jueves, 11 de julio de 2019

Nuestras células están guiadas por una sabiduría infinita.


Nuestras células están guiadas por una sabiduría infinita.
La célula no tiene ego.
Todo lo que hace, lo hace con total perfección y siempre con el fin supremo puesto en el bienestar colectivo.
La célula es tan sabia que "sabe" que al cuidar a la totalidad que la sostiene se cuida a si misma.
Si cuido a la familia, la familia me cuidará a mi.
Es la expresión màs alta del amor.
Pero se trata de un proceso jubiloso, no calculado, interesado.
Sirven por el placer de servir, por la pura alegría de servir.
El primer gesto de amor de la célula consiste en cuidarse a si misma para no convertirse en un elemento que estorbe el funcionamiento del conjunto.
Y las células comen y beben como todos los organismos inteligentes.
Beben a través de la membrana celular.
Hay espacios entre las células y en ese espacio hay liquido intercelular que contiene los nutrientes que necesita la célula. 
La membrana se pliega sobre una gota de liquido para beberlo; rodea la gota y cierra el orificio formando una especie de esfera que se invagina y se introduce en el citoplasma. Una vez dentro esa vacuola de nutrición "externa" es digerida por la acción de enzimas que la van reduciendo de tamaño en la medida que se van utilizando sus elementos constitutivos.
La membrana también puede devorar moléculas sólidas....por el mismo mecanismo...se pliega sobre la misma y forma una vacuola que la hace ingresar al interior como si fuera una boca que come.
Cada una de nuestras 50 trillones de células se comporta con igual sabiduría.
Cada cosa que come y bebe es cuidadosamente seleccionada para mantener la salud y la perfección funcional.
Jamás tomaría algo que la pudiera dañar.
Ni siquiera se piensa en esa posibilidad.
Ni lo piensa ni lo hace.
Pero nuestro ego siempre está pensando en la gratificación sensoria aunque ello implique dañar o debilitar nuestra salud.
El bajo juicio carece de sabiduría porque no ve la totalidad.
Esa contracción, esa estrechez es favorecida por una alimentación demasiado yang, como la que se practica en zonas muy frías donde la costumbre es tomar mucha alimentación de origen animal.
Cuanto más abundante es la porción de alimentación animal más fuerte es la influencia del juicio sensorio.
Por esa razón cuando algunos practicantes de macrobiótica hacen una dieta de 100% cereal durante 7 a 10 días, quedan automáticamente liberados de su influencia pudiendo remontar fácilmente a los juicios elevados.
Cuando la base es cereal integral se facilita el acceso a la sabiduría.
Pero cuando la base es proteína animal este acceso se bloquea en forma definitiva.
Y todas las enfermedades del texto de medicina se convierten en incurables.

-Martín Macedo-

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