lunes, 24 de diciembre de 2018

El cuento de la rana que cayó al pozo


El cuento de la rana que cayó al pozo

Andando por el bosque un grupo de ranas, una de ellas, que iba distraída, cayó en un pozo muy profundo. Nada más darse cuenta, todas las demás ranas corrieron a asomarse al pozo con la intención de apoyarla. 

Sin embargo, al momento, se dieron cuenta de que éste era muy, pero muy, profundo. Tanto, que lo hacía casi imposible de subir por una rana como ellas.

De ahí que al poco de ver los desesperados esfuerzos de su compañera, optaran por aconsejarle que se diera por vencida. Nunca superaría esa profundidad, de modo que lo mejor que podía hacer era resignarse. Y así se lo gritaban.

Sin embargo, a pesar de sus gritos para que no se esforzara más, la rana no dejaba de intentarlo una y otra vez. Y conforme más les gritaban que lo dejara, que desistiera, con más ahínco la rana lo volvía a intentar. No se lo podían creer. Era como si no las oyera.

El caso es que así estuvieron un buen rato, sin que nada cambiara. A pesar de los comentarios de que cualquier esfuerzo que hiciera sería inútil, ella como si nada. Saltaba cada vez con más fuerza.

Frente a su mensaje de que se rindiera y dejara de sufrir, ella saltaba cada vez más. Y tanto saltó, y con tal convicción, que en uno de ellos consiguió salir del hondo pozo.

Ni que decir que la alegría del resto de las ranas fue muy grande. Una de las suyas volvía a estar entre ellas. Pero tras las muestra de cariño vino la sorpresa ¿Cómo había sido capaz de salir del pozo a pesar de los gritos en contra?

La respuesta de la rana las dejó estupefactas. Era sorda y allá abajo no oía nada de lo que le gritaban. Es más, pensaba que en realidad lo que estaban haciendo era animarla para que se esforzara más y así salir.

Lo dicho. Como no sabía que era imposible, lo intentó. Y como creía que podría, lo consiguió[2].




 También conocida por "La fábula de la rana sorda" o "El poder de la palabra"
Una referencia relacionada: En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA , hay un póster muy lindo de una abeja, el cual dice así: "Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe"

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