Tomar el bisturí

A veces uno requiere ser tan valiente para tomar el bisturí con agallas, limpiar el corazón y sacar de raíz esos senti-mientos y personas que solo lo pudren por dentro, así, sin tambalear, sin titubear, sin recordar lo que ya no tiene caso, como quien tiene la firme decisión de comenzar de nuevo, de empezar de cero, de soñar y sonreír con un corazón recién creado, con latidos limpios y bombeo entusiasmado. 

Volver a sentir, a vivir, a amar. No lo pienses tanto, toma el hilo del amor propio y sutura con dignidad, con la certeza de saber que tienes una cicatriz, una insignia que solo representa lo fuerte que has sido, haz un excelente trabajo y con el tiempo sera invisible, solo visible para quien llegué y pueda con los ojos del alma visualizar aquellas heridas del pasado, pero que estará dispuesto a resguardarla para que nunca mas vuelva a abrirse.

Sara V.