LIBERTAD ES SÓLO OTRA PALABRA PARA... AMOR
Le doy a mi amada tanta libertad como me es posible. Así que a menudo, sin embargo, me pongo a mí mismo en una situación en la que resulto lastimado. ¿Significa esto que no me amo tanto, y es por ello que me coloco en segundo término?
Puede ser mucho más complicado de lo que piensas.
Primero, la misma idea de que tú le das libertad a tu amada es incorrecta. ¿Quiénes eres tú para dar libertad a tu amada? Tú puedes amar, y el amor implica libertad. No es algo que tiene que ser dado. Si tiene que ser dado, entonces vendrán los problemas que estás enfrentando.
Así que en primer lugar estás haciendo algo mal. Tú realmente no deseas dar libertad; te encantaría que una situación así no surgiera en la que tienes que dar libertad. Pero me has oído decir repetidas veces que el amor da libertad, así que te fuerzas inconscientemente para dar libertad, porque de lo contrario tu amor no es amor.
Estás en una situación agitada: si no das libertad, empiezas a sospechar de tu amor; si das libertad, que tú no puedes dar, el ego es muy celoso y planteará mil y una preguntas: “¿No eres suficiente para tu amante o querida, por eso ella necesita libertad, libertad de ti para estar con algún otro?” Esto lastima, y es por ello que empiezas a sentir, “'me estoy poniendo en segundo lugar'.”
Dándole a ella libertad has puesto a algún otro primero, y tú te has puesto en segundo lugar. Eso está en contra del ego, y no va a ayudar de ninguna manera, porque tomarás venganza por la libertad que has dado. Te gustaría que se te diese la misma libertad, ya sea que la necesites o no, ese no es el punto, sólo para probar que no estás siendo engañado.
En segundo lugar, como tu amada ha estado con algún otro te sentirás un poco extraño con ella. Eso se interpondrá entre tú y ella. Ella ha elegido a algún otro y te ha abandonado; ella te ha insultado. Y tú has estado haciendo tanto; tú has sido tan generoso que le has dado libertad. Como te estás sintiendo lastimado, vas a lastimarla de una u otra manera.
Pero todo esto surge de un malentendido. No he dicho que si tú amas, entonces tienes que dar libertad. No; he dicho que el amor es libertad.
No es cuestión de dar. Si tú tienes que darla, entonces es mejor no darla. Continúa siendo como todos. ¿Por qué crear complicaciones innecesarias? Normalmente, ya hay suficientes.
Si tu amor en sí ha llegado a esa cualidad en que la libertad es parte de él, que tu amada no necesita incluso pedirte permiso...… De hecho, si yo estuviera en tu lugar y la amada me pidiera permiso, me lastimaría. Eso significa que no confía en mi amor. Mi amor es libertad. Yo la he amado; eso no significa que debería cerrar todas las puertas y ventanas para que ella no pueda reír con alguien más, danzar con alguien más, amar a alguien más… porque ¿quiénes somos nosotros?
Ésa es la pregunta básica que cada uno se tiene que hacer: ¿Quiénes somos nosotros? Todos somos extraños, y ¿en qué asuntos nos volvemos tan autoritarios que podemos decir: 'te daré libertad',” o '“no te daré libertad',” o 'si me amas, entonces no puedes amar a nadie más'”? Éstas son suposiciones estúpidas, pero han dominado a la humanidad desde sus mismos comienzos. Y seguimos siendo bárbaros; todavía no sabemos qué es el amor.
Si amo a alguien, estoy agradecido de que esa persona permitió mi amor, y no me rechazó. Esto es suficiente. Pero no me convierto en una cárcel para ella: Ella me amó, y como recompensa estoy creando una prisión a su alrededor; la amé, y ella, como consecuencia, está creando una prisión a mi alrededor. ¡Grandes recompensas que nos estamos dando el uno al otro!
Si amo a alguien estoy agradecido y su libertad permanece intacta. No es dada por mí. Es su derecho de nacimiento, y mi amor no se lo puede quitar. ¿Cómo puede el amor quitar a alguien la libertad, particularmente a la persona que amas? Es su derecho de nacimiento. Tú ni siquiera puedes decir: '“Le doy libertad'.” ¿Quién eres tú en primer lugar? Sólo un extraño. Os habéis encontrado en el camino, por casualidad, accidentalmente, y ella fue cortés al aceptar tu amor. Sólo sé agradecido, y déjala vivir su vida como quiera vivirla, y tú vive de la manera que quieras vivir. Tu forma de vida no debería ser afectada.
Esto es libertad. Entonces el amor te ayudará a estar menos tenso, menos lleno de ansiedades, menos angustiado, y más dichoso.
Pero lo que sigue sucediendo en el mundo es justo lo contrario. El amor crea tanta miseria, tanto dolor, que hay gente que decide finalmente que es mejor no amar a nadie. Cierran las puertas de su corazón porque es simplemente un infierno y nada más.
Pero el cerrar la puerta al amor es también cerrar la puerta a la realidad, a la existencia; por lo tanto no lo apoyaré. Diré: ¡Cambia el patrón entero del amor! Tú has forzado en el amor una situación fea; cambia la situación.
Permite que el amor sea una ayuda para el crecimiento espiritual. Deja que el amor se convierta en un nutriente para tu corazón, y en coraje, de modo que puedas abrir tu corazón, no sólo a un individuo sino al universo entero.
Osho
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