La falta de comprensión antecede a la enfermedad física.
Y llegará tarde o temprano.
Aunque pasemos horas en el gimnasio.
Aunque tomemos los mejores alimentos del mundo.
Y tengamos los mejores servicios de medicina privada.
Cuando el humano olvida su posición en el Universo,
inevitablemente siente temor por su porvenir.
Sus fuerzas se agotan y finalmente se desploma.
Cualquier virus, bacteria o insecto lo vence fácilmente.
Entonces la cura consiste en recordar.
En comprender quiénes somos.
No la apariencia que nos muestran los ojos físicos.
Construyendo una identidad en base a nuestro cuerpo.
El cuerpo es perecedero y su fuerza se agota pronto.
Elegir a una pareja por la belleza de su cuerpo.
Es un gran error.
Porque si la belleza no se asienta en una lúcida inteligencia,
en dos o tres décadas se desvanecerá como la estela que deja un barco que navega en aguas profundas.
La belleza infinita sólo puede existir cuando la salud es también infinita.
Pero sin comprensión no se puede construir.
Muchos dicen..."es fácil, yin y yang....está en el libro".
Pero están jugando con la teoría.
Su salud no es poderosa.
Su economía es débil.
Su felicidad es esporádica.
Carecen de disciplina.
Pero insisten: "yo hago macrobiótica desde hace muchos años".
Y dan clases de cocina y asesoran a los enfermos.
Pero su enfermedad profunda no se ha curado.
Son egoístas.
Tienen miedo.
Son competitivos y les molesta que a otros les vaya mejor que a ellos.
Son los maestros de baja calidad.
Y debe ser así, porque la baja calidad permite la existencia de la alta calidad.
¿Cómo puede existir la cabeza sin los pies?
La más alta medicina es la comprensión de que somos la totalidad.
Una expresión única de la totalidad.
Una forma física experimentando la limitación para finalmente destruirla.
Cuando un trozo del infinito olvida que es infinito no podrá hacer uso de sus poderes ilimitados.
El despertar puede ser doloroso, pero un día llegará.
Luego de siglos de ignorancia.
Penurias.
Dolor.
Limitaciones.
Es la iluminación.
Una explosión de luz.
La experiencia de la salud absoluta.
Algo para lo que vale la pena consagrar una vida completa.
-Martín Macedo-
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