sábado, 20 de julio de 2019

De la realidad virtual oculta y del gran juego cósmico

Muchas personas y muy probablemente TODOS somos una suerte de programa de computadora, lo cual es fácilmente predecible y evidente a través de nuestro discurso, nuestros actos, pensamientos y reacciones repetitivas y cansinas.
Pero, lo que no muchos conocen es que tanto el software como el hardware pueden ser cambiados y transformados. Pero, ¿cómo? ¿de qué estamos hablando? Bueno, en realidad, no es tan fácil. En realidad, es quizás lo más difícil y complicado, y por qué no decirlo, un poco siniestro de este Viaje, sobre todo el darse cuenta y descubrir que, en efecto, es así. Que estamos viviendo y jugando una realidad virtual de niveles monumentalmente macrocósmicos y superinterdimensionales, más allá de nuestros actuales entendimiento y comprensión humanas.
Primero viene y ocurre el descubrirlo, luego entenderlo y asimilarlo, y finalmente, aceptarlo con todo lo que esto conlleva en los niveles conciencial y experiencial. No es muy agradable, en primera instancia, el hecho de descubrirlo y saberlo. Y finalmente, aceptarlo. Pero es urgente que seas consciente de ello con el fin de cambiar los patrones matemáticos y coordenadas espacio tiempo de tu propio Juego, y de tu propio nivel logrado del mismo.
Hay que salirse del programa (y esto es lo más difícil y sin embargo lo más apremiante y vital) y esto se logra desidentificándose con él. Luego, lo demás es mucho más fácil cuando caes en cuenta que tanto el uno como el otro (hardware y software) son sólo unos muy útiles vehículos y herramientas para jugar en esta "realidad virtual" para luego, poco a poco, gradualmente, crear tus propias leyes y reglas, en un nuevo y renovado juego y renovado universo, por decir algo..
Si te sigues identificando como organismo, es decir con tu cuerpo, tu mente, tus emociones, tu fisiología, tu psicología, simplemente te pierdas en la pantalla del cine y te pierdes la verdadera película, es decir, la verdadera vida, la eterna, única y perpetua realidad, el reino de los cielos, la piedra filosofal, la tierra prometida, llámala como quieras a esa realidad, a ese tesoro que yace detrás y debajo de todos nuestros conceptos, creencias o ideas que tengamos sobre ella y sobre el mundo en general. Es algo así cómo encontrar el baúl lleno de oro al otro lado del arco iris, encontrar el anhelado y merecido premio, tu sagrada recompensa de la Libertad, la Sabiduría, la Experiencia y el Conocimiento, junto a la sublime Paz y Gozo que estas proveen y albergan.
El verdadero y preocupante problema es el desconocimiento de sí mismo del hombre y sin éste es virtualmente imposible llegar a dichos estadios divinos y reales.
Es obvio, bueno, quizás no tanto para muchos, y quizás no sea tu entera responsabilidad, el estar tan perdido y dormido como lo estás en los actuales momentos, de eso se encarga y se ha encargado el Sistema desde que estás en el vientre materno y aún más allá, con todas sus instituciones, religiones, distracciones, entretenimientos y cultura diciéndote e imponiéndote qué hacer, qué decir, qué pensar, que perseguir, cómo actuar, normalizándolo todo. Pero sí lo es (tu responsabilidad) el despertar.
Es un poquito complejo, lo sé, pero es imperativo y apremiante que conozcas tu real situación dentro de esta maraña corrupta y corrompida, construida con la sola intención de mantenerte ciego, adormitado, aletargado, prisionero y esclavo de tus miedos, de tus pasiones, de tus instintos, de tus obligaciones, de tus creencias arcaicas, de ti mismo, y a la cual contribuyes en mayor o menor grado, consciente o inconscientemente.
Hay una parte profunda e inmutable del ser que somos, que SIEMPRE es, que siempre ha sido y siempre será, EL SER EN SÍ MISMO, y es ahí donde mora y tenemos nuestro, por decirlo así, centro, una esencia espiritual inmutable, eterna, no nacida, atemporal, no focal, innominada, divina, vacua, sagrada y gloriosa, si la queremos definir o describir de una humana y finita manera, si quieren llamémosla Dios o como les venga en gana, realmente el nombre no importa mucho, no así su vibrante realidad escondida detrás de la carne y los objetos e imbuida al mismo tiempo en toda la creación universal fenoménica.
Otra cosa es su expresión, extensión y manifestación fenoménica, la "apariencia" de todo lo que vemos y nos rodea, de lo que creemos que somos, de lo que nos han dicho que somos, de lo que pensamos que somos, cuando en realidad tan sólo rozamos la superficie, y esto si es que, y si tenemos algo de habilidad y "suerte". No confundamos al ego con el Ego, al Ser con la personalidad, son dos cosas distintas pero interdependientes y simbióticas, vehículos de expresión, manifestación y experimentación en este plano terrestre, material y mental.
