CONTRATOS (FAMILIARES): CÓDIGOS QUE NOS IMPIDE SER LO QUE SOMOS
Son una especie de “códigos” que están situados en lo más profundo de nuestras mentes en forma de creencias y de todo tipo de inhibiciones que nos paralizan.
Cuenta Marianne Costa que en un momento de su vida escribió en un papel de pergamino: “soy una fracasada”.
Después lo firmó con una gota de su sangre y lo enterró. En ese lugar plantó una bella flor y empezó a diseñar su realidad liberada de esa maldición. (Es un acto psicomágico, donde nos liberamos de esos códigos que recibimos de nuestra familia)
Un contrato es un acuerdo entre dos partes que se comprometen a dar algo y a recibir algo a cambio. Pero no todos los contratos están sobre papel, ni siquiera son verbalizados, ni tampoco todos están en el plano de la consciencia. Más aún, como en el caso del nombre, hay contratos que aceptamos en desigualdad de condiciones porque se “sellan” en la más tierna infancia: el niño intuye que el incumplimiento implica no ser querido, lo que significa la muerte. Nuestro cerebro más primitivo nos dicta la orden de obedecer cuando la amenaza es ser expulsado del clan.
Alejandro Jodorowsky
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