viernes, 14 de junio de 2019

La adicción al victimismo

Cuando las personas viven en incoherencia, vibran bajo, se hunden en sus conflictos, en sus circunstancias, y crean ciclos donde una y otra vez viven y reviven las mismas situaciones.
En este caso quiero hablar de las personas adictas al victimismo. Estas personas no tienen consciencia de su patrón. Están tan inmersas en él que se creen el papel de víctima y lo actúan a la perfección. Habitualmente este patrón viene de su árbol familiar donde otras personas antes que ella también realizaron este papel. Si la persona analizase a sus propios padres podría detectar ese patrón en uno o en ambos. Estos patrones que ven durante su niñez, se convierten en la manera de vivir la vida pues los aprendieron en edades tempranas de sus propios padres, y como la manera correcta de actuar.

Así, la persona adicta al victimismo, crece construyendo a su alrededor una realidad de víctima de las circunstancias, convencida de que todo lo que le ocurre es por “culpa de los demás, mala suerte,...etc.”. 


La persona adicta al victimismo actúa, y en su actuación busca o crea a victimarios que le permitan seguir confirmando su papel. Genera así un círculo vicioso, adictivo, en el que crea victimarios, se hace la víctima y convence a otros de que es víctima…..como una rueda que gira y gira sin parar. De esta manera se asegura perpetuar su papel a través de manipular el contexto.

Aunque pueda parecer complejo, es relativamente fácil detectar a los adictos al victimismo. Son personas que siempre tienen problemas en sus relaciones. Se quejan continuamente de su padre, de su madre, de la mala vida que le dieron de niñ@, de la abuela a la que tuvo que cuidar hasta que falleció. 

Se quejan de su mala suerte a la hora de haber elegido sus parejas, siempre echando la culpa a éstas, sin hacerse responsables de las elecciones que ellas mismas hicieron. 
Las personas adictas al victimismo, están buscando siempre generar un conflicto para poder mover ficha y hacerse pasar por la “pobre víctima” de las circunstancias. Nunca saben cómo pero siempre terminan estando en el centro de todos los conflicto. 
Se quejarán de la relación con sus herman@s, de sus hijos, de sus amistades, compañeros de trabajo, etc., poniéndose en posición de incomprendida, pobrecita víctima de los demás.
Las personas adictas al victimismo no actúan por maldad consciente, sino por desconocimiento de su información inconsciente. Viven una gran desvalorización y sus ansias de amor y aceptación les provoca llegar a manipular a los demás para lograr su atención.
Si detectas que te encuentras junto a una persona adicta al victimismo, ten en cuenta que ésta es igual que otra adicción. Una persona adicta muestra una gran carencia afectiva de madre y de padre (la relación entre ambos no era buena y la madre no recibía la seguridad, la protección y afecto por parte del padre). 
Esta persona busca desesperadamente aquel amor que no tuvo de pequeña y ha encontrado que poniéndose en papel de víctima y manipulando puede obtener la condescendencia de los demás. 


Si tu pareja es adicta al victimismo o tienes una amistad o allegado con este patrón, que sepas que tú no puedes cambiar a nadie, ni tampoco ayudar, pues sólo esa persona tiene la capacidad de ayudarse a sí misma. Y valora la situación pues estas personas aportan una “toxicidad silenciosa” a sus relaciones.

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