sábado, 10 de noviembre de 2018

Transformate en luz, y no encontrarás el ego por ninguna parte.

Siempre nos habla de que hay que librarse del ego, pero ¿cómo puedo hacerlo si no sé distinguir entre el ego y mi verdadero carácter?
NO PUEDES librarte del ego. Es como la oscuridad: no puedes librarte de la oscuridad; solo puedes hacer la luz. En cuanto existe la luz, deja de existir la oscuridad.
Podría decirse que esa es la forma de librarse de la oscuridad, pero no hay que tomárselo en sentido literal. La oscuridad no existe; es la ausencia de luz. De ahí que no se pueda influir directamente sobre ella. Con la luz solo se pueden hacer dos cosas: o encenderla o apagarla. Si quieres oscuridad, apaga la luz; si no quieres oscuridad, enciende la luz. No se puede uno librar del ego. La meditación se puede aprender. La meditación funciona como una luz, es luz.
Transformate en luz, y no encontrarás el ego por ninguna parte. Si quieres librarte de él te verás en dificultades, porque, ¿quién es el que quiere librarse de él? Es el ego mismo, con un nuevo juego, el juego llamado espiritualidad, religión, realización. ¿Quién plantea esta pregunta? El ego mismo, que te engaña. Y cuando el ego pregunta cómo deshacerse de él, naturalmente piensas: «No puede ser el ego. ¿Cómo va a querer suicidarse el ego?». Así es como te engaña.
Tu propio carácter no plantea preguntas, no necesita respuestas. Tu propio carácter es luz, está lleno de luz. No sabe de oscuridades; jamás se ha topado con la oscuridad. No tienes que librarte del ego. Limítate a indagar, a buscar dónde está; en primer lugar, tienes que encontrarlo. No te preocupes por tu propio carácter. Sigue buscando el ego y no lo encontrarás; por el contrario, encontrarás tu propio carácter, luminoso, fragante como un loto. Jamás habrás visto semejante belleza, en ninguna otra parte. Es la experiencia más hermosa de la vida, y cuando hayas visto tu propio loto de luz, tu propio loto floreciendo, el ego habrá acabado para siempre. Entonces dejarás de plantear esas preguntas absurdas.
Osho

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