Las palabras y los pensamientos son energías, vibraciones que forman puentes espirituales, cargados de emociones e intenciones, positivas o negativas. Lo creas o no así como existen las bendiciones también existen las maldiciones, es por eso que debemos hacer una limpieza energética cuando las cosas no están fluyendo en armonía como deberían y nuestra intuición nos está diciendo que es tiempo de renovación.
1- Bendícete, cuando tú te bendices no hay maldición que perdure, tienes el poder de crear y transmutar las energías, recuerda que eres un alquimista, manifiesta la LUZ poderosa de tu Ser Conciente y declara: "Bendigo ahora mi vida, mi familia, mi casa, mis finanzas y nuestra felicidad".
2- Cancela todo la energía negativa que han llegado a tu vida a través de decretos o pensamientos mal intencionados, cargados de bajas vibraciones y declara: "Cancelo todas las maldiciones en contra de mi vida, de mi familia, de mi casa, de mis finanzas, de mi felicidad y transmuto esas energías negativas en positivas y prosperidad. Rompo todo lazo espiritual energético con las personas que me han deseado mal, y lo entrego con luz a la justicia divina del Universo.
3- Agradece por la transformación divina en tu vida y por la asistencia del Universo para manifestar tus secretos aquí y ahora. Declara: "Gracias Dios por todo el amor, la protección y la luz que me rodean a mí, a mi familia a nuestros hogares e intereses. Me bendigo y te bendigo. Gracias infinitas por TODO.
Puedes hacer esta limpieza y transmutación energética acompañándote de un incienso de canela, mirra, romero, loto o jazmín.
Para mantenerte en armonía y plenitud constante, medita y fortalécete espiritualmente la meditación equilibra nuestros chakras energéticos y activa nuestra aura para que actúe en su máxima expresión de LUZ como campo de protección espiritual.
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