Cuando los riñones pierden su poder de limpiar se convierten en riñones insuficientes.
Este cuadro se conoce como insuficiencia renal crónica (IRC).
Gracias a los riñones podemos mantener una salud perfecta.
Ellos filtran 180 litros de sangre cada día sin descansar jamás.
Los riñones nunca tienen vacaciones.
Trabajan con la voluntad infinita.
Con dolor o sin dolor, con frío o con calor, con hambre o sin hambre.
Los riñones están conectados a la vida infinita, a la voluntad infinita y a la sabiduría infinita.
Pero a veces algunos hombres renuncian a la sabiduría y destruyen sus propios riñones milagrosos.
En los EEUU les encantan las mediciones.
Y según éstas se diagnostican cada año 80.000 nuevos casos de insuficiencia renal crónica.
Muchos de estos enfermos necesitan diálisis para poder continuar con vida.
En el año 1997 el gobierno federal de los EEUU gastó 11.800 millones de dólares en el tratamiento de los enfermos renales crónicos.
¿Cuál es la causa de la falla de los riñones?
El azúcar.
La ciencia afirma sin asomo de dudas que el 43% de los casos de IRC se deben a la diabetes.
Casi la mitad de los pacientes renales están enfermos por su adicción al azúcar que produce daños irreversibles en las delicadas tuberías que filtran la sangre.
La segunda causa de IRC es la hipertensión.
Aquí la responsable es la proteína animal que contrae y endurece la microcirculación impidiendo la llegada de suficiente oxígeno a las estructuras funcionales del riñón.
Así el extremo yang se combina con el extremo yin para la destrucción de los riñones y después el gobierno debe cobrar los impuestos para poder sostener los cuidados médicos de cientos de miles de enfermos renales crónicos.
Sin embargo los riñones son extremadamente poderosos.
Muchas personas viven vidas activas con un solo riñón.
Otras tienen dañados sus riñones hasta en un 50% de su capacidad de filtrar la sangre y no tienen síntomas.
Solamente cuando la capacidad se reduce a un 15% aparecen los síntomas de sangre "sucia" por insuficiente filtración.
Por esa razón cuando se retorna a una nutrición sabia y saludable hay una fuerte posibilidad de recuperar la salud aunque una parte haya sido dañada en forma irreversible.
-Martín Macedo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario