sábado, 20 de julio de 2019

“Lo semejante atrae a lo semejante”.

“Lo semejante atrae a lo semejante”.
Somos frecuencias vibracionales creadoras y dependiendo de el tipo de vibración es lo que iremos creando en nuestra vida. Nuestras frecuencias vibratorias atraen todo lo semejante a ellas, por eso que debemos cuidar las emociones que tenemos diariamente son las que nos hacen vibrar en estado alto o bajo.

Según David Hawkins el autor del libro “Dejar ir” Las diferentes energías forman constelaciones de “patrones atractores” o “niveles de conciencia”.

El mapa de la conciencia humana proporciona una visión lineal, logarítmica del plano energético no-lineal. Cada nivel de conciencia (o patrón atractor) es calibrado en una escala logarítmica de poder energético, que van del 1 al 1.000. El nivel de Completa Iluminación (1.000), en la parte superior del Mapa, representa el nivel más alto posible en el reino humano, es la energía de Jesucristo, Buda, y Krishna. El nivel de la Vergüenza (20) se encuentra en la parte inferior, cercana a la muerte, representando la mera supervivencia.
El nivel de la valentía (coraje) (200) es el punto crítico que marca el cambio de la energía negativa a la positiva. Es la energía de la integridad, el ser veraz, el empoderamiento, y el tener la capacidad de hacer frente a las cosas. Los niveles de conciencia por debajo de la valentía son destructivos, mientras que los niveles superiores apoyan la vida. Una simple prueba muscular revela la diferencia: los estímulos negativos (por debajo de 200) instantáneamente debilitan el músculo, y los estímulos positivos (por encima de 200) instantáneamente fortalecen el músculo.
La verdad “poder” fortalece; La “fuerza”. Debilita. Por encima del nivel del coraje, la gente nos busca porque les damos energía (“poder”) y tenemos buena voluntad hacia ellos. Por debajo del nivel del Coraje, las personas nos evitan porque les robamos energía (“fuerza”) y queremos usarlos para nuestras propias necesidades materiales o emocionales. Aquí, diseñamos la escala básica, partiendo de las energías más elevadas y bajando hacia las inferiores: posiciones rígidas, es no critica, y no competitiva.
Paz (600): Esto se experimenta como perfección, felicidad, fluidez, y unidad. Es un estado de no-dualidad más allá de la separación y más allá del intelecto, en tanto que “paz que sobrepasa todo entendimiento”. Se describe como Iluminación y Entendimiento. Es rara en el reino humano.
Alegría (540): El amor que es incondicional e inmutable, a pesar de las circunstancias y las acciones de los demás. El mundo se ilumina con una exquisita belleza, que es vista en todas las cosas. La perfección de la creación es evidente por si misma. Hay una cercanía a la unidad y al descubrimiento del Ser; compasión por todo; enorme paciencia; sentimiento de unidad con los demás y preocupación por su felicidad. Una sensación de auto-realización y auto suficiencia prevalece.
Amor (500): Una forma de ser que perdona, nutre y apoya. Que no procede de la mente, sino que emana del corazón. El Amor se centra en la esencia de una situación, no en los detalles. Trata las generalidades, y no de las particularidades. A medida que la percepción es reemplazada por la visión, no toma posición y ve el valor intrínseco y la amabilidad de todo lo que existe.
Razón (400): Este aspecto distingue a los humanos del mundo animal. Existe la posibilidad de ver las cosas en abstracto, de conceptualizar, de ser objetivos, y tomar decisiones rápidas y correctas. Su utilidad es enorme para la resolución de problemas. La ciencia, la filosofía, la medicina, y la lógica son expresiones de este nivel.
Aceptación (350): Esta energía es fácil de llevar, relajada y armoniosa, flexible, incluyente, y libre de resistencias internas. “La vida va bien”. Tu y yo estamos bien. Me siento conectado”. Cumples con la vida en los términos de la vida. No hay necesidad de culpar a otros o culpar a la vida.
Voluntad (310): Esta energía sirve a la supervivencia en virtud de una actitud positiva que da la bienvenida a todas las expresiones de la vida. Es amable, servicial, quiere ayudar, y trata de estar al servicio.
Neutralidad (250): Se trata de una forma de vida que es cómoda, práctica y está relativamente libre de emotividad “Se está bien de cualquier manera.” Está libre de posiciones rigidas, es no crítica y no competitiva.
Valentía (Coraje) (200): Esta energía, dice, “puedo hacerlo”. Está determinada, entusiasmada con la vida, la productividad, la independencia, y el auto-empoderamiento. La acción efectiva es posible.

Orgullo (175): “Mi manera es la mejor manera”, dice este nivel. Su enfoque es el logro, el deseo de reconocimiento, lo especial, y el perfeccionismo. Se siente “mejor que…” y superior, a los demás.
Ira (150): Esta energía se sobrepone al origen del miedo con la fuerza, las amenazas y el ataque. Es irritable, explosiva, amarga, volátil, y resentida. Le gusta “vengarse”, como un “Ya te enseñaré”
Sufrimiento (75): Hay impotencia, desesperación, pérdida, pesar, y sentimiento de, “Si yo tuviera…” Separación. Depresión. Tristeza. Ser un “perdedor”. Tristeza, como un “No puedo seguir”
Deseo (125): Siempre se busca la ganancia, la adquisición, el placer, y el “obtener” algo que está fuera de uno mismo. Es insaciable, nunca está satisfecha, y anhela. “He de tenerlo”. “¡Dame lo que quiero, y dámelo ahora!”
Miedo (100): Esta energía ve “peligros”, que están en todas partes. “Es evasiva, defensiva, está preocupada por la seguridad, es posesiva, celosa de los demás, inquieta, ansiosa y vigilante. “Si yo tuviera…” Separación. Depresión. Tristeza. Ser un “perdedor”. Tristeza, como un “No puedo seguir.”
Apatía (50): Esta energía se caracteriza por la desesperanza, el hacerse el muerto, estar en “fuga” de los demás, estar inmovilizado, y los sentimientos: “No puedo” y “¿A quién le importa?” La pobreza es común.
Culpa (30): En este campo de energía, uno quiere castigar y ser castigado. Esto conduce al auto-rechazo, el masoquismo, el remordimiento, el “sentirse mal”, y el autosabotaje. “Todo es error mío”. La propensión a los accidentes, la conducta suicida, y la proyección del auto odio sobre los demás que son “malos” es común. Es la base de muchas enfermedades psicosomáticas.
Vergüenza (20): Se caracteriza por la humillación, como “enrojecer de vergüenza.” Tradicionalmente se la ha acompañado con el destierro. Es destructiva para la salud y lleva a la crueldad con uno mismo y los demás.
Fuente: Libro "Dejar Ir: El Camino De La Entrega". del Dr. David R. Hawkins

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