El COLESTEROL está vinculado a la sangre, que a su vez es símbolo de la alegría de vivir. El colesterol procede de los alimentos, se sintetiza en el hígado, lubrifica los vasos sanguíneos, alimenta el sistema nervioso y lo mantiene equilibrado.
Su función normal es impedir el desgaste prematuro de los vasos sanguíneos por el paso de la sangre, pero si está presente en exceso se deposita y reduce progresivamente el diámetro de los vasos sanguíneos. Esto se genera porque ya no tienes alegría de vivir. Para tus adentros, crees que no mereces ser feliz, alegre y la alegría (la felicidad, la sangre) circula mal.
Algunos aconteci-mientos pueden provocar una subida de colesterol. Por ejemplo, tras la jubilación, porque ya no sientes la alegría de vivir que tenías con tus compañeros de trabajo o con la gente que encontrabas en el trabajo. O con la pérdida de un ser querido (incluso un animal de compañía), a quien amabas sinceramente y que te traía alegría a tu vida.
Tu cuerpo podría desarrollar una diabetes que está vinculada a una tristeza profunda, pero en este caso tu cuerpo ha interpretado el suceso como una carencia de alegría de vivir y es esto lo que ha provocado un pico de colesterol. También puede darse incluso el caso de que estés intentando realizar un proyecto, construir o llevar a cabo algo a lo que tienes mucho cariño, pero que no consigas recibir ayuda de nadie, veas que sólo puedes contar contigo mismo y esto te está afectando mucho. Si dejas que empeore esta situación, hay riesgo de que algún día tengas un ataque cardíaco.
Cuando disminuye la alegría, es como si sintieras menos el amor en ti, por eso la carencia de alegría podría a la larga afectar tu corazón. Tu alimentación puede dejar traslucir tus patrones mentales, los alimentos que contienen mucho colesterol (carnes y productos lácteos) representan cierta satisfacción egoísta de tus apetitos. Esta alimentación te gusta pero no te paras a pensar en que este exceso corre el riesgo de cambiar e incluso destruir tu salud.
Es una ilusión creer que das un gustazo a tu cuerpo. Te amas de un modo demasiado “egoísta o egocéntrico”; absorbiendo alimentos que contienen demasiado colesterol, reniegas de las alegrías de la vida. En tus manos está aceptar un cambio inmediato para dejar fluir la alegría en ti. Vuelve a ser un niño y re descubre la belleza de la vida. Neutraliza tu miedo a vivir en la alegría y acepta que ésta forme parte de tu vida.
AFIRMACIÓN: "Elijo amar la vida"
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