El maestro Georges Ohsawa habló del origen de la enfermedad.
Como conocía la causa de las enfermedades podía curarlas.
Pero quien desconoce las causas no podrá curarlas.
Porque andará como alguien que intenta repeler un robo disparando balas a ciegas por miedo a prender la luz.
Hay tantas enfermedades misteriosas.....que ameritan visitas a especialistas y sub-especialistas que requieren muchas veces viajar a países lejanos para consultar.
Enfermedades raras de esas que dicen....."usted tiene un mal muy poco frecuente...un caso cada 100.000".
Y muy pocos especialistas la conocen ...entonces usted debe viajar a Turquía donde en una remota aldea vive el único médico del mundo que tiene experiencia con esa enfermedad.
Pero Ohsawa no era especialista y atendía cualquier enfermedad porque para él había una sola que las originaba a todas.
Hay muchas hojas en un árbol.
Muchas ramas.
Pero sólo un tronco y una sola raíz.
El especialista de la hoja pone el microscopio en la hoja y estudia con un aumento enorme los misterios de la hoja enferma.
Pero no investiga la raíz, porque para la raíz hay otro especialista.
La causa de la enfermedad es el bajo nivel de juicio.
Los bajos juicios o niveles de comprensión ponen el énfasis en el placer sensorio o en las emociones de una comida con amigos donde la calidad no importa sino el estar juntos y beber y divertirse.
Estos bajos niveles de juicio se consolidan al tomar alimentos de baja calidad.
Entonces lo similar atrae a lo similar.
Los alimentos de baja calidad, atraen un tipo de razona-miento inmaduro e insensato.
Niños de 60 años o más tomando helados, bebidas cola y postres cargados de grasas densas y químicos.
Y sonríen y dicen: "la vida es corta.....disfrutemos de cada día, porque la vida está hecha de buenos momentos como éste".
No podemos apoyar a personas con esos hábitos, con este tipo de nivel de juicio o comprensión.
Estas personas acuden a la alopatía cuando requieren un médico, porque la alopatía no toca en absoluto su nivel de juicio.
La macrobiótica eleva el nivel de juicio, vuelve más sabio al que la practica buscando el retorno de la salud.
Por esa razón Ohsawa afirmaba que la causa profunda de la enfermedad es un estilo de vida indisciplinado.
Con suficiente disciplina se puede crear una salud poderosa.
Por esa razón las naciones altamente disciplinadas son las más sanas del mundo y se constituyen en potencias mundiales.
La disciplina crea la salud.
Y su falta crea la enfermedad.
Algunos heredan una sólida constitución genética.
Y se jactan de que a ellos todo les cae bien y que las enfermedades se crean en la mente.
Creen que pueden estar sanos y fuertes, viviendo en la indisciplina.
Su arrogancia les impide acceder a los juicios más altos.
Así que no podemos apoyar a estas personas.
Son incurables debido a su arrogancia.
Sólo podemos esperar que el tiempo haga su labor y les apoye mediante un lento y penoso aprendizaje.
A comprender el gran orden del universo.
Que otorga todos los deseos a los que estudian y practican sus principios inmutables.
Con una pasión desbordante y llena de dicha.
Martin Macedo-
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