sábado, 18 de mayo de 2019

Los invito a la abstracción


Los exhorto a que practiquemos en la auto-observación, esa es una forma silenciosa de atestiguar desde el ámbito de la CONCIENCIA
"El silencio interno es un estado peculiar donde nos sumergimos en la conciencia misma, y en ese estado profundo de observación, los pensa-mientos se cancelan por breves instantes, instantes que son eternos y muy substanciosos, ya que nos coloca en el conoci-miento silencioso, pues los pensa-mientos ordinarios cesan y solo así surgen nuevas e innovadoras ideas que nos permiten trascender o romper parámetros.
Solo entonces uno puede funcionar con eficiencia y a un nivel distinto al de la consciencia ordinaria de nuestra cotidianidad. El silencio interno consiste en suspender el diálogo interno, y así poder ser un atestiguador dinámico que da coherencia.
Pues el diálogo es el compañero perenne de los pensa-mientos generados por la mente y muchas veces por la mente egoica, la mente foránea, la intrusión. y debido a eso nos sumergimos en una amnesia de consciencia y CONCIENCIA.
Pero a los estados de profunda quietud, de contemplación. A lo que los antiguos chamanes, brujos, magos, alquimistas, filósofos, etc.. le llamaron el silencio interno, y que nos ubica en el punto central que nos vincula al vacío, es el punto medio, "ahora los científicos le llaman el vacío absoluto" porque es un estado en el cual la percepción y nuestra cognición, no depende de los sentidos ordinarios.
Lo que funciona durante el silencio interno es otra facultad que posee el ser humano, una facultad que hace de él un ser mágico y extraordinario. La misma facultad que ha sido restringida, no por el hombre mismo, sino por una influencia extranjera y foránea que se auto-reafirma como un yo, pero es solo un constructo de nuestro cerebro. Esa construcción es un algoritmo, un programa, una imposición que induce al ser humano a pensar y actuar de una manera egoísta."
Grego Sáenz

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