sábado, 29 de junio de 2019

Somos seres divinos


Somos pecadores.
Es verdad.
Pero también somos seres divinos.
No se pueden dividir o separar.
Individuos indivisibles, dijera el profesor Kikuchi.
Somos ricos en algunas cosas.
Pero pobres en otras.
Fuertes en algunos puntos y débiles en otros.
Hasta el gran Aquiles de fuerza sobrehumana, tenía su punto débil, en su tendón.
Si quieres vencer a tu enemigo, descubre su debilidad tras un cuidadoso examen y lo habrás vencido para siempre.
Si revelas tu debilidad a los cuatro vientos, algunas personas maliciosas aprovecharán.
Y lanzarán piedras sobre tus tendones.
Como hicieron con el gran Aquiles.
Muestra tu fuerza y acreciéntala mediante el entrenamiento.
Esconde tu debilidad.
Es tu secreto, que nadie debe saber.
Agradécele cada día porque te hará estar alerta.
Tu debilidad te hace más fuerte.
Tu naturaleza pecadora te hace más divino.
Tu enfermedad hará que mejores tus hábitos.
Tu pobreza te recordará que debes levantarte temprano y trabajar con voluntad de hierro.
Pero llevar tu atención hacia tu naturaleza pecadora..
Es como enfocarte en tus debilidades físicas.
Si las contemplas demasiado tiempo te sentirás abrumado... y tus fuerzas creativas las aumentarán.
Por eso vigila tus pensamientos.
Sin rechazar nada.
Porque todo es perfecto así como es.
Incluyendo a la mismísima imperfección.
Porque sin ésta no puede existir aquella.

-Martin Marcedo

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