domingo, 26 de mayo de 2019

Cuidar con amor cada palmo de tierra de nuestra madre


Cuando el suelo es sano.
Los vegetales y los animales también lo serán.
Cuando el suelo está empobrecido.
Los vegetales serán pobres y frágiles.
Los animales tendrán "gripes" misteriosas.
Y por eso les dan antibióticos en cada comida a las aves en los "criaderos".
Si los hombres comen animales endebles y vegetales debilitados por falta de minerales del suelo.
Los hombres tendrán una debilidad en su campo magnético.
Y no pensarán con claridad.
Buscarán la salud en los centros médicos.
Y allí les darán siempre fármacos de producción industrial.
Se estima que el 80% de la población mundial tiene deficiencia de magnesio.
Cuando falta el magnesio la presión arterial no consigue bajar.
Aunque se quite del todo el sodio de la dieta.
Los médicos insisten en quitar el sodio.
Y con ello el cuadro no mejora.
Todos conocemos a personas que buscando mejorar el tema tensional suprimen estrictamente el sodio y la sal de su dieta.
Pero deben seguir tomando su fármaco cada día.
Incluso en adolescentes.
Conozco varios casos.
Se cuidan mucho y aun así no logran controlar la tensión.
Deben tomar con 14 o 15 años su antihipertensivo cada día.
Y la industria aumenta sus ventas.
Falta el magnesio y sobra el calcio.
Cada vez hay menos magnesio en los suelos por la explotación de la tierra.
Y más calcio no metabolizable (lácteos) endureciendo las paredes arteriales.
Pero lo suelos con abundancia de magnesio y otros minerales generan los cuerpos más resistentes y fuertes del mundo.
Por algo los keniatas ganan todas las maratones.
Allí los suelos son volcánicos.
Y tienen esa riqueza mineral que viene desde las profundidades de la tierra (yang).
Por eso recomendamos en nuestros talleres de cocina terapéutica agregar una pequeña cantidad de algas marinas al arroz durante su cocción.
Para restituir los minerales que el arroz de estos tiempos no tiene.
También ayuda cocer el arroz con una parte de agua de mar.
De esa forma podemos lograr el nivel de riqueza mineral que tenia el arroz integral de la década de 1940 o 1950.
Cuando las prácticas agrícolas no habían debilitado tanto la fuerza de los suelos.
Para fortalecer la salud de los hombres.
Primero hay que fortalecer la salud de los suelos.
Cuidando con amor cada palmo de tierra de nuestra madre.
Si ella cae.
También caeremos nosotros.
Pero si la veneramos y cuidamos.
Ella nos cuidará.
Y compartirá con nosotros su magnífico poder.

-Martín Macedo-

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