Los “DEBERÍA DE” Y los “TENGO QUE” son creencias rígidas e inflexibles acerca de cómo deberíamos ser nosotros o los demás.
Las exigencias centradas en nosotros mismos, dan lugar a la auto crítica, y las exigencias dirigidas hacia los demás favorecen la rabia, la ira, la agresividad… Porque estamos esperando que ellos se comporten de una determinada manera en base a esos debería de o tiene que…
Por ejemplo “Él debería ser mas atento conmigo”, estamos poniendo una expectativa en un comportamiento de otro en base a nuestras creencias, y nuestro mapa mental, y eso lo hacemos con cierta frecuencia… cuando nos encontramos en esta situación, debemos de ser conscientes de nuestra inflexibilidad y sobre todo de como nos sentimos cuando esa persona no tiene el comportamiento que nosotros esperamos que debe tener, es ahí donde pueden aparecer emociones que no nos hagan sentir bien, solo por el hecho de que las cosas no son como nosotros queremos que sean.
Lo mismo ocurre si nosotros creemos que debemos o tenemos que comportarnos de alguna manera concreta o hacer algo determinado, por ejemplo “No debo cometer errores”, por tanto si cometo un error o varios, me criticaré, me sentiré no válida, y por ende me frustraré…
El “tengo que”, también lleva detrás muchas creencias, la mayoría recibidas en la niñez y que las hemos adoptado como patrón de comportamiento. Por ejemplo, “Tengo que ir a visitar a mi amiga que está enferma”… que ocurre si no deseas hacerlo??… piensas que se te juzgará, te etiquetarán de mala persona… y no te lo permites… porque llevas grabado que hay determinadas cosas que te gusten o no hay que hacerlas… además se disparan esos miedos a, si no hago tal cosa que se espera de mi, me abandonan…me rechazarán… porque pensarán que les he fallado y eso no nos gusta, es más, nos duele… y para que no suceda, hacemos y hacemos cosas obligándonos, desde el “tengo que”… entrando en una incoherencia absoluta, incluso a veces luchando contra nosotros mismos porque no deseamos, no queremos, pero lo hacemos para evitar consecuencias que etiquetamos como desagradables… y una vez más nos ponemos nuestras máscaras de complacientes y nos lanzamos a la vida ocultando tras esa careta lo que de verdad deseamos.
Cuando empecemos a ser conscientes y a conectar con nuestra esencia haremos las cosas desde el “quiero”, no desde el “tengo que”, y entramos en un estado de coherencia donde vamos siento más nosotros, más auténticos, donde ya no hay miedo a lo que piensen, porque estamos actuando desde el amor, desde el amor a nosotros mismos como prioridad, y por tanto las obligaciones de hacer se cambian por deseos, deseos que surgen desde lo más profundo del ser, dejando a un lado esas máscaras que llevan años acompañándonos.
Por eso es maravilloso cambiar el “TENGO QUE” O “DEBO DE” POR “QUIERO”
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