Me sentí libre cuando comencé a liberarme de todos mis miedos e inseguridades.
Me sentí libre cuando nunca más experimenté la ausencia de mi misma, no existe algo más terrible que el abandono a uno mismo, por estar cumpliendo expectativas por fuera, caprichos y placeres mundanos.
Me sentí libre cuando reseteé mi mente de conceptos e ideas que no me pertenecen, que pertenecían a otros que me lo implantaron.
Me sentí libre cuando le permití a mi ser verdadero expresarse, cuando lo abrace y nunca más lo solté.
Me sentí libre cuando por fin entendí que todo es para un momento, que no hay que aferrarse a nada ni nadie, que hay que amar incondicionalmente sin condiciones.
Me sentí libre cuando escapé de la cárceles del raciocinio y los juicios y me permití amar, sentir, fluir.
Cuando comprendí que aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión; porque lo puedes tener todo exteriormente, pero seguir siendo un mendigo de cariño y afecto.
Que la riqueza verdadera está dentro de ti y si no la cultivas, al igual que un jardín no verás las flores más bellas florecer.
Que somos como árboles en esta tierra... cada uno da lo que tiene en sus raíces.
Argenys
No hay comentarios:
Publicar un comentario