jueves, 22 de noviembre de 2018

Tu vida es un dado cuántico de infinitas caras.


El dado tiene 6 caras.
Si lo lanzas al aire, el azar decidirá qué cara tendrás sobre la mesa.
Si tu deseo es que el “cuatro” esté sobre la mesa y lo dejas en manos del azar, tendrás que lanzar muchas veces el dado hasta que el azar te traiga lo que quieres.
Es una pérdida de tiempo.
Es más simple tomar el dado con tus manos y colocar el “cuatro” sobre la mesa.
No necesitas perder el tiempo.
Porque sabes exactamente lo que quieres y sabes que tienes el poder de escoger.
El dado físico tiene 6 caras.
Pero el dado cuántico tiene infinitas caras.
No es tan fácil manejar este dado cuántico porque es inmenso.
Pero funciona esencialmente como el dado físico de sólo 6 caras.
Porque tu vida es este dado cuántico de infinitas caras.
Si deseas ser próspero y tener una situación financiera fuerte y estable.
Esa cara del dado está por ahí.
Si esa es la cara que deseas que esté sobre la mesa.
Puedes dejarlo en manos del azar y lanzar y lanzar el dado hasta que se te formen ampollas en las manos y dedos.
Porque te han enseñado que para tener una situación económica holgada hay que tener “suerte” en la vida.
O también “gracias a Dios”.
Gracias a Dios tengo salud.
Gracias a Dios tengo esta pareja maravillosa que me da tanta felicidad cada día.
Gracias a Dios tengo esta hermosa familia.
Gracias a Dios pude comprar esta casa y terminar mis estudios universitarios.
Gracias a Dios pude conseguir este trabajo que me encanta.
Pareciera que Dios tiene favoritismos, porque a unos les da mucho y a otros no les da nada.
O les quita lo poco que tienen.
Entonces vamos a la Iglesia para agradar a Dios y que nos siga bendiciendo.
En el dado infinito están todas las posibles vidas que puedes tener.
La vida de un diabético, la vida de un desempleado, la vida de un desgraciado, la vida de un enfermo crónico, la vida de un malhumorado, la vida de un frustrado.
No es que haya caras buenas o malas.
Porque se trata de un dado cuántico y contiene todas las caras, todas las posibilidades.
Pero Dios, aunque no vayamos a la Iglesia, nos ha regalado la Libertad Infinita.
Y podemos lanzar el dado tantas veces como deseemos.
Pero si deseamos una vida grandiosa y feliz y lo dejamos en manos del azar......
es como querer ganar la lotería simplemente comprando billetes y esperando a que la “suerte” nos traiga el premio mayor.
La gran pregunta es ¿qué es lo que realmente deseas?
Cuando respondes a esta pregunta ya has avanzado el 50% hacia tu logro.
Si deseas una salud perfecta.....
toma el dado cuántico y haz que la salud perfecta aparezca sobre la mesa.
Todo este proceso se gesta primero en la mente y luego en el plano práctico.
Visualiza cada día la imagen de tu deseo cumplido y vive como si ya fuera un hecho.
Porque ya lo ES.
Entonces haz lo que haces cada día entregando todo lo que tienes en cada pequeño gesto.
Como un gran bailarín que pone toda su atención en cada movimiento.
O un gran artista marcial que practica miles de veces la secuencia de movimientos o “katas”.
Pero si no crees en la existencia de un dado cuántico.
Nunca tendrás una vida extraordinaria.
Porque las vidas extraordinarias son sólo para personas que tienen un pensamiento también extraordinario.

-Martín Macedo-

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