La depresión afecta a millones de personas.
La ciencia tiene varias teorías muy complejas que intentan explicar sus causas, pero a la hora de las soluciones tiene poco para ofrecer: medicamentos y psicoterapia que en su momento pueden ayudar pero no solucionan el problema desde su raíz.
La tristeza y la alegría forman parte de la vida de todos.
La energía vital aumenta y disminuye.
Todos experimentamos momentos de desaliento.
Son estados.
Estados de ánimo.
Y los estados pueden cambiar o volverse crónicos.
Muchas veces hay un motivo para la depresión pero otras veces no.
Cuando disminuye la salud, la depresión tarde o temprano aparece.
Siempre habrá motivos.
Porque problemas tenemos todos.
Pero unos se entristecen.
Y otros se hacen fuertes.
La pobre calidad de la nutrición disminuye la fuerza de la gente.
Se quedan sin energía cuando hallan un contratiempo.
Y se deprimen.
Muchos se quedan años en ese estado.
La gente destruye su salud.
Y lo hace llena de convicción.
Llena de arrogancia.
Dicen que su nutrición es "balanceada".
Y luego no entienden por qué tienen fibromialgia, artrosis, fatiga crónica o depresión.
Su nutrición está totalmente errada.
Y sus vidas se derrumban e intentan recomponerse con drogas.
Pero por ese camino no experimentarán la alegría infinita.
Que sólo se alcanza por el arte de la nutrición.
La más alta medicina que devolverá la felicidad a millones de almas.
-Martín Macedo-
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