Mi madre es una mujer muy devota.
Desde hace 60 años reza el Rosario......
“Ruega por nosotros pecadores...”
Mi abuela lo rezaba cuando ella estaba en su vientre....
Y luego le enseñó a orar.... “ruega por nosotros pecadores”
Y lo reza a diario desde hace más de 60 años...cada día sin fallar jamás.
Y los sacerdotes les dicen que cuanto más recen mejor irá el mundo y habrá más conversos y habrá más milagros del poder divino.
Y para motivarse con otros creyentes se reúnen cada sábado para tener una sesión de oraciones donde repiten el mantra a coro y a viva voz... “ruega por nosotros pecadores”.
Entonces luego de miles y miles de repeticiones el poder omnipotente de la palabra crea una poderosa creencia.. “soy una pecadora”.
Una tremenda huella en el inconsciente.
Pero esta creencia implica la existencia de culpa.
Y la culpa merece un castigo.
Entonces ella inconscientemente espera el merecido castigo.
Y vuelve a sus rituales y a la recitación que supuestamente mejorará su alma y traerá bendiciones para el mundo.
Rogando, mendigando a un poder externo para que los libere de la culpa y de la debilidad que nos lleva a pecar una y otra vez debido al mal que yace irremediablemente en las profundidades del alma.
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