“Me siento fuerte como un toro”
“Tiene el corazón de un león”
“Nunca está enfermo....es un roble de fuerte”
Son expresiones populares.
¿Dónde está la fuente de esa fortaleza inagotable?
¿En las carnes, en las semillas o en los minerales de la tierra?
En todos a la vez; la gran naturaleza es toda ella fuerza infinita, belleza infinita, salud infinita y felicidad infinita.
Pero el búfalo la toma de la hierba.
El tigre de la carne de sus presas.
Y el hombre de los cereales.
Quien quiebra esta ley se debilita y tarde o temprano cae enfermo, aunque se haga chequeos anuales, PAP, mamografías semestrales y determinaciones del antígeno prostático.
Nadie puede burlar esta ley.
Por muchos adornos académicos que tenga y por muy impresionante que sea la clínica.
La cura estará siempre en el retorno al Gran Orden y quien vive esta ley en todas sus comidas y en todas sus acciones no requiere gastar su dinero en costosos chequeos que sólo le ponen nombres a los problemas.
La verdadera prevención está en nuestras cocinas y en nuestra sabiduría para alimentar nuestro cuerpo y nuestra mente.
Martín Macedo-
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