Cuando nos demos cuenta de que la ira y otras emociones reactivas son sólo pruebas que nos envía la energía de INTEGRIDAD para que podamos eliminar el Pan de la Vergüenza, sabemos con certeza que hemos aplicado la Restricción. Entonces sentiremos la presencia resplandeciente de la Integridad que habrá emergido de nuestra acción espiritual. Lo sabremos.
Al principio, el esfuerzo para restringirnos será una combinación de represión y auténtica Restricción. No hay problema, porque ese esfuerzo irá poco a poco eliminando capas de emociones reactivas. Los esfuerzos consistentes por hacer Restricción depurarán progresivamente los comporta-mientos imprudentes, los deseos egoístas y los pensa-mientos reactivos de la naturaleza.
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