La tarea primordial del hombre es fortalecer su cuerpo.
Son palabras del maestro Georges Ohsawa.
Fue un gran líder y aunque partió en 1966 su fuerza nos llega a través de sus libros y publicaciones.
En la antigüedad esto era evidente.
En la antigua Grecia los niños y las niñas eran separados para recibir una educación diferenciada.
Los varones eran entrenados en la lucha, para convertirlos en fuertes guerreros, en los mejores, los más valientes e invencibles.
Las niñas para proteger y cuidar a los pequeños y a las familias.
En la antigüedad quien no tuviera fortaleza física no podía sobrevivir ni casarse ni formar una familia.
Entonces se daba una esmerada atención a la educación física.
Pero Ohsawa lo afirma en tiempo presente.
Aunque estemos en la era de las computadoras, la tarea primordial del hombre sigue siendo fortalecer su cuerpo.
Un cuerpo fuerte es un cuerpo de máxima calidad biológica.
Nunca se fatiga, descansa de maravilla, siempre está entusiasmado y desconoce el miedo.
Es decir que cumple las 7 condiciones de la salud.
Que Ohsawa estableció.
Las luchas entre espartanos y atenienses quedaron en los libros de historia.
Pero el sol sigue saliendo por el este, en el mismo minuto y en la misma latitud que hace 3000 años.
Las leyes universales no cambian.
Si las capacidades físicas de los humanos se deterioran, sus vidas no funcionarán aunque tengan doctorados, aunque vayan a la iglesia y recen con fervor, aunque miren cientos de horas videos de "La ley de atracción" en You Tube.
Esto es particularmente notable a partir de los 40 años.
Nada funciona en un cuerpo frágil y enfermizo.
Un organismo débil será pronto presa de las bacterias y los virus.
Y el alma estará deseando mudarse a un sitio más seguro.
Pero con la macrobiótica el más débil se vuelve el más fuerte, y el más miedoso se convierte en el más valiente.
Si estudian y practican el principio de las transformaciones.
Que enseñamos en nuestros cursos y publicaciones.
Los 365 días del año, para aumentar la felicidad del mundo.
-Martín Macedo
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