Cuidado con el hombre libre, pues sonríe cuando su alma lo hace y no cuando todos buscan complacer el infantilismo egocéntrico de los hombres con falso poder. Se inclina para acariciar al niño de la calle feliz, pero no para besar anillos que simbolizan tropeles y pandillas que desean acaparar y repartir bienes a su séquito más fiel, esos que reciben lo que cuesta el hambre de los demás hermanos fuera de la opulencia. Jamás fomentará ni promoverá ningún elemento que esté construido en ninguna forma de tiranía, pues la ceguera jamás es lo suyo.
Cuidado con el hombre libre, pues no es un amigo que palmeará tu espalda cuando te hagas daño a ti mismo o a los demás, tampoco será un receptáculo para sostener la falsa luz de la victimización narrativa, pues éste siempre será directo y claro, asertivo y amoroso, no busca dignificar tu lado más pequeño e infantil, sino el de la grandeza y la toma de consciencia. Es un amigo fiel, un hermano firme, pero a la vez profundamente franco y espontaneo. No es un basurero para arrojar mentiras y sentirse narrativamente comprendido, sino un espejo y un vector de consciencia y un enamorado de la entereza humana. Por esto siempre dará lo mejor de sí, la belleza, la firmeza, el carácter verdadero y lo trascendental, no mentirá para hacerte sentir bien jamás.
Cuidado con el hombre libre si estás en busca de un arquetipo infantil del amor, pues si te ama no jugará juegos de gatos y ratones, ni buscará idealizaciones de príncipes y princesas, será claro y amoroso, cálido y presente, equilibrado y justo, comprensivo y acogedor en los buenos y malos momentos. Este compañero incondicional te amará con su lado femenino y masculino a la vez hasta el último de sus días, lejos o cerca él no buscará aplacar sus emociones, pero sí te dejará ir sí pones presiones indebidas sobre sus hombros. Si atentas con intoxicar su espíritu, aún amándote incondicionalmente, sin dudarlo te dejará ir, pues el apego no es su camino, por lo que jamás alimentará ni tu ego infantil ni el suyo para retenerte.
Cuidado con el hombre libre. Este hombre también será indómito frente a cualquier tipo de manipulación pueril, pues ya aprendió a no temer al silencio de su propio templo, y que la fuente de su poder infinito emana de su amor a cada aspecto que ha sembrado en este templo y los valles de su reino interior, y por consiguiente, jamás podrás hacer que renuncie a este por medio de ninguna acción que implique traicionar a su propia alma, no le fuerces a elegir entre un amor maduro y uno pueril, pues siempre elegirá dignificar a su propia alma por sobre todas las cosas.
Cuidado con el hombre libre, este con todo lo que es ama, se entrega con intensidad y potestad absoluta, sin miedos ni tapujos baña con sus aguas a su amante, pero conoce que la fuente de este amor está en el temple de su propio templo interior. Jamás va a traicionarlo, tendrá paciencia amante, pero es un ser que conoce el camino a sí mismo, que ha religado, por ende no teme al arquetipo del ermitaño solitario y silencioso, pues la soledad es su amante eterna, entre ellos no existen secretos. No busques acallar su caudal, pues así como él respeta el tuyo, debes respetar el de él, no negociará el que le propongas perder su identidad a cambio de compañía.
Cuidado con el hombre libre, pues no aceptará dogmas sin estudiar las bases que componen cada propuesta frente a su mente y alma, pues en su espíritu abunda la inquietud por la sabiduría, por la verdad universal, no puede aceptar algo por ningún tipo de presión ni chantaje, pues respeta por sobre todo, la elevación de su propia consciencia, porque conoce la importancia de esta para dar digna directriz a su caminar por el mundo, respeta y ama cada paso en sí mismo, ya que sabe que cada uno de estos lo está esculpiendo en el ahora, momento por momento.
Cuidado con el hombre libre, porque jamás se dejará intimidar por la presión del status quo, este hombre conoce la diferencia entre la verdad y la opinión de la mayoría, entre el amor y el amar, entre la obra, y todo lo que se teje detrás de ella, ha entrenado su alma y mente, puede entender las motivaciones ubérrimas detrás de cada fachada social, no va al coliseo a exclamar por motivos que no aportan al espíritu del planeta, no ruega por pan y circo, pues valora apasionadamente su energía como para perturbarla con bajezas de mala calaña. No lo verás gritando en la muchedumbre embobado por su mente reptiliana, sino cultivando en su mente y alma el cambio que anhela en el mundo, desarrollando su consciencia para generar la alquimia deliciosa que cambia el interior de las personas con magia. Es por eso por lo que jamás le interesan los trucos baratos.
Cuidado con el hombre libre, es muy perspicaz y habiloso, ha ocupado un tiempo de vida absoluto a adiestrarse en la belleza de las artes y la agudeza de las ciencias, por ello es que es muy difícil engañarle, no malgastes tu tiempo buscando tentarle con falacias y narraciones fantásticas, porque aunque te observará con ojos amables y sinceros, sus ojos preparados penetran más allá de la carne y los velos de la mente narrativa, y aunque te amará como a un ser legítimo y libre de creer lo que desees, sabe que la más importante de esclarecer y hacer pura, es la propia, y jamás permitirá contaminar sus aguas, ya que de ellas beberá cada viajero que visite sus valles. Mantenerse con las aguas limpias, es ser realmente compasivo y para ello hay que cultivarse con honestidad y dedicación, pues es el único modo real de entender la diferencia entre lo trascendental y lo mundano.
Cuidado con el hombre libre, no lo domarás jamás, su espíritu es libre y sólo lo comandan los vientos de lo bello, lo real y lo trascendental, su mirada es profunda y contemplativa, no necesita distintivos ni modismos que le lleven a ser aceptado por ningún ismo o pandilla de egos encarnados, pues ha luchado por ver el mundo desde una consciencia cósmica y sub atómica a la vez, por lo que los temores aun estando presentes, jamás dominarán el brío de su alma, sabe que en cada ser reside un plan maestro, y está dispuesto a todo por continuar la hermosa misión de amar el propio y de llevarlo a cabo sin excusas.
Cuidado con el hombre libre, el amar es su más alto estandarte, por eso el miedo no domina su espíritu, tal como el agua es libre y generoso, puede ser absolutamente firme y directo, pero a la vez completamente vulnerable y amoroso. Las personalidades de bajo carácter y emociones, siempre sentirán que deben luchar para intimidar el poder de su presencia, pues estas saben que la naturaleza primal de su pueril y pusilánime esencia se revela de inmediato en el espejo de un alma limpia y de una mente clara, una fuente limpia siempre muestra el reflejo real, y precisamente esto para un ser olvidado de sí mismo, es insoportable.
Cuidado con el hombre libre, es un ser noble y gentil, pero también certero y poderoso, sacude creencias falaces con destreza y derrumba mentiras con tan solo su presencia, si vives enmarañado en mentiras y tu corazón no es noble sentirás la brisa de su presencia instantáneamente, pues sus ojos al estar desnudos y puros pueden arropar o desnudar sin esfuerzo a otras almas. No soporta la injusticia, y jamás actuará en favor de lo bajo, aunque esté esto encubierto de falso oro.
Infinito Amar,
Roberto García Fuentealba
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