SE TÚ EL OBSERVADOR
Cuando observas tu mente, estás creando una dualidad, tú no eres lo que observas, sois dos cosas distintas, el observador y lo observado. Hay una distancia.
Cuando observas tus pensa-mientos ves que la frecuencia de pasar uno detrás de otro va disminuyendo, cada vez es más lenta, puedes ver o intuir algo entre pensa-miento y pensamiento.
¿Qué hay?
Hay una grieta por donde puedes intuir que existe entre un pensamiento y el siguiente, verás que no hay nada, vacío.
La mente es secuencial como el consciente, hace una cosa después de otra.
Puedes observar que tú no eres tu mente, es una herramienta con unos programas que la hacen funcionar.
¿Cuál es su propósito? No dejar de funcionar.
Aunque los pensamientos sean absurdos, no importa, lo que importa es hacer pensamientos, seguir y seguir.
Lo que importa es ver que tú no eres tú mente, ella funciona con una programación que en gran parte no es tuya.
Observa, no estás atrapado, no eres inconsciente, eres libre.
Acabas de percibir algo importante, que no perteneces a la mente ni al cuerpo, ni a la materia.
No te has identificado con la materia, ni con la forma.
Igual que el H2O no se identifica con ser líquido, sólido o gaseoso, el agua no es un estado, el estado es una particularidad del agua, es una propiedad, no es una permanencia, no es una esencia.
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