sábado, 10 de noviembre de 2018

La vida sólo crece entrando en las tormentas.

La vida sólo crece entrando en las tormentas. La vida sólo crece cuando te arriesgas, cuando te aventuras
Deseo hacerme sannyasin, pero con la mera idea un gran miedo se apodera de mi corazón. Es algo tan nuevo. Y además, no había venido aquí a hacerme discípulo, sólo había venido a ver a un amigo que es sannyasin.

"Pero te has quedado enganchando, ¡estás atrapado! Ahora te resultará muy difícil escapar. Siempre es difícil elegir lo nuevo, pero sólo viven los que eligen lo nuevo. Elegir lo viejo es elegir la muerte, no la vida. Elegir lo familiar es permanecer en la prisión de lo familiar. Elegir lo conocido es realmente evitar lo desconocido que está llamando a tu puerta...
¿Qué es ese pasado tuyo al que te aferras? ¿Qué tiene para que te aferres a él, excepto que te es familiar? Es todo sufrimiento, es todo tragedia. Pero la gente se aferra incluso a los sufrimientos si le son familiares: parecen amistosos. Incluso si la salud está llamando a tu puerta, no escuchas esa llamada; te aferras a tu tuberculosis, a tu cáncer, porque te son familiares; has vivido con ellos durante tanto tiempo que te parece casi una traición abandonarlos y volverte sano...
Pero recuerda: sólo viven los que eligen lo nuevo. La vida significa estar dispuesto a escuchar siempre el reto que llega de la fuente desconocida. Es peligroso, pero vivir es peligroso. El lugar más seguro y libre de riesgos del mundo es la tumba; ahí nunca sucede nada...
La vida sólo crece eligiendo los retos. La vida sólo crece entrando en las tormentas. La vida sólo crece cuando te arriesgas, cuando te aventuras.
Sannyas requiere valentía. El viejo sannyas no era peligroso... Era sencillo. Te ibas a un monasterio, vivías allí..., sin ser perturbado, sin ser distraído por el mundo. La meditación se volvía toda tu vida, sin ninguna distracción. Era una vida monótona...
Mi sannyas es mucho más complejo. Tienes que vivir en el mercado y, no obstante, vivir como si estuvieras viviendo en un monasterio. Tienes que aceptar todas las distracciones de la vida y, sin embargo, permanecer sin distraerte. Tienes que estar en el mundo y no ser del mundo...
Es la vida la que te da agudeza, de otro modo tu espada nunca estará afilada. Es la lucha con la vida lo que provoca que todas las fuentes de tu talento salgan a la superficie. Tienes que ser inteligente para sobrevivir. En el monasterio estás protegido por el monasterio, por la secta, por la iglesia. No necesitas hacer ningún esfuerzo para sobrevivir. Te dan comida, te dan vestimentas, y sólo tienes que hacer algo de oración, canturrear un poco, y tienes que repetir, como un loro, las palabras de otros...
Mi sannyas es el fenómeno más complicado que ha sucedido nunca en la Tierra, porque no digo que tienes que dejar el mundo. Te digo que vivas en él; date el gusto, ámalo, disfrútalo, profundiza todo lo que puedas para que se agudice tu inteligencia, se provoque tu vida; para que tus energías latentes se vuelvan dinámicas, fluidas. Y sin embargo, mantente centrado en tu ser: un observador desde la colina. Sigue siendo un actor y deja que la vida sea sólo una representación en la que estás desempeñando un cierto papel. Pero no te identifiques con el papel. Recuerda continuamente que es un papel. Que eres un carpintero o un médico o un ingeniero o un profesor, marido, esposa, padre, hijo... Todo eso son papeles, y la Tierra es un gran escenario y hay una gran representación en marcha. Dios es su autor y su director, y vosotros sois sólo actores, participantes. Cuando cae el telón, vuestros papeles desaparecen. Volverás a ser un ser puro, no serás el papel que habías representado.
Hay que transformar el mundo en una oportunidad para recordarte a ti mismo, para el autorecuerdo. Por eso sannyas es arduo. Y sé que todo el mundo duda antes de dar el salto. Pero si ha surgido el deseo, si existe el anhelo, no lo mates, porque eso será suicida. Experimenta con ello, explora esta nueva dimensión. Has vivido de una manera; ¿qué sentido tiene seguir repitiéndola una y otra vez? Vive también este nuevo estilo...".
Osho

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