jueves, 27 de junio de 2019

La energía no se puede encerrar en un frasco.


La energía no se puede encerrar en un frasco.
No tiene atractivo comercial.
Por esa razón, afirma Bruce Lipton que las medicinas energéticas no se aplican en hospitales y sanatorios.
Ni tampoco se enseñan en las escuelas médicas.
No es por falta de efectividad.
Todos sabemos que son muy efectivas; la acupuntura por ejemplo es capaz de maravillas y se aplica desde hace miles de años en China.
Los dentistas podrían aplicar agujas y asì evitar la anestesia.
Pero bajarían las ventas considerablemente.
Entonces mejor no enseñar acupuntura a los odontólogos.
Las medicinas energéticas no son rentables y por esa razón la ciencia no las aplica.
Como las farmacéuticas son las que financian casi toda la investigación médica, ellas controlan los avances científicos.
El ser humano es un todo mente-cuerpo.
Pero la biología se concentra en el cuerpo y trata de curarlo aplicando medidas físicas y químicas.
No queda lugar para las medicinas energéticas como la acupuntura, el reiki, la naturopatía o la homeopatía.
En la facultad se nos enseña que la homeopatía y demás medicinas energéticas trabajan con el efecto placebo y por lo tanto sus practicantes son unos charlatanes.
Y los jóvenes estudiantes creen porque todo lo que se repite con firmeza y tenacidad termina por ser aceptado por la mente subconsciente.
Yo siempre creí en las medicinas energéticas pero durante mis años de estudiante tuve que cerrar el pico y guardarme mis opiniones.
Al final de todo, lo que queda son fármacos y más fármacos.
Y las intervenciones quirúrgicas que no curan sino que remueven órganos y tejidos enfermos.
En vez de curar la vesícula la quitan.
En vez de sanar el útero lo retiran.
En vez de normalizar el intestino le cortan los sectores dañados.
Yo veía claramente todo ese absurdo, todo ese daño pero no podía hablar porque el ataque era inmediato.
Solamente podía hablar con algunos colegas muy amigos y fuera del ámbito hospitalario.
Las farmacéuticas controlan la educación médica.
Así se aseguran que las generaciones de jóvenes médicos seguirán creyendo que la mejor forma de tratar las enfermedades es con medidas químicas y físicas.
Pero todo cambia en este mundo.
La gente sufre y busca otras vías.
Y aunque intenten desacreditarlas por todos los medios cuanto más las atacan más prosperan.
Y asì la balanza se está moviendo hacia el lado de las curaciones naturales.
Y eso es algo que nadie ni nada puede evitar.
Porque es como querer evitar la llegada de la primavera cuando llega la fecha.
Es el Orden del Universo.
Y cuando llega el momento de mover sus piezas, fuerzas infinitas ponen todo en su sitio.
Nosotros simplemente debemos agradecer y saber esperar el momento de entrar en acción.

-Martín Macedo-

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