan contando desde hace siglos. Todas las religiones se han aprovechado de la idea de moralidad. Lo enseñan de diferentes maneras, pero el principio básico es siempre el mismo: mientras no seas más moral, mientras no seas más ético, no podrás ser religioso.

Por moralidad entienden que tienes que ser sincero, honesto, caritativo, ser compasivo y no violento. En una palabra, primero deberás poseer todos estos grandes valores y solo entoces podrás empezar a ser religioso. Pero en realidad es al revés. Según mi forma de ver, no podrás ser moral mientras no seas religioso. Primero está la religión, la moralidad es tan solo una consecuencia. Pero si esta última se convierte en la meta del ser humano obtendrás una humanidad problemática, desdichada..., y todo por una buena causa. Es como poner la carreta delante de los bueyes: ni los bueyes pueden avanzar ni la carreta se mueve; ambos están atascados.

¿ Cómo puede ser un hombre sincero si no sabe qué es la sinceridad ? ¿ Cómo puede un hombre ser honesto si ni siquiera sabe quien es ? ¿ Cómo puede un hombre tener compasión si no conoce la fuente del amor que hay en su interior ? ¿ De dónde saldrá esa compasión ? Lo único que puede hacer en nombre de la moralidad es volverse un hipócrita, un farsante. Y no hay nada peor que ser un hipócrita. Podrá fingir, podrá intentarlo, pero todo seguirá siendo superficial y estará a flor de piel. Si rascas un poco, te darás cuenta de que todos los instintos animales siguen igual de vivos, dispuestos a vengarse en cuanto les den una oportunidad.
Anteponer la moralidad a la religión es uno de los crímenes más grandes que ha cometido esta última contra la humanidad. La propia idea da como resultado un ser humano reprimido. Y un ser humano está transtornado, dividido psicológicamente, en lucha constante consigo mismo, intentando hacer cosas que no quiere hacer.
La moralidad debería ser algo relajado y sencillo, como tu sombra; no es algo que tengas que ir arrastrando, sino que llega de forma natural.

Yo no enseño moralidad en absoluto. La moralidad debería surgir por su propia cuenta. Yo te enseño a experimentar tu propio ser. Cuando empieces a sentirte más tranquilo, más sereno, más sosegado y callado, cuando empieces a entender tu conciencia, cuando tu ser interno esté más centrado, tus acciones reflejaran moralidad. No es algo que tú decidas sino que se trata de algo tan natural como que un rosal dé rosas. Esto último no ocurre porque el rosal esté haciendo grandes esfuerzos, ayunando y rezandole a Dios, imponiendose los diez mandamientos; el rosal no hace nada. Solo tiene que estar sano, alimentado, y se llenará de flores cuando llegue el momento, con una gran belleza, sin hacer esfuerzo alguno.
La moralidad que surge con el esfuerzo es inmoral; la que surge de forma natural es la auténtica.

Pero yo no os hablo de moralidad porque ha causado muchos problemas a la humanidad, en todos los aspectos. Te han impuesto ideas preconcebidas sobre lo que está bien y lo que está mal. En la vida, las ideas preconcebidas no funcionan porque la vida no cesa de cambiar, es como un río que toma nuevos cursos, pasa por nuevos terrenos..., de las montañas a los valles, de los valles a los llanos, y de los llanos al mar.
Heráclito tenía razón cuando decia:
<< No se puede pisar dos veces el mismo río >>, porque siempre está fluyendo.

OSHO
Al filo de la navaja

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