Muchas personas sueñan con un cambio radical y urgente en este mundo. No son pocos los idealistas y los soñadores, los que desean un mundo nuevo y mejor. Pero, en realidad, para el efecto tan intensamente anhelado y perseguido, no basta tan sólo con soñar. No basta únicamente con desearlo. No es suficiente con pretenderlo y gritarlo a los cuatro vientos. Aquí no cabe la mera buena intención.
Si deseamos hacer realidad concreta y tangible y manifestar un REAL Y VERDADERO CAMBIO, debemos convertirnos en idealistas y soñadores pragmáticos, prácticos, efectivos, generadores, creadores y materializadores de realidades metafísicas. Como en realidad opera el Gran Universo. Aterrizar toda aquella Bondad Infinita que habita en nuestra Mente y en nuestro Corazón. Seamos conscientes o no. Lo sepamos o lo creamos o no.
Para ello, primero hay que tomar CONSCIENCIA, de uno mismo, del Universo que habitamos, de nuestras circunstancias, de nuestros enteros mundo interior y exterior. Ser radicalmente honestos con nosotros mismos y nuestra actual situación de vida, sea cual sea esta. No engañarnos ni mentirnos, ni ser autoindulgentes ni autocompasivos. Despiadados, si es posible.
Ergo, siendo ésta una realidad entera y eminentemente matemática, binaria y virtual, para efectos de un cambio global, permanente y trascendente en el mundo y en el universo mismo, debemos convertirnos en una suerte de virus biológico o informático, para así, luego, penetrar en el Sistema e infectarlo desde sus propias bases. Debemos ser la ecuación equilibrante y al mismo tiempo redentora.
Pero, ¿Cómo? Fácil, pero a la vez no tanto. Se logra y se lleva a cabo través de nuestra propia vida y existencia, de nuestros propios pensamientos, palabras, emociones, sentimientos y acciones, en pocas y justas palabras, a través de nuestra propia vibración emanada e irradiada desde nuestro propio ser. Ser un líder, un modelo o ejemplo en este mundo no basta, no sirve. Muchas veces es pura paja. El real Cambio está en eso, en el Cambio real y gradual de nuestros propios pensamientos y creencias limitantes, en la elevación de nuestra propia humana vibración, en una real, verdadera y tangible transformación o mutación interior que se proyecta y refleja en el resto, en lo exterior a través de nuestros actos y palabras. Fractalidad humana y cósmica en acción. No hay de otra. La revolución secreta es silenciosa y debe penetrar el inconsciente colectivo de la raza, sin mayores pretensiones ni exabruptos, sin violencia, con puro y genuino Amor hacia la humanidad entera. Dejar de juzgar. Y actúar. ¡¡Ya!!
En alguno de los últimos términos, la realidad se reduce a eso, a patrones matemáticos binarios, tal cual una magistral, voluminosa y majestuosa Super Computadora Cósmica. Pero, acaso ¿estos patrones matemáticos tienen una VIDA PROPIA? ¿Acaso esos patrones poseen una inteligencia individual e individualizada o son parte de una Inteligencia Global que abarca todos sus datos, información y funciones? ¿Se manejan por sí solos? Me refiero a que si esos patrones matemáticos, que pueden ser reducidos a patrones binarios tal cual una Supercomputadora virtual Hiper cósmica, son la Vida misma, o la Vida en sí misma los subyace y los gobierna y organiza...TÚ MISMO ESTÁS DETRÁS DE TODO ESTO. Tú mismo diseñaste el plan, el patrón y el propósito de existencia y de vida. Sólo tú tienes la clave y la llave maestra. Sólo tú puedes cambiarlo, si así lo deseas.
La transformación o el desarrollo interior de la que hablo, tienden, (y si es efectiva en efecto lo hace), no a la desaparición ni muerte o eliminación de lo que llamamos ego, (esto es virtualmente imposible y es un verdadero absurdo), sino más bien a la trascendencia e integración del mismo a la Gran Obra, una reorientación intrapsíquica de las corrientes inferiores del Ser, en pro de un trabajo conjunto eminentemente alquímico y espiritual.
La clave para salir de esta Gran Ilusión está en la transformación de la psique individual y colectiva del hombre.
Y recuérdalo, el Juego es tan real como tu mente lo haga, y tan intenso como lo sea aquella, pero no lo olvides, tan sólo estás jugando y has consentido en ello, aunque quizás no lo recuerdes...
Comprende el juego, acéptalo, asimílalo, hazlo parte de ti, nútrete de él, comparte generosamente tu Conocimiento y Sabiduría adquiridos a pulso y esfuerzo durante el Juego, ayuda y eleva a todos cuantos puedas, deseen y permitan que lo hagas, y canta Y PROCLAMA TU VICTORIA!!!
El Universo entero es una entera Sinfonía, una Sagrada y Cósmica Canción en los labios de Dios.
El Universo se mueve, $e expande y habita a través de las octavas micro cósmica y macrocósmicamente, al Infinito.

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