"El secreto médico de la macrobiótica".
Así se titula un capítulo de un importante libro de Ohsawa.
Se trata del secreto que permite las curas milagrosas que se han producido por esta práctica y que seguirán ocurriendo en el futuro.
Este secreto es algo muy simple pero muy profundo.
Y por esa razón muchos no consiguen entender.
Es como si les hablaran en chino.
No entienden aunque uno se lo explique con infinita paciencia y entusiasmo.
No podrán ser curados porque su mente se cierra.
Su taza está llena de tantos conoci-mientos que no queda lugar para una gota más...para el "secreto médico de la macrobiótica".
Pero para los que todavía no han sido contaminados por la arrogancia y tienen lugar en la taza podemos continuar.....
El secreto médico de la macrobiótica según las palabras de Ohsawa es hacer ver el valor del arroz y lograr que el practicante lo tome con esa conciencia.
Sin esa comprensión el arroz se reduce al nivel de "comida" o a lo sumo "comida saludable".
El practicante que lo toma como simple comida o peor aún como un "remedio", no conseguirá la salud absoluta.
Ohsawa lo llamaba el plato "principal".
Y por ello se lo toma en una proporción de 60% o más.....
No se lo toma dos o tres veces por semana como recomiendan algunas páginas de internet que publican consejos sobre "salud".
Se lo toma todos los días y en las comidas principales.
Día tras día, año tras año....hasta alcanzar el juicio supremo.
La salud infinita.....
Tomar este arroz, este cereal con la plena conciencia de que es un alimento destinado a los dioses.
Con infinita gratitud por haberlo descubierto.
Con infinita voluntad de recibir su poder curativo.
Con el entusiasmo de un niño que espera un gran regalo para Navidad......en el cereal encontramos la más poderosa herramienta física para encarnar la sabiduría y salud infinita.
Para convertirnos en seres esclarecidos.
Que inspirarán a cientos de personas a aumentar su nivel espiritual.
Todos los cereales tienen este poder.
Aunque tengan "gluten".
Pero el arroz es el más potente alimento de la comprensión.
Cuando se lo toma con ese senti-miento.
Y con la voluntad infinita de acceder a la salud suprema.
- Martín Macedo-
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