El desequilibrio está en la mente, no en el cuerpo físico. Pero el cuerpo es la manifestación de la mente, por tanto, si hay desequilibrio en la mente, habrá desequilibrio en el cuerpo, y se manifestará en forma de dolencia, enfermedades, ansiedad, miedos, depresión, angustia, etc.
Este desequilibrio de la mente no es tuyo, es de la mente colectiva. Lo que hay que hacer es dejar de identificarse con la mente propia, porque la mente propia es la mente colectiva.
Tú no tienes ningún desequilibrio, como Ser que eres, pero se manifiesta el desequilibrio en tu cuerpo-mente porque sigues identificándote con la mente.
Desidentificarse de la mente es la parte más difícil, pero no es imposible: hay que dedicar todos los días al menos 30 minutos de práctica de silencio, de relajación, meditación, para establecerte en tu verdadero ser y soltar ese aferramiento con la mente.
Si últimamente sientes más ansiedad, más miedos, más angustia, estás más sensible, emocional, deprimido, etc., es debido a que estamos pasando una etapa en la que está saliendo todo a la luz. Todos estos años pasados de dolor, sufrimiento, represión, guerras, conflictos, traumas, etc., que han estado reprimidos por tantos años, ahora están saliendo, se manifiestan con todos estos síntomas mencionados antes (dolencias, enfermedades, ansiedad, miedos, etc.).
Todo esto debe salir, poner resistencia es inútil, todavía sería peor. Hay que hacer consciente todo esto y abrazarlo con amor, con mucho amor para que se transforme en luz y amor.
Estos tiempos de revelación, en los que todo sale a la luz, son tiempos de depuración, de purificación, de sanación. Y esto hay que vivirlo. Acéptalo sin poner resistencia y recuerda: "Esto también pasará".
Camino al Despertar
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