Usted tiene el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día (no sabe cuándo) podrá precisar de ellos.
Usted tiene el hábito de juntar dinero sólo para no gastarlo, pues piensa que en el futuro podrá hacer falta.
Usted tiene hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usa hace bastante tiempo.
Usted tiene el hábito de guardar resenti-mientos, tristezas, miedos, entre otras más.
No haga eso. Es anti-prosperidad.
Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a su vida.
Es preciso eliminar lo que es inútil en usted y en su vida, para que la prosperidad venga.
Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que usted desea.
Mientras usted está cargando cosas viejas e inútiles, material o emocionalmente, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.
Los bienes precisan circular.
Limpie los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garaje.
Dé lo que usted ya no usa.
La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra su vida. No son los objetos guardados que estancan su vida, sino el significado de la actitud de guardar.
Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia. Es creer que mañana podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus legitimas pretensiones.
Con esa postura, usted está enviando dos mensajes para su cerebro y para su vida:
1º Usted no confía en el mañana.
2º Usted cree que lo nuevo y lo mejor NO son para usted, ya que se alegra con guardar cosas viejas e inútiles.
Deshágase de lo que perdió el color y el brillo y deje entrar lo nuevo en su casa... y dentro de sí mismo.
Después de leer esto, tampoco lo guarde, mándelo a otros y que fluya la energía...
Aprendamos de la naturaleza que todo lo circula...! Eso se llama tener mentalidad de Abundancia.
HOY es un buen día para empezar a limpiar la mente, la casa, el cuerpo.
Por qué dejamos todo para *Después*...???
*Después* te llamo.
*Después* lo hago.
*Después* lo digo.
*Después* yo cambio.
Dejamos todo para *Después*,
como si el *Después*
fuese lo mejor.
Por qué no entendemos que...
*Después* el café se enfría,
*Después* la prioridad cambia,
*Después* el encanto se pierde,
*Después* temprano se convierte en tarde,
*Después* la añoranza pasa,
*Después* las cosas cambian,
*Después* los hijos crecen,
*Después* la gente envejece,
*Después* el día es noche,
*Después* la vida se acaba.
No dejes nada para *Después*,
porque en la espera del *Después*,
tú puedes perder los mejores momentos,
las mejores experiencias,
los mejores amigos,
los mayores amores,
y todas las bendiciones que *Dios* tiene para ti.
Acuérdate que el *Después*
puede ser tarde.
*El día es hoy.*
*YA NO ESTAMOS EN EDAD DE POSPONER NADA.*.
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