“EL ORDEN DE LOS
HOMBRES NO DEPENDE DE LOS DIOSES DEPENDE DE LOS HOMBRES”. -Los Sofistas-
Definitivamente eres mucho más de lo
que tú mismo crees, vales mucho más de lo que tú mismo piensas, cuentas con
infinitas capacidades aún por develar, eres capaz de emprender aún situaciones
extraordinarias; todo esto y más será una realidad si realmente lo deseas y lo
pones en valor en tu vida, asumiendo responsabilidad, te remangues y actúes.
Es un momento propicio para que
pienses, reflexiones, actúes, vivas: lo único que requieres saber es que tú
puedes ser lo que desees ser y hacer y tener más de lo que crees; los seres
humanos somos merecedores de la abundancia del universo que está a nuestra
entera disposición; tienes la posibilidad de construir cada vez la mejor
versión de ti mismo, para ti y para quienes te rodean.
El proceso
contínuo de desarrollo y expansión del ser humano puede transitarse "en
automático", o sea, más allá de la voluntad consciente, sabiendo que
inconscientemente estamos haciendo lo que queremos, justamente eso “no hacer
nada”, o puede ser liderado desde el compromiso y la responsabilidad de una
transformación consciente y total.
En la primera
opción, "somos vividos por la vida", la que se hará cargo de
mostrarnos aquello que requerimos re-aprender. Vamos "a la deriva",
como una rama caída al lecho de un río, algunas veces navegando cómodamente
(nuestro espacio de “confort”) acompañando la corriente, otras veces quedando
atascado en algún obstáculo, o avanzando "a los golpes", de orilla a
orilla, en la superficie o en las profundidades, haciendo suya la sentencia de
Séneca: “si no sabes adónde vas,
cualquier camino es bueno”.
Tú y solo tú tienes el poder de
decidir transitar la vida con una actitud
irresponsable, victimizante y quejosa o generar formas de ser responsables,
protagónicas y comprometidas con tu vida y con la vida del mundo conectándote
con todo lo que quieres y te mereces como ser humano. Lo veas o no, los Seres
Humanos somos la causa de todo lo que “recibimos”, lo que generamos, lo que nos
suma y lo que nos resta en éste aquí (me refiero a todas, si a todas las
circunstancias de nuestra vida, las que estemos viviendo en condiciones más o
menos extremas o dramáticas) y ahora (ya que a largo plazo siempre suma) aún
aquello que desde la mirada física, la mirada de los 5 sentidos, pareciera no
tener nada que ver con nosotros, los seres humanos.
De ésta manera los
seres humanos vamos a generar un tipo de vida si creemos que los resultados que
“recibimos” pueden llegar a tener que ver con razones ajenas a nosotros y un
tipo de vida opuesta y distinta si comprendemos que causamos, generamos y
atraemos todo aquello que “recibimos”, tanto lo que suma como lo que resta en
este aquí y ahora de nuestras vidas.
Estos mecanismos tienen
que ver con quienes elegimos ser en el ejercicio de nuestro albedrío, es decir
si nos paramos en formas de ser íntegras,
en todo aquello que genera una
“energía” limpia, genuina, armoniosa, fresca y despejada que honra la vida
o en formas de ser desintegras, todo
aquello que genera una energía y vibración turbia, nociva y des-honra la vida.
De esto dependen los resultados que tengamos en nuestras vidas y de lograr los
resultados que legítimamente deseamos como seres humanos y como sociedad.
Te invito entonces
a que, si le ves el valor, en forma responsable y consciente vayas creando un
nuevo ser humano cada vez, aquel ser humano que se requiera para accionar hacia
el logro declarado. La posibilidad de "vivir la vida", se genera
desde el accionar responsable y comprometido a "hacer que las cosas se
generen”, desde el re aprendizaje constante como proceso de acción efectiva.
Este camino
genera estados de ánimo de poder, de entusiasmo, de serena ambición, generando
espacios para la aceptación y la paz y legitima posibilidad de concretar tu
máxima posibilidad en todas las áreas de tu vida y por tanto conectarte con la
plenitud anhelada. El plan vital responde a la pregunta primogénita ¿Cuál es el
propósito de mi vida en el mundo?
Los seres
humanos no recibimos una vida hecha y acabada sino que decidimos realizarla y
determinar qué es lo que vamos a generar con nuestra vida. El plan de vida que
te propongo desarrollar es un puente que une el ser de la persona humana con el
quehacer que elige y desempeña durante su existencia. El plan da cuenta,
además, de la armonía existente entre el ser de la persona y su propio quehacer
existencial.
"Todo
parece imposible hasta que se hace”
- Nelson
Mandela
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