La salud infinita necesita un cuerpo y un alma.
La belleza infinita necesita un cuerpo y un alma.
El amor infinito necesita un cuerpo y un alma.
El cuerpo es tan sagrado como el alma.
Como es arriba es abajo.
Si el cuerpo está enfermo el alma también lo está.
Si el cuerpo pierde su belleza el alma también la ha perdido.
Si el cuerpo se ha contaminado es porque el alma lo ha hecho muchos meses o años antes.
A veces escucho hablar a bellas jóvenes.
Usan las palabras más feas del mundo, incuban emociones de la peor calidad....pero creen que seguirán siendo bellas toda su vida.
No comprenden que tarde o temprano su cuerpo expresará la belleza o la fealdad de su alma.
Consumen tóxicos y se expresan de una forma vulgar.
Como si su salud fuera algo eterno.
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de la boca de Dios.
Es el evangelio de Mateo (4:4)
El cuerpo necesita cereal.
Pero el alma necesita palabras.
¿Y dónde están las palabras?
En los libros.
El alma necesita libros con palabras poderosas.
Se dice que el conocimiento es poder.
Antiguamente las mujeres no estudiaban.
Era una forma de control.
Mi abuela creció en una familia acomodada pero cuando llegó a cuarto grado de la educación primaria (tendría unos 9 años) abandonó el sistema educativo.
Pero amaba la lectura y esperaba a que sus padres se durmieran para leer en secreto los libros de la biblioteca de su casa.
Los líderes más influyentes de la historia eran ávidos lectores.
Constantemente nutrían sus almas y sus mentes leyendo las palabras de los grandes sabios.
Por esa razón la práctica de la macrobiótica no debe limitarse a las clases de cocina.
La dieta mejora la situación del cuerpo.
Pero no sanará las heridas del alma que sólo sanarán cuando nuevas palabras de sublime calidad transformen la información que está en los programas subconscientes.
Por eso recomiendo a todos los practicantes que además de comer con más sabiduría y calidad, lean al menos 30 minutos al día.
Los mejores libros o audiolibros del mundo.
Porque sólo cuando el alma se nutra con los mejores alimentos, las mejores palabras y las visiones más bellas, el cuerpo podrá expresar toda su salud infinita, toda su belleza infinita y la perfección funcional que siempre es y será una proyección de la información de los niveles sutiles.
-Martín Macedo-
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