La pulga tiene una súper habilidad.
Está dotada de una capacidad de supervivencia prodigiosa.
Consigue su objetivo con una precisión absoluta.
Y nadie escapa a su estrategia refinada durante miles de años.
La pulga es una creación de la inteligencia infinita.
Todos los parásitos son un producto de la inteligencia infinita.
Poseen mecanismos de supervivencia tan poderosos,
que han sobrevivido por millones de años y seguirán eternamente.
También hay parásitos humanos.
Gobiernos parásitos.
Funcionarios parásitos.
Como todos son creados por la inteligencia infinita, siempre hallarán la forma de conseguir su objetivo.
Que es vivir a costa de la energía de otros.
Poseen una súper habilidad.
Una súper voluntad.
De parasitar.
Y como están tan bien focalizados.
El poder superior los asiste.
Los parásitos han venido a jugar ese papel.
Y debemos aceptarlos en la orquesta de la vida.
Su éxito nos debe alentar.
Nos debe recordar que también nosotros estamos hechos de la misma sustancia inteligente.
Y si tomamos conciencia de esta realidad.
Si nos focalizamos con esa persistencia absoluta
que tienen los parásitos....
nada será imposible para nosotros.
Por eso decimos que la vida es una gran escuela.
Donde una simple pulga es un maestro de primer orden.
-Martín Macedp-
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