La vida es yang.
La muerte es yin.
Trabajar es yang.
Descansar es yin.
Todo es yin y yang.
Nada escapa a su actividad.
El principio de la impermanencia no permite que nada esté estático.
No puedes quedarte en el estrato más bajo de la sociedad por mucho tiempo.
El principio de la impermanencia no te lo permitirá.
Estás obligado a subir, a desarrollarte, a hacerte fuerte.
Pero tienes miedo de crecer, de tener éxito, de ser grande porque deberás abandonar tu zona de confort.
El globo fue hecho para inflarse.
Su felicidad está en aumentar su tamaño y así dar un servicio para decorar o anunciar una fiesta.
Cuando está vacío es yang (contraído).
Pero cuando alguien comienza a inflarlo se vuelve yin (expansión).
Eventualmente explotará por exceso de yin.
Pero es el destino de los globos.
Si los globos huyeran de su destino por miedo a explotar se quedarían chiquitos indefinidamente.
Pero el principio de la impermanencia no lo permitirá.
Todos los globos serán inflados y servirán en fiestas y bodas.
Y los que no acepten su destino de cambiar de estado, lo harán de todas formas convirtiéndose en goma de descarte.
De todas formas cambiarán de estado.
Pero sin haber servido a la felicidad del mundo.
Lo pequeño (yang) debe hacerse grande (yin).
Porque nada puede permanecer estático.
El estudiante de medicina se convertirá finalmente en una gran eminencia.
El niño que patea torpemente una pelota finalmente será una estrella del deporte si esa es su pasión.
El talento que todos tenemos desde que nacemos está destinado a desarrollar maravillosas habilidades.
Nuestro destino es la grandeza.
No debemos resistirnos al impulso de ser grandes.
No es ego....es la ley...y no hay dónde esconderse.
Debemos permitir que la pasión por ser la mayor expresión de nosotros mismos se apodere de cada célula de nuestro cuerpo.
Por esa razón debemos tomar los alimentos apropiados para alcanzar el máximo de nuestras potencialidades.
Los cereales que los más grandes sabios nos enseñaron a cultivar, cocer y consumir con sabiduría.
El globo crece y crece y se deleita en su crecimiento.
Esa es su mayor felicidad.
Algunos globos explotan y es una pena.
Pero la mayoría crecen y se quedan grandes durante un largo tiempo.
Y se regocijan en su versión expandida, grande y hermosa.
Haciendo más bello este mundo.
Un globo desinflado es un globo triste.
Si nadie lo elige para su fiesta no podrá cumplir su destino.
Cuando una persona no trabaja en lo que ama, es como un globo que en vez de ser destinado a una fiesta es usado para tapar un envase al que se ha perdido la tapa.
Hay muchos depresivos en el mundo.
Los psiquiatras afirman que se debe a falta de "química" en el cerebro y dan antidepresivos, estabilizantes del humor y ansiolíticos.
Pero yo creo que la depresión se debe a que no están cumpliendo su misión.
Cuando alguien olvida a qué ha venido debe trabajar para comer.
Pero si no trabaja en lo que ama, está perdiendo su vida y la depresión sólo le está avisando que debe cambiar de trabajo tarde o temprano.
Pero la gente que no ama su templo y lo nutre con alimentos de baja calidad está tan confundida que no sabe para dónde ir.
Entonces trabajan más duro para no pensar.
Y toman más cerveza y comen más comidas "ricas".
Y así se hunden más y más en la infelicidad.
Pero luego de la infelicidad viene la felicidad.
Porque el principio de la impermanencia lo garantiza.
Nadie puede permanecer enfermo por demasiado tiempo.
Deberá cambiar de estado.
O morir...
-Martín Macedo-
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